Si superas el límite más de 50 km/h, te quedas sin carné: la UE quiere declararle la guerra al exceso de velocidad

  • Una propuesta del Parlamento Europeo pide retirar el carné de conducir a quienes se excedan en 50 km/h

  • La UE quiere que esta retirada se aplique en todos los países miembros

Paul Smith Qmwmzwxb1ki Unsplash
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La Unión Europea se ha propuesto reducir al mínimo los accidentes de tráfico en nuestro continente. Desde 2021, los políticos europeos han puesto en marcha el proyecto Vision Cero, un ambicioso plan con el que se quiere "aproximarse a la cifra de cero muertes y cero lesiones graves en las carreteras de la Unión de aquí a 2050 (...) y reducir el número de muertes y de lesiones graves en un 50 % de aquí a 2030".

Tomando este proyecto como marco, en los últimos tiempos se han ido lanzando diversos globos sonda que han sido poco a poco recogidos por la ciudadanía, algunos de los cuales ya se han aplicado y otros podrían estarlo en un futuro.

Entre las nuevas medidas: la retirada del carné de conducir en toda la Unión Europea por motivos de exceso de velocidad.

La pelea por la velocidad

Lo primero que hay que dejar claro es que la Unión Europea no ha cambiado los límites de velocidad ni ha aprobado la retirada del carné de conducir en todo su territorio a quienes sobrepasen en más de 30 km/h los límites permitidos, como sí se ha dicho en algunos medios con titulares confusos o en redes sociales.

Lo que la Unión Europea tiene entre manos es una propuesta del Parlamento Europeo. Entre las nuevas directivas que se quieren sacar adelante, está la propuesta de que la retirada del carné de conducir se extienda a todos los países de la Unión Europea y que uno de los motivos sea el exceso de velocidad. También se contemplan sanciones por consumo de alcohol.

Esta propuesta, de momento, está siendo debatida (lleva sobre la mesa más de un año) y tiene que pasar por todos los cauces legales y burocráticos que acompañan a toda nueva normativa europea. Por lo tanto, no es algo que podemos esperar a corto plazo pero sí da una idea de la pelea que tienen los políticos europeos con los excesos de velocidad y su intención de homogeneizar lo que sucede en todos los países.

En primer lugar, lo que se pretende es que la retirada del carné de conducir por una infracción grave se extienda no sólo al país donde se ha cometido la infracción y que la retirada de este permiso se extienda a toda la Unión Europea. En estos momentos, en buena parte de los países la retirada del carné de conducir solo aplica en dicho país, por lo que un español que cometa una infracción tan grave como para perder la licencia en el extranjero podrá seguir circulando en España. Y al contrario, por supuesto.

En segundo lugar, el gran cambio que se quiere aplicar en Europa es que el exceso de velocidad en más de 50 km/h sobre la velocidad permitida (o de 30 km/h en el entorno urbano) sea motivo suficiente para retirar el carné de conducir. Es decir, que circular a 170 km/h o a 140 km/h en carreteras limitadas a 120 km/h y 90 km/h te elimine como conductor. En ciudad hablaríamos de circular a 60 u 80 km/h, dependiendo de la calle donde se produjera la sanción.

Todo esto, como decimos, todavía tiene que se debatido y aprobado pero lleva más de un año avanzando en la burocracia europea. La cuestión es que en el continente hace tiempo que se ha declarado la guerra a los excesos de velocidad. Desde 2022 es obligatorio que todos los coches nuevos que se homologan para venderse en Europa lo hagan con el Asistente Inteligente de Velocidad (ISA). A partir de mayo de 2024, todos los coches que se vendan como nuevos en Europa tendrán que contar con este y otros sistemas ADAS de ayuda a la conducción.

Este sistema está pensado para alertar al conductor cada vez que se excede en los límites máximos de velocidad. Se puede desactivar pero cada marca puede decidir cómo son los avisos sonoros que lanza al conductor (más o menos intrusivos) así como dónde "esconde" la desactivación del mismo. Puede que un botón físico deshabilite el sistema o puede esconderlo entre los menús de las pantallas.

Tampoco es nueva esta aproximación a limitar por todos los medios la velocidad en la carretera. Algunos fabricantes, incluso, han tomado parte. Volvo, por ejemplo, limita la velocidad de sus coches a 180 km/h. Y lo mismo hace Renault, alegando ambos fabricantes que lo hacen por motivos de seguridad. A ello hay que sumar que el coche eléctrico está facilitando estas medidas, apareciendo coches que se han limitado a 160 km/h, 150 km/h y hasta 135 km/h para no comerse rápidamente la batería.

Ford, por su parte, propuso que las ciudades se podían "geovallar" utilizando el posicionamiento GPS de los coches. No hay que olvidar que, además, la futura normativa Euro 7 ya plantea la obligación de que los vehículos sean capaz de detectar cuándo se están moviendo por una urbe aunque, en este caso, el objetivo inicial es reducir las emisiones contaminantes circulando con el automóvil en modo eléctrico.

Todo ello choca, además, con las intenciones de algunos gobiernos o partidos políticos europeos de elevar la velocidad máxima de sus países a 150 km/h, alegando que los vehículos actuales son mucho más seguros y que los límites de 120 km/h y 130 km/h (los más usuales en autopistas y autovías) están obsoletos.

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Foto | PAUL SMITH

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