Que no te timen con los alquileres de verano: esa casa está sacada de un catálogo de fotos

Que no te timen con los alquileres de verano: esa casa está sacada de un catálogo de fotos

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Que no te timen con los alquileres de verano: esa casa está sacada de un catálogo de fotos

Alquilar una casa para disfrutar de tus vacaciones y que cuando llegues esté ocupada por otras personas. Ofrecer tu piso para que otros descansen en él y que te salga a pagar en lugar de a cobrar.

El verano no solo sube las temperaturas, sino también las probabilidades de caer víctimas de un fraude en el alquiler vacacional, ya seamos el propietario de la vivienda como la persona que lo intenta alquilar.

Mi casa es tu casa vacacional

Casi 10,3 millones de personas (6,6 extranjeros), eligieron un apartamento turístico para pasar sus vacaciones durante 2015 en España, pasando una media de 6,64 noches por apartamento. Evidentemente, en muchas zonas la demanda se dispara en los meses de verano. Éste que vemos, por ejemplo, es el gráfico que corresponde a Almería.

Almeria

Familias (45,86%), parejas (29,97%) y grupos de amigos (20,70%) son quienes más alquilan una vivienda turística para pasar las vacaciones, según un estudio realizado por HomeAway, mientras que en hoteles predominan las parejas (51,97%) y las familias (32,80%), y los grupos de amigos (8,33%). Esta misma empresa calcula que este tipo de vivienda ha generado un impacto económico de 4.300 millones de euros entre 2013 y 2015, de los cuales 3.408 millones se destinaron a ocio y alimentación durante la estancia.

Del mismo modo que aumenta la demanda de pisos de alquiler para vacaciones, aumenta la probabilidad de que podamos ser víctimas de un fraude a la hora de alquilar estos apartamentos.

Según datos de OSI (Oficina para la Seguridad del Internauta), el de los alquileres es uno de los 10 fraudes más frecuentes.

Osi

Además de recoger testimonios de personas que detectaron a tiempo que estaban siendo víctimas de un fraude, este organismo también ofrece una serie de consejos para evitar ser víctimas del fraude.

Cuando te alquilan una casa que no es suya

Uno de los timos más frecuentes se produce cuando alguien suplanta la identidad del propietario.

Los alquileres falsos son uno de los 10 principales fraudes que Internet, según datos de OSI

Los delincuentes cogen de una determinada página web las fotos y la descripción (incluso el precio) de cualquier piso y lo publicitan en otra, de manera que incluso puede llegarse a dar el caso de que el viajero llegue al alojamiento “y el propietario no sabrá de qué reserva le está hablando, o lo que es peor, que en ese momento la casa esté alquilada por otros viajeros”, explica Almudena Ucha, directora de Rentalia, para quien también está el peligro de las casas falsas. “Habitualmente los anuncios de casas falsas suelen ser los más atractivos y con los precios más económicos. En el trato, el propietario es todo amabilidad: si el viajero quiere una cuna el propietario la pone, incluso se ofrece a recoger al viajero en el aeropuerto o a hacer la compra para que cuando el viajero llegue se encuentre la nevera llena. La realidad es que esa casa perfecta, espaciosa, en primera línea de playa y baratísima no existe y el viajero llega a su destino sin alojamiento y con menos dinero en su cuenta”.

Piscina Infinita

Recuperar el dinero estafado, especialmente si se ha realizado una transferencia, es prácticamente imposible

Pero, ¿es posible -y legal- que alguien publicite en una web una casa que no es suya? Todo depende de los requisitos que estos portales exijan para poner un anuncio. Por ejemplo, en fotocasa lo único necesario es proporcionar un número de teléfono. En HomeAway tienes que demostrar que eres el propietario de la vivienda que publicitada. En Airbnb hay que enviar una fotografía de un documento de identidad que sea oficial y conectar el perfil de la plataforma con otro también oficial de una red social (como Facebook, LinkedIn o Google), subir una fotografía de perfil en la que se le pueda identificar y un número de teléfono y una dirección de email. “Es esencial que la persona sea identificable y proporcione información personal para que exista esa confianza mutua entre el huésped y el anfitrión”, explican fuentes de la compañía.

