Tener una casa en primera línea de playa es cada vez menos valioso. El culpable: el cambio climático

Casa playa
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Las consecuencias del cambio climático se notan cada vez más en todos los países, con veranos de seis meses, olas de calor duraderas e intensas, incendios forestales, inundaciones y sequías. Episodios naturales que también tienen su efecto en los bienes raíces. De hecho, el clima extremo, como puede impactar negativamente al mercado de la vivienda, disminuyendo el precio de las casas que puedan verse afectadas.

Una tendencia que hará que en los próximos 10 años los propietarios de los países ricos tengan que intentar vender su casa antes de que los compradores se den cuenta del riesgo climático.

El caso de Oregón. En Oregon (Estados Unidos), los propietarios temen que el estado devalúe sus propiedades al hacer comunicados de riesgo de incendio. Cuando el gobierno trató de imponer nuevas restricciones a los propietarios en áreas vulnerables, o incluso tratar de informarles sobre los riesgos que enfrentan, estos se organizaron y protestaron durante meses. Y bueno, sus quejas tenían algo de razón: al publicar el gobierno un mapa sobre el estado de cada vivienda y sus riesgos, las casas de estos vecinos se devaluaron y se hicieron mucho más difíciles de vender.

Y es paradójico. Ya que, al igual que muchos otros esfuerzos de adaptación en todo el mundo al cambio climático, el programa de incendios forestales de Oregón se saldó con el mayor rechazo por parte de las mismas personas a las que estaba tratando de ayudar.

El impacto de las inundaciones en los precios de las propiedades. Un estudio del Intact Center on Climate Adaptation (ICCA) se dispuso a averiguar si las inundaciones a nivel comunitario afectan los inmuebles residenciales canadienses en viviendas unifamiliares, adosadas y en fila. Los resultados mostraron que los eventos climáticos, sobre todo las inundaciones, pueden reducir el precio de una vivienda en un 8,2%. Además, una casa está en el mercado por un 22%  más que una que se vende en una región que no se ha visto afectada por las inundaciones.

Sin embargo, este otro estudio británico tiene cifras algo más desafortunadas. En él se analizó la trayectoria de precios de las propiedades afectadas por las inundaciones en Inglaterra entre 1995 y 2014. Los resultados muestran que tras una inundación, el precio de la propiedad es de media un 24,9 % más bajo que el de una propiedad no inundada.

Más costosas de asegurar. No sólo eso, a medida que el cambio climático amenaza a más países con más desastres naturales, cada vez es más costoso asegurar sus hogares, y será peor, según los expertos. El repunte de las pérdidas por catástrofe climática,  combinado con el aumento de los costes de reconstrucción, la escasez de mano de obra y los "aumentos de la demanda" han provocado primas de seguros para propietarios de viviendas más altas. Ya se está notando: casi el 90% de los propietarios de viviendas vio cómo las primas subían de mayo de 2021 a mayo de 2022, con un coste medio de 134 euros más por año.

El plan de California. Tal y como contamos en este artículo de Magnet, el estado de California ha propuesto una legislación para otorgar préstamos a los condados que les permitan comprar esas viviendas costeras en peligro de inundaciones. Y luego alquilar esas propiedades, ya sea al propietario original o a otra persona, hasta que la vivienda ya no sea segura para vivir, y usar el dinero obtenido de la renta para pagar el préstamo inicial del estado. Algo así como un Airbnb administrado por la ciudad, donde las ganancias se destinan a asegurarse de que nadie se quede pagando la cuenta cuando el Pacífico venga a cobrar.

También ocurre en Europa. Y no se trata sólo de un problema exclusivo de la costa estadounidense. En Europa también lo estamos viviendo. Más de la mitad del territorio de los Países Bajos está situado al nivel del mar o por debajo de este y sus construcciones están igual de amenazadas. Así es como se le ocurrió al gobierno la idea de impulsar las famosas casa-bote (viviendas construidas sobre tanques bajo la superficie), un concepto que ya ha evolucionado hacia comunidades flotantes. España y Portugal son otros países que experimentarán estos cambios de manera radical. Y el mercado de la vivienda ya está atento a lo que va ocurriendo.

Imagen: Unsplash

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