Si echamos un repaso a lo que hemos visto en todo el 2014 vemos que el futuro nos depara avances muy prometedores. No nos referimos a categoría ya palpables sino a lo que empezará a ser realidad dentro de poco: implantes cerebrales, coches que se conducen solos, carne creada en laboratorio. El futuro apunta a que será brillante pero ¿qué ocurre con nosotros?
Sí, todo lo que hemos visto hasta ahora suena muy prometedor pero ¿estamos preparados para cuando llegue ese día? Pew Research ya hecho un estudio en Estados Unidos para saber cuál es la respuesta de sus ciudadanos ante todas estas tendencias y ya os adelantamos que aunque nos guste leer sobre ello, la recepción es todavía pequeña.
Mucho escepticismo ante lo desconocido
Hace poco vimos cómo el proyecto de conseguir carne sintética a base de tejidos estaba avanzando para imitar el sabor y el aroma de la que comemos habitualmente. ¿Estarías dispuesto a comerte una? En Estados Unidos lo tienen claro: no. Solo dos de cada diez encuestados se comerían un filete producido en un laboratorio, a pesar de que por fuera sea idéntico.
Si nos vamos a todo lo relacionados con implantes cerebrales para controlar nuestro cuerpo la recepción no aumenta demasiado y solo un 26% verían con buenos ojos llevar un chip en el cráneo para, por ejemplo, corregir una parálisis o aumentar su capacidad (este último punto lo planteaban tal que así en la encuesta). ¿Montar en un coche que se conduce solo? El 48% lo harían.
De la muestra escogida por Pew Research, se puede apreciar que los sectores de población más a favor del uso de la tecnología en el futuro y su capacidad de cambio son aquellos con más recursos económicos. A pesar de que en estas tres muestras no creen en su uso, la mitad de los encuestados creen que la tecnología traerá grandes cambios.
¿Por qué hay este rechazo? El conflicto se puede explicar en parte por la información que tenemos. Sabemos que esa tecnología está ahí, que hay investigadores trabajando en ella, y los medios la divulgamos porque resulta relevante pero ¿sabemos en realidad todo lo que implicaría su implantación? Hay lagunas que rellenar.
Por otro lado tenemos los miedos y la ansiedad producidos por los grandes cambios. Algo que además se acentúa con el ritmo con el que se mueve el sector de la tecnología. El futuro llegará pero de momento muchos no lo abrazan con los brazos abiertos.
Vía | Pew Research
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