El desamparo entre particulares

Una de las principales desventajas de la contratación de viviendas entre particulares que podemos realizar a través de conocidos portales de anuncios es que la ley no nos ampara de igual forma que si lo hacemos a través de una agencia de viajes, que tiene que estar sujeta a la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.

“Cuando contratamos a través de una agencia, la regulación de consumo nos protege y, en caso de estafa, se puede denunciar ante las autoridades, realizar una investigación y, si procede, que exista una sanción. Esto es algo que en la contratación entre particulares no existe”, explica Miguel Ángel Serrano Ruiz, miembro del gabinete jurídico de Facua España, quien reconoce que “estas plataformas de anuncios entre particulares suelen evadir cualquier tipo de responsabilidad cuando se producen estos hechos”.

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Aunque no suele ser el principal motivo de quejas que recibe esta organización, las denuncias por estos fraudes se disparan en esta época del año. “Nuestra recomendación es que, independientemente de dónde contraten, que se lean siempre las condiciones de cada portal y que no se realice ningún pago hasta estar completamente seguro de lo que se va a contratar” y, en la medida de lo posible, verificar que quien quiere contratar es realmente el propietario del piso. Desde Facua aseguran que cualquier persona puede pedir una nota simple al registro de la propiedad para obtener este dato. “Solicitar la nota tiene un coste, pero es mejor asumirlo que lamentar daños mayores”, subraya Serrano Ruiz.

Cuando el estafado es el propietario

Los fraudes relacionados con el alquiler vacacional son de dos direcciones: también los propietarios pueden ser timados. En Airbnb, por ejemplo, se permite que los anfitriones puedan “revisar e investigar sus invitados antes de la reserva”.

Al alquilar entre particulares y no a través de agencias, la ley de consumo no nos ampara ante un fraude

Los timos más frecuentes en estos casos son el "timo del cheque", "el banco de Costa de Marfil" o el phishing. El primero de ellos es “posiblemente el fraude más antiguo en el sector del alquiler vacacional, y que sorprendentemente se sigue realizando en el año 2016”, según la directora general de Rentalia. El funcionamiento es sencillo: el estafador se interesa por una casa, habitualmente por un tiempo largo (2 meses o más), y se ofrece a reservar cuanto antes. Para pagar, envía un cheque vía correo por un coste superior al que solicita el propietario, a veces incluso el doble. El estafador le explica al propietario que ha enviado ese cheque por error, pero que una vez enviado lo que puede hacer el propietario es cobrarse el alquiler con ese cheque y devolver el restante por transferencia. “El propietario que caiga en la trampa comprobará, una vez que envíe el dinero al estafador, que el cheque es falso o que no tiene fondos y que ese dinero que envió es dinero perdido”, explica esta responsable.

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El segundo de ellos, el banco de Costa de Marfil, es una especie de adaptación del spam del cura nigeriano. El estafador se presenta como una autoridad respetable (cura, policía, militar, etc.) de algún país africano, la mayoría de las veces de Costa de Marfil. Después de contactar con el propietario y llegar a un acuerdo con el alquiler, se compromete a realizar una transferencia pero, a los pocos días, asegura que el gobierno del país ha bloqueado la transferencia y que para desbloquearla tienen que pagar una tasa tanto él como el propietario. “El estafador envía por email incluso unos papeles "oficiales" del gobierno, con sellos y firmas de autoridades, en los que se habla de esta transferencia bloqueada. Por supuesto, esos papeles son falsos. Al igual que con el fraude anterior, suelen tratarse de alquileres largos, de varias semanas, por lo que el montante de la reserva es alto. Esto hace que muchos propietarios pierdan el foco y no les importe pagar esa transferencia de (por ejemplo) 100 euros si con ello recibirán luego 2000 euros”, relata Almudena Ucha.

