Además de tablets y modelos de ultrabooks, Lenovo también renueva su más sencilla gama de equipos de la serie S, a los cuales hay posibilidad de colocarles procesadores hasta Intel Core i5, así como tarjetas gráficas independiente, todo ello manteniendo precios ajustados. El secreto es que los chips de Intel no son de la recién hornada Haswell todavía, y se tienen que conformar con los de la tercera generación.
Los nuevos Lenovo S210, S400 y S500 Touch son modelos de portátiles con acabado metálico y cuyas diagonales de pantalla son de 11.6, 14 y 15.6 pulgadas respectivamente. En todos los casos la resolución no es una maravilla, y se quedan los 1.366x768 píxeles. Eso sí, son pantallas táctiles.
A nivel de componentes internos, además de chips Ivy Bridge de hasta i5 (el modelo S210 solo tiene la opción de i3), en estos ultrabooks podemos tener hasta 8 GB de memoria RAM y gráficas dedicadas pero sin mucho renombre. Seguramente se obtendría el mismo rendimiento con la integrada de los nuevos Haswell, pero el precio de los equipos se hubiera disparado.
Porque la principal razón para no dotar con chips de última generación a esta serie S Touch, solo se explica como recurso para mantener unos precios que empiezan 399 euros a partir de septiembre para el modelo S210, con 499 de punto de partida en el caso del S400 Touch y 599 para el mayor.
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