Elegir un televisor se ha convertido en una odisea para muchos, y no debería: 7 claves para acertar

La inocente pregunta de antaño de “¿Qué tele me compro?” ya no lo es tal. Para que quedes satisfecho con tu compra, te ofrecemos una guía con los puntos que importan de verdad

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Todo empieza con una inocente pregunta: “¿Qué tele me compro?”. Y acaba, muchas veces, con una ventana en Chrome con 20 pestañas abiertas, más dudas que al principio, vídeos de YouTube a x 2 de velocidad y una frase común: “Me da igual, dame una buena relación calidad-precio y ya”. Porque no, elegir un televisor en 2025 no es lo que era en los años 80. Cada tecnología tiene su nomenclatura y no es lo mismo HDMI 2.0 que HDMI 2.1 —de hecho, el ancho de banda es casi del doble—.

Y las siglas ‘de ciencia ficción’ siguen con Mini LED, FALD, VRR, HDR… y tú solo quieres ver una serie con buena imagen y contraste, o disfrutar del partido como si estuvieras en el estadio. O ganar esa partida al ‘GTA V’ sin lag. Pues esto no va de complicarse, esto va de acertar. No necesitas un Excel comparando nits ni hertzios.

¿Cómo acertar? Con las siete claves que importan, las de verdad. Con ejemplos reales y referencias concretas: la gama Mini LED de Hisense (U7Q, U7Q Pro, U8Q, UX). Porque lo están haciendo muy bien, marcando el camino equilibrado entre innovación, calidad de imagen y precio competitivo. Solo hace falta dar un ejemplo: sus tecnologías permiten modos de juego a 144Hz y cuentan con certificaciones IMAX, uno de los estándares más altos del mercado. Ahora sí, vamos allá.

1. Mini LED: la revolución que cabe en lo pequeño

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A veces, lo pequeño lo cambia todo, como la cantidad de transistores que puedes meter en un chip. En los televisores, ese cambio se llama Mini LED. La tecnología Mini LED que incorpora la gama Hisense mejora notablemente el sistema LED tradicional gracias a su capacidad de agrupar miles y miles de diodos diminutos. Esto garantiza una iluminación mucho más precisa que la retroiluminación tradicional, porque permite un control de contraste muy superior, negros más profundos y un nivel de detalle en escenas oscuras que antes solo podíamos ver en paneles OLED.

El modelo UX, por ejemplo, usa más de 5.000 zonas de atenuación —sí, has leído bien—, lo que permite que una escena oscura en ‘The Batman’ no parezca simplemente un borrón negro. Aquí los detalles saltan y el contraste impacta. Y en las escenas iluminadas alcanzarás un brillo máximo de 2.500 nits que hace que una escena en ‘Dune’, bajo el sol de Arrakis, se vea como una postal. Es como pasar de una fotocopia a una imagen RAW editada por un colorista de Hollywood, un cambio que no solo permite ver más, sino verlo mejor.

2.144Hz como mínimo porque en los videojuegos, los milisegundos importan

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Quienes jugamos a videojuegos somos conscientes de ello. Hacía años que veníamos esperando que los televisores se pusieran a la par con los mejores monitores gaming. Porque se vende mucha feature, pero no todos los televisores están preparados para ofrecer una experiencia de juego a la altura de lo que ofrecen las nuevas generaciones de consolas. Aquí entra en juego uno de los grandes puntos fuertes de Hisense: su modo Game Mode Ultra 165Hz, disponible en los modelos como el U7Q Pro y superiores.

Si has oído hablar de los 120Hz, ya puedes olvidarlos. La gama Mini LED de Hisense dispone del modo Game PRO a 144Hz y el U7Q Pro sube la apuesta a 165Hz, y además con VRR (Variable Refresh Rate) y ALLM (Auto Low Latency Mode). Traducido: ni tearing, ni stuttering, ni retraso entre tu mando y lo que pasa en pantalla. Con estas tecnologías, podrás jugar a ‘Elden Ring’ o ‘Warzone’ sin ghosting, con una fluidez que hace que el movimiento de cámara sea tan natural como girar la cabeza. En juegos como ‘FC25’, el antiguo ‘FIFA’, estos cambios son cruciales porque dejas de ver estelas al cambio de los ángulos de cámara. Y en aventuras más vistosas como ‘Clair Obscur: Expedition 33’, los efectos de partículas no se rompen ni generan artefactos. Aquí no solo estás viendo el juego; te sientes más dentro de la acción.

3. IMAX en el salón: más que ver cine, vivirlo

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¿Recuerdas la primera vez que viste una película en una sala IMAX? Yo sí, fue la primera ‘Avatar’. Ese momento en el que el sonido te golpea el pecho con la primera zambullida a esa agua esmeralda cristalina. Por un momento te olvidas de que estás en una butaca. Hisense ha conseguido llevar esa experiencia al salón. Y no es marketing, es una certificación oficial de IMAX y DTS.

Películas como ‘Top Gun: Maverick’ en un Hisense UX con sonido integrado DTS:X marcan una diferencia enorme. Los motores del F-18 vibran en la mesa, sin entorpecer los diálogos —de hecho, el algoritmo de sonido equilibra todas las fuentes para que se escuchen nítidos—. Estos paneles cumplen con estándares muy estrictos de calidad de imagen, relación de aspecto y fidelidad cromática para garantizar el aprobado de IMAX. Y se nota. Para los amantes del cine, esto no es un extra; es una razón de peso.

