Blog Wars: neuralizador

Blog Wars: neuralizador
Facebook Twitter Flipboard E-mail

No queríamos hacerlo pero finalmente hemos tenido que recurrir al borrón y cuenta nueva. En el mundo de los gadgets de ciencia ficción esto se traduce en el neuralizador de los inflexibles Hombres de Negro.

Efectivamente, el neuralizador de MIB es el gadget que hemos escogido en esta nueva entrega de los editores de Xataka para la Blog Wars que tenemos con los editores de Zona Fandom, que no os habíamos dicho, pero son como un equipo de fútbol 11, muchos. Nosotros, con tres nos bastamos.

Así que editores de Zona Fandom, hagan el favor de mirar a esta luz roja y …

El neuralizador, un pequeño gadget de mano, es un invento que tiene mucha utilidad. Para los Hombres de Negro, es un arma indispensable para borrar o alterar a su gusto la memoria de las personas que han visto una nave o alienígena que no deberían haber observado. También se usa para borrar los recuerdos de los agentes que ya no valen para el servicio de control de alienígenas o que han dejado el cuerpo.

neuralizador-blog-wars-2.jpg

El funcionamiento del neuralizador es peligroso para el cerebro, pero la única solución para borrar recuerdos y sugestionar lo que a nosotros nos interese, normalmente historias absurdas que den juego a la película. Lo que hace el neuralizador es aislar los impulsos eléctricos del cerebro, buscando concretamente los relacionados con la memoria.

La mejor forma de no verse afectado por la luz roja que borra recuerdos es hacer lo que los agentes MIB, llevar puestas unas gafas de sol negras.

Construido de metal y con funcionamiento de resorte, el neuralizador lleva diferentes potenciómetros para regular diferentes aspectos que queremos controlar durante el borrado de la memoria de la víctima de una incidente alienígena. Con efectos de sonido incluidos, la apariencia del neuralizador es la de un inocente bolígrafo metálico, aunque hay muchos tipos de neuralizadores, con diferencias básicamente en el diseño.

Más información | Wikipedia | MIBII.

Comentarios cerrados
Inicio