La medicina al servicio de la ingeniería: cuando la sierra mecánica se inventó para ayudar en el parto

La medicina al servicio de la ingeniería: cuando la sierra mecánica se inventó para ayudar en el parto
20 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

La sierra mecánica es un invento que aumenta de forma increíble la capacidad y eficiencia de las hojas de sierra. Pero a pocas personas se les ocurriría pensar que esta herramienta se inventó no para cortar madera, sino hueso y cartílago.

Sí, la sierra mecánica, herramienta curiosa y útil donde las haya, protagonista de muchas anécdotas en la cultura popular e historias de miedo, en realidad, apareció como un elemento médico cuyo objetivo no era otro que ayudar a los niños a nacer.

Cuando dos médicos inventaron una sierra mecánica para el parto

Imaginemos el panorama a finales del siglo XVIII. A día de hoy el parto sigue siendo algo muy duro para la mujer, pero, por entonces, no solo era duro, sino muy peligroso. Parir un bebé podía ser fuente de infecciones, desangrado y un sinfín de problemas potencialmente letales para la madre y el niño (hoy también, claro).

Uno de los grandes problemas del parto era, y sigue siendo, cuando el niño viene "del revés"; es decir, con las piernas por delante. Esto provoca que el bebé pueda quedarse encajado en el canal del parto, lo que puede ser letal tanto para él como para la madre. Por entonces, cuando la cesárea no se podía hacer, se realizaba de manera extendida una operación conocida como sinfisiotomía.

cadera
El punto 5, en negro, es la sínfisis púbica, que se divide en dos

La sinfisiotomía consiste en cortar el cartílago de la sínfisis púbica, dividiéndolo en dos. De esta manera se permite que la cadera se abra más, permitiendo ampliar el canal del parto y que el niño salga si se ha quedado atascado. Cortar hueso y cartílago, sin embargo, no es una tarea nada fácil.

Por esta razón, John Aitken decidió mejorar las herramientas de la intervención, para lo que desarrolló un artilugio muy novedoso para la época: una sierra accionada con una manivela. De forma independiente, James Jeffray salió unos años después que Aitken con la misma idea. En cualquier caso, fruto de sus trabajos surgió la primera sierra mecánica de la historia.

La medicina al servicio de la ingeniería

A pocos se les pasará que esta aplicación ha tenido un impacto brutal en otros aspectos más relacionados con la ingeniería tan prácticos como son las aplicaciones mecánicas. Las sierras mecanizadas ya existían antes, pero eran de disco. Esto provocaba diversos problemas. En primer lugar, el hecho de que no podían utilizarse de manera sencilla lejos de una fuente de energía (agua, calor, electricidad). Otro problema era su mala manía de encasquillarse.

Photo 1515433868209 994b50c7e2f1

La invención de la sierra mecánica fue todo un logro: si podía cortar hueso, en cualquie sitio, podría cortar madera u otros materiales de forma fácil. Y, efectivamente, así ha sido. Actualmente las motosierras se han convertido en elementos poco especializados útiles para todo tipo de trabajos. Especialmente en ingeniería donde las modernas sierras motorizadas con dientes especiales y preparados para resisitir el esfuerzo físico tienen un papel importante.

Las mejores sierras se inventaron para cortar hueso

Volviendo al tema médico, por suerte, a día de hoy ya no se aconseja usar de forma común la sinfisiotomía, que ha sido desplazada por la cesárea y otros procedimientos más modernos. Sin embargo, la sierra mecánica fue curiosamente popular durante casi dos siglos. Es más, a día de hoy todavía sigue siendo muy necesaria para algunas intervenciones quirúrgicas.

Gigli Saw

Aún más curioso es que su popularidad fue perdiéndose en aras de la sierra de Gigli, al menos en cuando a las amputaciones se refiere; ya que parece más efectiva y eficiente a la hora de cortar hueso que la sierra mecánica. Y es que, al fin y al cabo, algunos de los mayores desarrollos en herramientas se han dado en el entorno de la medicina, como decíamos.

Y tiene lógica. El cuerpo está diseñado para resistir. Tejidos como el hueso son de una durabilidad apabullante, y hace falta el mayor de los ingenios para poder vencer sus dureza. En el caso de la sierra mecánica, la evolución nos ha llevado de lo más "delicado" (si podemos usar esta palabra) a lo más tosco. Y menos mal, porque a nadie le gustaría ver ahora cómo usan una sierra mecánica durante el parto.

Imágenes | Wikimedia

Comentarios cerrados
Inicio