Las subvenciones al coche eléctrico están muriendo de éxito: cada vez más países las eliminan

Las subvenciones al coche eléctrico están muriendo de éxito: cada vez más países las eliminan
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Los híbridos enchufables y los eléctricos puros dejarán de recibir ayudas. Al menos esta es la intención del Ministro Federal de Economía en Alemania, Robert Habeck, quien así lo ha anunciado a los partidos que conforman la coalición del Gobierno alemán, el SPD, Alianza 90/Los Verdes y el FPD. Este es el plan.

El caso suizo. El mes de enero llegó con una importante novedad para la nueva movilidad europea. Atendiendo a las conclusiones presentadas por un informe encargado por el cantón suizo de Valais, esta región dejó de subvencionar la compra de híbridos enchufables.

Según las conclusiones del informe, el uso de un vehículo híbrido enchufable generaba tanta contaminación como un automóvil diésel pues, en su mayor parte, los kilómetros realizados solían obviar el uso del motor eléctrico. De hecho, en condiciones reales, de todos los coches probados sólo el Mercedes Clase A híbrido enchufable estaba por debajo de los 95 gr/km de CO2, el objetivo de la Unión Europea y muy lejos de los 22 gr/km de CO2 registrados por el ciclo de homologación WLTP.

Ya no es necesario. Esto es lo que ha asegurado Robert Habeck en Alemania. Según el Gobierno de este país, los vehículos híbridos enchufables ya no necesitan de una subvención económica para venderse, por lo que 2022 será el último año en el que estén subvencionados. El 1 de enero de 2023, los compradores dejarán de percibir las ayudas actuales.

A menos. Y los vehículos eléctricos también verán reducida la cuantía de sus ayudas en los próximos años. Se espera que éstos dejen de estar subvencionados en la compra a partir de 2025. Hasta entonces, la ayuda será cada vez menor y esta reducción comenzará el año próximo.

En estos momentos, la compra de un coche eléctrico que valga menos de 40.000 euros en Alemania recibe hasta 9.000 euros de ayuda. 3.000 de ellos se corresponden con un bono de protección al medio ambiente, otros 3.000 euros premian la innovación de los vehículos eléctricos y otros 3.000 euros son aportados por el fabricante. Si el coche supera los 40.000 euros, la ayuda puede elevarse a un máximo de 7.500 euros. El plan es que en 2023 se entregue un máximo de 4.000 euros de ayuda estatal y de 3.000 euros en 2024 y 2025, para desaparecer a partir de entonces.

Los pactos. La decisión ha levantado polémica, pues dejar de subvencionar a los híbridos enchufables y los eléctricos no era algo que estuviera en la hoja de ruta cuando se firmó el acuerdo de coalición. Sí es cierto que se había planteado una reestructuración de las mismas en 2023.

Perseguidos. Pese a todo, los híbridos enchufables ya estaban en el punto de mira. En el acuerdo figuraba que sólo se subvencionaría a los automóviles que pudieran demostrar que protegían con su uso el medio ambiente y la frontera para subvencionar a los híbridos enchufables se elevaría hasta aquellos que tuvieran 80 kilómetros de autonomía eléctrica.

Además, se había planteado que los conductores de estos automóviles estuvieran obligados a demostrar cuántos kilómetros habían circulado en modo exclusivamente eléctrico, pero esta idea, finalmente, se ha desechado por ser excesivamente costosa.

Impacto. La decisión alemana demostrará el impacto que tienen las ayudas públicas en la penetración final del coche eléctrico en el mercado. De momento, no se ha demostrado que los países que más subvencionan su compra vendan más vehículos de este tipo pero sí en aquellos países donde la red de recarga es mayor y más densa.

El nuevo planteamiento alemán también llega en un momento complicado para la expansión de estos vehículos. Con los precios de los materiales disparados, la cadena de suministro de semiconductores rota y la Guerra de Ucrania, los vehículos nuevos siguen elevando su precio y el coste de las baterías está dificultando un abaratamiento a corto plazo.

Ya reciben menos ayudas. Hay que tener en cuenta que Alemania vendió en 2021 un total de 356.425 automóviles eléctricos, según ACEA. En ese mismo periodo, en España se vendieron 23.690 vehículos de este tipo. Y eso que, comparado con su renta media, las ayudas alemanas son mucho más pequeñas, pues comprar el coche más caro al que se pueden acceder con sus ayudas equivale a un 0,59 veces su salario anual. En España, el esfuerzo es de 1,41 veces la renta media, por lo que proporcionalmente las ayudas de hasta 7.500 euros son más necesarias.

Por tanto, habrá que esperar para conocer el impacto real de la eliminación de estas ayudas pero este movimiento puede tener un efecto limitado si los eléctricos bajan de precio en un futuro y la red de carga sigue ampliándose. En Alemania hay un cargador por cada 15,68 km2. En España hay uno por cada 52,65 km2, según datos extraídos de Electromaps.

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