En algunos portales de anuncios no se tiene que demostrar que eres el propietario de la vivienda que alquilas. Basta con registrarse con un número de móvil

Por último, y en cuanto al phishing, el modus operandi es que el 'phisher' se hace pasar por una web en la que el propietario debe registrarse, o por un viajero que pregunta una información e incluye un enlace en el que el propietario necesita introducir su correo y contraseña. En ambos casos la finalidad es la misma: obtener las contraseñas del propietario para no tanto entrar en la cuenta bancaria del propietario, si no suplantarle. De esta manera, cada vez que un viajero se interese por esa vivienda será el 'phisher' el que le conteste, y finalmente la transferencia de la reserva la recibirá el 'phisher' y no el propietario.

“Desde Airbnb hemos sido alertados de algunos casos en los que en otras páginas web ajenas a nosotros han aparecido anuncios que de manera fraudulenta y en un claro intento de suplantación de marca (phishing remiten a nuestro servicio, exigiendo una transferencia de dinero a una cuenta bancaria. Estas prácticas se producen siempre fuera del entorno de Airbnb, mayoritariamente en webs de anuncios de oferta inmobiliaria”, explican fuentes de la compañía.

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Las transferencias bancarias las (en)carga el diablo

Muchos de los portales de alquiler vacacional ofrecen la posibilidad (incluso la obligación) de que el pago se realice a través de sus plataformas, con el objetivo de garantizar la seguridad de la transacción, evitando así las transferencias bancarias.

“Nunca pagues con dinero en efectivo, transferencias bancarias o giros postales”, sentencian desde Kaspersky, que recomienda utilizar sólo tarjetas de crédito, puesto que permiten que el dinero se pueda recuperar en caso de fraude.

Cabe señalar que en muchos fraudes se utilizan compañías de envío de dinero en efectivo (que no requieren la identificación de emisor ni receptor o de hacerlo, se puede falsear el nombre), recuperarlo será prácticamente imposible. Algo que también suele suceder con las transferencias, especialmente si se trata de cuentas bancarias en el extranjero.

Consejos útiles que se repiten

Los portales que permiten anunciar viviendas de alquiler vacacional son los primeros interesados en aumentar la seguridad y evitar la posibilidad de los fraudes, aunque no siempre lo consigan. Aunque los administradores de la web reconocen que tienen más hilos sobre viviendas multipropiedad, en Denuncio Estafa puedes encontrar varios hilos sobre los timos de los que te estamos hablando.

Casa Exterior

Desde los portales, por su parte, insisten en dar consejos para evitar que, año tras año, se repitan estos fraudes. “Airbnb tiene un equipo de 250 personas que trabajan dedicadas a la seguridad de los viajeros y los anfitriones. Solo en 2015, 35 millones de viajeros han utilizado la plataforma y solo ha habido 540 casos de reclamaciones de daños en todo el mundo”, aseguran fuentes de la compañía, remarcando que estos datos representan menos de 1 caso por cada 50.000 huéspedes o viajeros.

Cualquier persona puede pedir al Registro de la Propiedad un informe para verificar quién es el dueño de una vivienda

Almudena Ucha, por su parte, asegura que el 99,9% de los alojamientos en Rentalia son seguros. Pero para evitar ser víctima de ese 0,01%, considera que hay ciertos consejos a seguir. Así, recomienda prestar atención a los datos que se ofrecen en el anuncio sobre la antigüedad del mismo en la web o el tiempo que lleva el propietario anunciando ese u otros alojamientos. “Si en Rentalia no hemos conseguido verificar esta dirección y el propietario lleva menos de un año como anunciante, mostramos un mensaje con el texto "No verificado - Sé cauto".

También recomienda estar muy atento a incoherencias entre el idioma del propietario, su país de residencia, su nacionalidad, teléfono, etc.

Desde Kaspersky, además, añaden el no fiarse nunca de una entidad desconocida. “Puedes comprobar la reputación de una página web – y la legitimidad de listados específicos – analizando los comentarios de los usuarios. Esas mismas páginas también deben tener información de contacto y, si no conoces una página o tienes preguntas sobre la legitimidad de una agencia, llámalos. Mantener una conversación real con ellos te mostrará su fiabilidad”.

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