Los Chromecast con Google TV cuestan 69,99 euros en España (impuestos incluidos). En Estados Unidos cuestan 49,99 dólares (sin impuestos). Más allá de lo esperado de este dispositivo y de sus prometedoras prestaciones, la pregunta es inevitable: ¿por qué esa diferencia?
Es uno de los eternos debates de la tecnología: ¿cómo establecen los precios los fabricantes cuando ponen a la venta un dispositivo en Estados Unidos y (por ejemplo) en España? El lanzamiento ayer de varios productos de Google es un buen ejemplo de ello. Comprar ese Chromecast con Google TV sale aquí un 50% más caro que en EE.UU., mientras que atención, si quieres un Pixel 5 es mejor que te lo compres aquí: te ahorrarás un 3%.
La impredecible paridad
Eso es al menos lo que se desgrana de una comparativa de precios que hemos querido hacer en Xataka. Muchos fabricantes suelen lanzar productos con precios equivalentes y paridad 1-1 (1 euro = 1 dólar) en sus productos sin tener en cuenta impuestos. La propia Google lo hizo ayer con el Nest Audio, que sale a 99,99 dólares en Estados Unidos (sin impuestos) y a 99,99 euros en España y otros países europeos (impuestos incluidos).
Lo mismo ocurre con el Pixel 4a con 5G, el nuevo modelo que de momento no está a la venta en España pero por ejemplo sí se venderá en Francia: allí cuesta 499 euros, cuando en Estados Unidos cuesta 499 dólares. De nuevo en Europa se tienen en cuenta los impuestos y en Estados Unidos no al publicitar los precios, entre otras cosas porque cada estado de los EE.UU. impone sus propios impuestos y varían entre unos y otros.
En ese país los impuestos estatales que se aplican sobre los productos llegan al 8,25% de California pero pudeden ser hasta nulos, como sucede en estados como Oregon ¡, Montana, Delaware o New Hampshire. Nosotros hemos querido hacer dos pequeñas comparativas:
- Precio de venta "en bruto", sin tener en cuenta los impuestos y comparando directamente dólares con euros. Esta primera comparación no es demasiado relevante desde el punto de vista analítico, pero estamos ya tan acostumbrados en ver precios en EE.UU. sin impuestos y precios en Europa con impuestos que solemos tener esa comparación ya muy "interiorizada" a la hora de saber si al llegar aquí hay o no sobreprecio (y de qué magnitud es).
- Precio de venta "neto": en este caso queríamos comparar precios con impuestos ya incluidos tanto en Europa como en Estados Unidos (con el ejemplo de California y su 8,25%), pero además hemos convertido los euros del precio europeo/español a dólares con la tasa de conversión que daba la propia Google en su buscador en estos momentos (1 euro = 1,16663 dólares).
Al hacerlo hemos podido ver cómo hay un extraño desequilibrio entre lo que cuestan aquí y allí los dispositivos presentados ayer y también otro de sus productos protagonistas recientes, el Pixel 4a. Aquí podéis ver el resultado de esa comparativa gracias a las gráficas realizadas por nuestro compañero Javier Lacort:
El porcentaje de diferencia en el caso del Chromecast con Google TV es ya destacable al comparar "en bruto", pero llama aún más la atención la comparativa incluyendo en dólares y convirtiendo euros del precio en España en dólares.
La experiencia nos dice que siempre es más barato comprar en origen (en este caso, en Estados Unidos), y ciertamente eso ocurre también con estos productos de Google con una curiosa excepción, la del Pixel 5 que cuesta menos en Francia de lo que cuesta en Estados Unidos teniendo en cuenta impuestos.
El problema viene cuando vemos "cuánto más" cuestan esos productos al comprarlo aquí. Un margen del 7,77% en productos como el Pixel 4a con 5G o el Nest Audio parece hasta razonable.
El sobreprecio del 20,12% del Pixel 4a empieza a preocupar, pero la cosa es ya especialmente grave con el sobreprecio del Chromecast con Google TV, que es de nada menos que el 50,89% si tenemos en cuenta los impuestos y la paridad actual entre el euro y el dólar.
Es cierto que a esos precios de venta les afectan otros parámetros como la inversión en marketing o los siempre importantes costes de aduanas, logística y distribución, pero lo que no entendemos es que haya tanta diferencia entre unos productos y otros.
En Xataka nos hemos puesto en contacto con Google para tratar de dar respuesta a esta pregunta y sus responsables no tienen comentarios ni aclaraciones al respecto. Lo que es cierto es que esta pregunta seguirá siendo una constante no solo con productos que se lanzan en Estados Unidos, sino también con productos que se lanzan por ejemplo en China, un fenómeno que también hemos explorado recientemente con casos como el de Xiaomi.
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