¿Qué porcentaje de la economía se puede teletrabajar? Es una pregunta que ha obtenido respuesta práctica gracias a la crisis del coronavirus. Millones de trabajadores se han encerrado en sus casas durante la pandemia, en el mayor experimento de empleo telemático jamás emprendido por la humanidad. Y aunque sus resultados son aún inciertos, algo sí podemos entrever: trabajar desde casa también es una cuestión de clase.
Cifras. Lo ilustra un informe (PDF) del Banco de España. A través de una encuesta, el estudio estima qué porcentaje de la población trabajó desde casa en 2019, segmentando por factores socioeconómicos. A nivel educativo las diferencias son nítidas: mientras los universitarios representan el 27% de las personas que no teletrabajaron "ningún día", son mayoría (65,6%) entre quienes lo hicieron "más de la mitad de los días".
También se imponen en la categoría "ocasionalmente" (57%). En agregado, el 61% de quienes teletrabajan de un modo u otro en España tiene estudios superiores.
Diferencias. Los resultados son en cierto modo intuitivos. Los españoles con formación educativa "inferior al bachillerato" tienden a acaparar puestos más manuales, más presenciales. Tan sólo representan al 15% de los trabajadores que lo hicieron desde casa "ocasionalmente". El porcentaje es aún más reducido (12%) entre quienes lo hicieron la mitad del año.
El patrón es similar para quienes tienen al menos el bachillerato: 39% entre quienes siempre trabajan fuera; 28% entre quienes lo hacen ocasionalmente en casa; y 21,9% entre quienes lo hacen casi siempre en el hogar. Una categoría dominada por universitarios.
¿Es importante? Por un lado, sí. La estadística revela las enormes barreras y desigualdades que afrontan los estados en su pivot hacia el teletrabajo. Durante los últimos meses se ha escrito mucho sobre el futuro del trabajo post-coronavirus, más descentralizado, más telemático. Es un planteamiento que, en España, obvia a un mayoritario sector de la fuerza laboral cuyo empleo sigue residiendo en la planta, en la obra, en el bar.
Y que ha sufrido más durante el confinamiento, en una crisis, otra más, especialmente dura con los más vulnerables.
Condicionantes. Por otro lado, relativamente. La muestra es muy pequeña. Tan sólo el 8% (en torno a un millón y medio de empleados) de los españoles trabaja desde casa "ocasionalmente" o más de la mitad de las jornadas del año. Es un porcentaje por debajo de la media europea (13,5%) y muy por debajo de los países más punteros en el empleo telemático (Países Bajos, Suecia, Dinamarca), con porcentajes en torno al 30%.
¿Futuro? Las cifras de España son un porcentaje tanto de su estructura económica (más dependiente de sectores como la automoción o el turismo que, digamos, Suecia) como del largo trabajo que tiene por delante para abandonar la oficina. El confinamiento ha ofrecido pistas sobre el futuro que podría esperarnos: según Funcas, un 28% de los españoles ha trabajado en casa durante las últimas semanas por culpa del coronavirus.
Productividad. ¿Llegaremos a ese porcentaje algún día? El informe del Banco de España estima que en torno al 30% de toda la economía podría producirse desde casa (51% para los universitarios; incluso un 16% para los trabajadores con estudios inferiores). El efecto que semejante transición tendría sobre nuestra productividad es incierto. En China, algunas empresas registraron caídas del 60%... Para subir al 90% una semana después de iniciar la cuarentena.
Pero si algo ha revelado el confinamiento es que las barreras al teletrabajo siguen siendo altas. Y que pocos, en un contexto de pisos muy caros y pequeños, tienen las condiciones a día de hoy para hacerlo desde su casa.
Imagen: Microbiz Mag