Tras la fiebre del litio, la resaca: su precio se ha desplomado y el primer perjudicado es China

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Tal locura llegó a desatar la fiebre minera del litio en China que en febrero el Gobierno tuvo que enviar a un grupo de funcionarios a Yichum, una zona rica en yacimientos, para que pusiese orden en el sector. Motivos tenía. Animados por la perspectiva de ganar en dos días más de lo que conseguían con un mes de trabajo, los propios lugareños se estaban dedicando a excavar en las montañas en busca de lepidolita. No hace tanto de aquello, pero hoy la situación es bastante distinta. A principios de mes varias compañías mineras de la zona, la "capital del litio" china mantenían en standby su producción. Ya no les salían las cuentas.

La razón: el desplome en el precio del "oro blanco".

¿Qué pasa con los precios? Que se han desinflado. Los datos que acaba de publicar Bloomberg muestran cómo después de un repunte de dos años, que escaló hasta los 597.500 yuanes (86.910 dólares) por tonelada en noviembre, el precio del litio en China se ha contraído. Y de forma contundente. El valor actual rondaría los 187.500 yuanes (27.300 dólares). Las gráficas de Asian Metal muestran con claridad el alza y posterior descenso de la curva del carbonato de litio.

Algunas pinceladas para el cuadro. En marzo, Efe ya se hacía eco del panorama: tras multiplicar su precio durante 2022, el litio había encarrilado una tendencia decreciente en el mercado chino, con una pérdida de cerca del 30% en cuestión de solo tres meses. El 21 de febrero el carbonato de litio estaba ya en 425.000 yuanes (61.128 dólares), lejos del registro récord de noviembre.

Los datos seguían y siguen en cualquier caso superiores a los de 2021, cuando, según Global Times, la tonelada se pagaba ya a menos de 100.000 yuanes (14.392 dólares). La semana pasada Nikkei apuntaba que el precio del carbonato de litio había bajado del umbral psicológico de los 200.000 yuanes.

De la fiebre del litio al parón. La situación en Yichun, la considerada como "capital del litio" china, es muy distinta a la de hace solo unos meses. Si en febrero las autoridades tenían que desplegarse después de que la revista Caijing alertara de que había vecinos desenterrando lepidolita en las montañas atraídos por su valor, a principios de abril la región era noticia por otra razón bien distinta: al menos dos de sus cuatro principales compañías mineras decían suspender la producción. El motivo: la fuerte caída de precios complicaba que pudieran cubrir los costes.

¿Y cuál es el motivo de la caída? Motivo no, motivos, en plural. Uno de los principales tiene que ver con la ralentización del mercado de vehículos eléctricos en China, el mismo que en su día impulsó el "boom" minero: en 2022, año durante el que el precio del "oro blanco" se disparó, la producción de baterías de iones de litio se incrementó un 130%, según los datos oficiales del gigante asiático.

El fin de los subsidios para la compra de Vehículos de Nueva Energía (NEV) en China, un ambicioso programa de ayudas que acaba de finalizar tras 13 años, se dejó sentir de forma notable en la demanda. Los datos del inicio de 2023 hablan por sí solos: las ventas de NEV, que incluyen tanto los eléctricos como los híbridos enchufables, cayeron en enero un 6,3% en comparación con el mismo mes de 2022 y un 50% si se compara con diciembre. Los últimos datos apuntan en cualquier caso a una recuperación en febrero, con un alza en la venta de electrificados.

¿Es esa la única razón? Más allá del efecto del fin de las ayudas, hay analistas que apuntan otros factores que explicarían la caída en el precio del litio, como que las empresas hayan recurrido a sus inventarios para evitar así la escalada de costes o las perspectivas de un mayor incremento de la oferta.  Reuters señala incluso el efecto de los descuentos ofrecidos por CATL a los fabricantes. El pinchazo en el precio del hidróxido de litio se deja sentir también en el mercado de Londres.

"Vemos una gran cantidad de suministro procedente de las minas de litio… Esperamos un crecimiento del suministro de litio del 38% este año. Por eso es probable que 2023 se convierta en un año de superávit para el litio", explicaba a CNBC en marzo Matty Zhao, de Bank of America. Hay quien apunta incluso una razón diferente: una "narrativa falsa" buscada de forma deliberada por China con la vista puesta en los precios ante la perspectiva de una escasez de suministro.

La clave: el futuro. He ahí la gran pregunta: ¿Cuáles son las perspectivas de futuro? ¿Cómo evolucionarán los precios? Huaan Securities Co lo ve con claridad, en un análisis de Bloomberg: "Los inventarios en la cadena de suministro ya están en un nivel bajo y con la recuperación de la demanda en el segundo trimestre los precios del litio podrían dejar de caer y estabilizarse". “Los precios no van a caer por debajo del coste de producción en Jiangxi”, abunda Cameron Perks, de Benchmark. No todos los analistas son sin embargo tan optimistas.

A lo largo de los últimos meses y ante la volatilidad de los precios, la baja oferta y alta demanda grandes fabricantes del sector de la automoción se han lanzado a buscar formas de garantizar su suministro, cerrando acuerdos a largo plazo o incluso lanzándose a invertir de forma directa en explotaciones mineras.

Imagen de portada: Alexander Schimmeck (Unsplash)

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