El mundo de las zapatillas personalizadas atrae a miles de personas. Hay quien se deja cientos de euros en unas Nike Air edición limitada bañadas en oro y quien prefiere otras temáticas de Regreso al futuro, como las que se subastaron hace un par de años por 179.540 euros. Y más si hay algún jugador de baloncesto detrás promocionándolas en redes sociales.
Cuando creíamos que lo habíamos visto todo en zapatillas, llegan las Satan Shoes. ¿Y qué quiere decir eso? Que llevan sangre. Sangre real.
Las zapatillas más satánicas del mercado. Lil Nas X, el artista de Old Town Road, es junto a la empresa de moda y ropa urbana MSCHF el artífice de esta aberración llamada "Satan Shoes", de las cuales solo 666 pares se van a vender al público. Las polémicas zapatillas, aparentemente Nike Air Max 97 modificadas, están decoradas con un colgante de un pentagrama y una referencia a Lucas 10:18, un versículo de la Biblia sobre la caída de Satanás del cielo. Tal es la referencia que se venderán por 1.018 dólares.
¿Qué las hace tan especiales? Han mezclado sangre y tinta en la burbuja de aire de la zapatilla. “Aproximadamente seis de nosotros en el equipo dimos sangre”, explicaba el creador. ¿Y por qué se han vuelto famosas? El rapero Lil Nas X está promocionando con ellas su nuevo videoclip y canción de temática dantesca Montero (Call Me by Your Name).
Nike no quiere saber nada. MSCHF no es digamos una compañía al uso. Esta peculiar tienda de ropa con sede en Brooklyn lleva dando de qué hablar los últimos años y es conocida desde por sus bombas de baño con forma de tostadora hasta los bongs de goma de pollo. Pero lo que les hizo famosos fue la anterior serie de zapatillas que lanzaron al mercado: las "Jesus Shoes", que contenían agua bendita extraída del río Jordán, según los diseñadores.
La noticia provocó indignación en redes y la marca se apresuró a distanciarse de las zapatillas, señalando que son adaptaciones personalizadas de productos existentes. "No tenemos una relación con Little Nas X o MSCHF", decía Nike en un comunicado. "Nike no diseñó ni lanzó ese modelo y no los respaldamos", apuntaron. El asunto ha llegado tan lejos que incluso la marca les ha demandado en los tribunales alegando que esas zapatillas de MSCHF pueden causar confusión y crear una asociación equivocada entre los productos" de ambas compañías. "Las decisiones sobre qué productos contienen el famoso swoosh (el logo de la marca) pertenecen a Nike, no a terceros como MSCHF", señalaba Nike en su demanda.
La polémica. Pero la guerra de opiniones trascendió a las redes, donde diferentes artístas y políticos se posicionaron en diferentes bandos. Respondiendo sarcásticamente al alboroto Lil Nas X publicó un video en YouTube hace unos días llamado "Lil Nas X se disculpa por Satan Shoe", pero lo que parece ser una disculpa se corta de repente en mitad del video para mostrarnos una escena —ligeramente subida de tono— de Satanás en pleno desenfreno sexual.
Entre los que criticaron los zapatos se encontraba la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, quien se indignaba en Twitter afirmando que estaba mal que a los niños se les dijera que las zapatillas eran exclusivas. "¿De qué le servirá a alguien ganar el mundo entero y perder su alma?", publicaba citando a la biblia. Pero es que incluso la Iglesia de Satanás expresó su apoyo, tuiteando: "Atráenos con un par de ellas".
A otros, como el ex jugador de la NBA Nick Young, tampoco les entusiasmó la idea. "Mis hijos nunca volverán a escuchar Old Town Road ...Todavía estoy debatiendo sobre usar @Nike después de esto", tuiteó Young confundido antes de darse cuenta que el modelo no tenía nada que ver con Nike. Trevor Lawrence, uno de los grandes de la NFL, también cargó contra las zapatillas: "La línea tiene que trazarse en alguna parte”.
La fiebre por las zapatillas personalizadas. El apogeo de la cultura urbana ha resignificado el valor de la zapatilla deportiva para siempre. Basta con decir que el modelo Nike Dunk se ha vendido en cientos de ocasiones por 10.000 euros. Este modelo de zapatillas es de 1985, pero una buena campaña de marketing y añadirle viñetas en el lateral de la deportiva causó furor en la comunidad skater. Cada producto contaba una historia diferente, y eso las hace exclusivas, únicas. En Magnet hemos hablado de las Lidl con sus colores corporativos valoradas en 500 euros. O de las Gucci ensuciadas a propósito que llevaron a la confusión a mucha gente por su diseño viejuno. ¿Precio? 768 euros costaba la tontería.
Las Air Jordan 1 que el mismo jugador de baloncesto llevó puestas en algunos partidos fueron subastadas en Sotheby’s por más de medio millón de euros. Eso sí, estaban firmadas por el jugador de los Chicago Bulls. Cuando Kanye West decidió pasar de Nike a Adidas, la marca del swoosh quiso que Drake fuera su nuevo Yeezy. ¿El resultado? Otras escandalosas Nike con plataforma (y vaya plataforma) valoradas en 100.000 euros. Y la gente está dispuesta a comprarlas. Es la fiebre por las zapatillas ultra raras. ¿Quién se acuerda ya de las Reebok Classic en Instagram?