Suena a un plan maestro para tráfico de sustancias ilegales, pero no lo es: una startup llamada Carry pretende aprovechar el concepto de economía colaborativa para que viajeros que se desplazan de un lado a otro sirvan de transportistas eventuales para trasladar objetos de usuarios particulares.
En lugar de usar empresas de mensajería, los usuarios que quieren enviar algo de A a B aprovecharían que un viajero hace esa misma ruta. La idea, como siempre, es la de tratar de aprovechar un recurso a menudo infrautilizado: el espacio en nuestras maletas, del que ahora podemos sacar partido económico ya que los que usan el servicio nos pagan por transportar esos objetos.
En Carry tratan de avisar a los viajeros de que inspeccionen esos objetos muy bien antes de realizar el viaje para evitar convertirse sin querer en una "mula" de contrabando. La idea de la empresa es la de "licenciar" a esos viajeros como trabajadores bajo contrato oficial, algo que les protegería si transportan bienes ilegales como sucede con los conductores de UPS o FedEx, que no son responsables del contenido de los paquetes que transportan.
Para evitar sustos en Carry afirman que están realizando evaluaciones de posibles historiales criminales por parte de los viajeros que se prestan a transportar objetos para otras personas en sus viajes, y también ofrecen la opción de contratar un seguro como opción para los que utilizan ese medio de envío. La idea es curiosa, y si logra superar esos obstáculos -que son complejos- podría ser un ejemplo más de ese concepto de "economía colaborativa" que puede que acabe también siendo criticado, esta vez por las empresas de transporte.
Imagen | Alan Nakkash
Vía | Quartz
En Xataka | Así cree la CNMC que se debe regular la "economía colaborativa"
Ver 36 comentarios