4. IA para deportes, un cerebro que sabe lo que ves

Aquí viene una de esas funciones que parecen magia: Hisense ha desarrollado un modo deportivo con inteligencia artificial, el AI Sports Mode, que detecta automáticamente si estás viendo fútbol, tenis o un partido de la NBA. Y se adapta a lo que ves: la frecuencia, la nitidez de los bordes, la compresión de la señal... Incluso el audio para realzar a los comentaristas. Un derbi o un clásico como el Real Madrid-Barça cambia completamente, porque verás cada pisada, cada fuera de juego, cada gota de sudor, sin filtro saturado ni color artificial.

Es como pasar de ver un partido en YouTube a verlo en directo desde un palco. Y cuando veas un partido de Champions, vas a apreciar esa diferencia, sin ese efecto plástico que arruina tantas emisiones deportivas. Esto también se traduce en la contrapartida del audio: cada entrada, cada cántico y cada voz rugido de las gradas se escuchará —o estará perfectamente aislado, según la fuente emisora original—.

5. Tamaño de pantalla, esa gran decisión

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Otro clásico: “¿De cuántas pulgadas la compro?”. Pues uno podría prensar que la respuesta rápida es “cuanto más grande, mejor”. Pero con matices. El modelo U7Q parte desde 55'', ideal para salones medios y llega hasta 100''. Si puedes, adelante. ¿Tienes espacio y una buena distancia de visionado? Lo vas a disfrutar entonces. Porque una pantalla grande no es solo espectáculo, sino que permite aprovechar mejor la resolución 4K. Y con Mini LED no hay fugas de luz en los bordes. La uniformidad de los colores y la intensidad del brillo son consistentes en toda la superficie.

Pero, ¿hace falta tanto? Pues depende de la distancia a la que vayas a ver la tele. Como regla general, para una televisión 4K, lo ideal es sentarse a una distancia que sea aproximadamente 1,5 veces la altura del panel. Eso quiere decir que para una de 65'', estarás cómodo a unos 2,5 metros. ¿La recomendación segura? Si puedes lanzarte a una de 75'', no lo dudes. El cambio de experiencia es brutal.

6. Inteligencia Smart que no se queda atrás

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Este es un miedo real, pero un miedo que solo tienen los veteranos. “¿Y si se queda obsoleta la parte inteligente?”. Con los modelos nuevos de Hisense, eso no puede ocurrir. Y no solo por la garantía de 5 años, sino porque incorporan VIDAA U7.6 —VIDAA 8.6 para los modelos E7Q PRO—, con soporte para todas las apps esenciales: Netflix, Disney+, Apple TV, Max, Prime Video, DAZN… El navegador web Odin y la compatibilidad con móviles complementa el resto.

El modelo U7Q Pro, por ejemplo, suma además el soporte para Matter y actualizaciones OTA (over-the-air). Esto significa que puedes integrarla fácilmente con tu ecosistema domótico, tanto si usas Google Home, Alexa o Apple HomeKit. Tu tele seguirá aprendiendo, adaptándose y mejorando. Y si pruebas a instalar otros sistemas como Kodi y Plex, también notarás el cambio de velocidad, porque también cuenta con conexión WiFi ac (2.4G y 5G), además de soporte Bluetooth 5.0. Los modelos 100E7Q PRO, eso sí, implementan WiFi 5.

7. Calidad-precio, donde Hisense gana la partida

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Todo lo anterior suena prémium, y lo es. Pero el precio no se dispara como en otras marcas. El modelo U7Q Pro ronda los 899 euros en su versión de 65 pulgadas. El U8Q se encuentra por debajo de los 1.300 euros. Y el UX, la joya de la corona, está más cerca de los 2.000 euros… pero compitiendo con teles que se disparan hasta los 3.500 euros. En definitiva, más por menos. No es hype, sino matemática pura. Y si tu presupuesto es ajustado, el modelo U7Q (sin “Pro”) sigue ofreciendo Mini LED, 120Hz, buen sonido y todas las apps por unos 649 euros.

Tampoco tendrás que preocuparte por la garantía. Hisense presentó en el pasado CES innovaciones como su 116UX, un televisor RGB MiniLED de 116 pulgadas o el Hisense UX MicroLED, un panel de 163 pulgadas que rivaliza con una pared excepto por el grosor, ya que este apenas llega a los 24 mm. Y con 24,88 millones de núcleos de cristales MicroLED alimentados por un núcleo AI 8K. En materia de innovación, este fabricante va un paso por delante y es compatible con las tecnologías estándar del mercado, Dolby Vision IQ, HDR10+ y HDR.

Si has llegado hasta aquí y has leído las especificaciones, ya sabes lo que ofrece Hisense: tecnología de calidad y precios contenidos. La duda no está en los números, sino en lo que esperas de tu salón y tu espacio disponible. Si quieres buena imagen en series, deportes, pelis o el telediario y, aparte, juegos que por fin aprovechen los protocolos y estándares que han implementado los estudios de desarrollo, Hisense parte con esa misma idea. La marca apostó hace años por democratizar el acceso a la tecnología Mini LED y lo ha hecho con modelos pensados para todos los públicos. Si lo que quieres es acertar, ahora tienes las herramientas.

Imágenes | Hisense

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