Nokia ha presentado esta mañana sus esperados resultados financieros. Esperados por la necesidad de que Windows Phone remonte la situación de anteriores trimestres, y de paso eche una mano a la complicada economía de la empresa finlandesa.
Antes de entrar en aspectos más económicos, el dato más esperado y llamativo es el que tiene que ver con el número de teléfonos Lumia vendidos : 2.9 millones, una cifra preocupante teniendo en cuenta que en el anterior trimestre se vendieron 4 millones.
Uniendo los resultados conseguidos por la otra plataforma de la casa, Symbian, vemos que se han llegado a los 6.3 millones de Smartphones vendidos, un 63% menos que el año anterior, en el mismo periodo.
Un dato siempre interesante es el del precio medio de venta por Smartphone, que ha caído de 186 a los 160 euros de trimestre a trimestre. Reducir el precio de los Lumia parece que no ha podido reducir el daño de conocer que los teléfonos no pasarían a contar con Windows Phone 8.
En lo que respecta a teléfonos “no inteligentes”, los que la industria considera como feature phones, las ventas crecieron en un 4% con respecto al segundo trimestre, pero de nuevo hay caída (25%) al compararlos con los datos del año pasado. Los teléfonos Asha han vendido 6.5 millones de unidades.
Importante reducción en las pérdidas
El tercer trimestre no ha sido bueno, con unas pérdidas de 576 millones de euros, y unas ventas que ascienden a los 7.239 millones de euros, un 18% inferiores al mismo periodo del año pasado.
Afortunadamente las pérdidas se han reducido significativamente con respecto al trimestre anterior (826 millones de euros), y puede ser considerado como un síntoma de que se va mejorando, van pasando reestructuraciones, de cara a una nueva etapa.
Un dato esperanzador de cara a inversionistas es el que si se descuentan gastos extraordinarios (non-IFRS: despidos, reestructuraciones…), Nokia ha obtenido beneficios de 78 millones.
Entre tanto número preocupante, Elop nos cuenta que está contento por el crecimiento en los negocios relativos a servicios de localización y mapas, con acuerdos importantes como el realizado con Amazon.
Entre los ingresos, de nuevo vuelven a aparecer los 200 millones de euros que llegan desde Microsoft, en concepto de pago por usar y desarrollar la plataforma Windows Phone.
Mal camino en Estados Unidos y China
Nokia considera que la demanda de las operadoras y distribuidores ha sido baja, y reconoce que ellos están demasiado encima de la nueva generación de dispositivos, y esa prioridad ha hecho que pierdan competitividad con el producto actual. Es justo reconocerlo, pero no habla muy bien de su estrategia de cara al consumidor.
Siempre es interesante ver cómo ha ido la cosa en Estados Unidos, donde históricamente Nokia no encuentra la forma de hacer hueco. Pues las ventas han sido muy pobres, unas 300.000 unidades, la mitad que en el periodo anterior.
Una cantidad testimonial comprobando los millones que mueven dispositivos iOS y Android. Para que os hagáis una idea, la operadora Verizon ha vendido unos 6.8 millones de smartphones en Estados Unidos durante el trimestre (unos 600.000 eran iPhone 5).
Las ventas de Nokia sólo se han incrementado entre trimestres en dos mercados, 10% en Europa y 5% en Asia/Pacífico, con un especial problema en lugares donde ha sido fuerte, como Latinoamérica, con una bajada del 9% en ventas, y un 27% en China (donde Symbian ha dejado de ser interesante, dejando camino a Android).
Los resultados se mueven en la línea que los analistas esperaban (incluso mejores), el propio CEO, Stephen Elop, ya comentó a sus inversores que el tercer trimestre continuaría siendo un periodo complicado de transición. Las vidas se van acabando, y la última parece tener nombre: Windows Phone 8 con los nuevos Lumia.
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