Suben las temperaturas, se alargan los días, se olfatea el olor a olas marinas desde Valladolid. Eso que asoma en el horizonte es el verano, y tú estás dispuesto a escapar de tu trabajo, de tu ciudad, de tu cárcel costumbrista, como sea. ¿Cómo hacerlo si vivo en Tauste y la playa más cercana me queda a unas tres horas en coche? Muy sencillo: diciendo adiós a tu música favorita y a las listas de éxitos e introduciéndote en el maravilloso, espantoso mundo de la música veraniega, de los bizarros hits estivales, de joyas que, como las que te traemos hoy, sólo te harán pensar "odio el verano" mientras gritas "amo el verano".
Sin miramientos, descendamos a los infiernos (a los altares) de la producción musical y buceemos en las mejores canciones del verano de 2016 (ese que aún no ha llegado, pero dudamos que haya algo que supere esto).
La lista no es un orden jerárquico. No podríamos elegir.
Padre Damián & Toño Casado - Hoy Ya Soy Feliz
¿Por qué iba a estar reñida la producción de la canción del verano con un ferviente catolicismo? ¿Por qué la devoción por Francisco I, Dios y Jesucristo ha de entrar en conflicto con producir un jitazo de Electropop con reminiscencias de los peores/mejores estertores de la ruta del bakalao? A las dos anteriores preguntas tienen respuesta tanto Padre Damián como Toño Casado: si lo hicieron OBK, nosotros también podemos hacerlo con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia. In your face, ateo.
Muros que se rompen con el perdón Viento de paz, lazos de unión Cura tus heridas, siente su amor Luz de Jesús en tu interior Hoy ya soy feliz en su corazón Hoy ya soy feliz, llevaré su amor (Subidón) Dios que se hace niño y sabe abrazar Y bendecir, y perdonar Hijo de María que se hace pan Fuerza nos da para cantar Hoy ya soy feliz en su corazón Hoy ya soy feliz, llevaré su amor (Subidón)
Leticia Sabater - La Salchipapa
Leticia Sabater, reputada compositora autora de canciones tan excelentes como 'Mr. Policeman', decidió reventar las redes sociales hace un par de días publicando su nuevo hit universal, 'La Salchipapa'. Una mezcla explosiva que combina elementos ancestrales de la música veraniega como la apropiación cultural, la exaltación de lo cutre como leit motiv vital y referencias, dejadas caer por ella misma, a otro titán de la canción del verano, Georgie Dann. No quería hacer una canción "high class" y no, no la hizo.
Joan De Son Rapinya - Lo Vamos a Petar
Joan De Son Rapinya es uno de los decenas de miles de youtubers que han aflorado durante los últimos años al calor del éxito del Rubius o de Wismichu. Planteado de forma simple, ninguno de ellos tienen su talento. Rapinya tampoco, pero tiene algo mejor: la canción del verano definitiva, una metanarración a mitad de camino entre lo autoparódico y lo pretencioso que está repleta de arreglos tropicaloides, estribillos machacones ("lo vamos a petar", en esencia, el verano en una frase). Sea lo que sea, lleva casi un millón de visionados.
María del Amor - Muévelo
Estamos bastante convencidos de que, al contrario que Joan De Son Rapinya, María del Amor no tiene ninguna intención de parodiar el cúmulo de clichés presentes en toda producción de electrolatino. Nada de eso, para María del Amor, finalista de Pekín Express junto a su compañera Yareli, cantar había sido un sueño "desde siempre". Ya lo ha cumplido, y, ok, si bien quizá no tiene el acabado profesional de J Balvin o Wisin, ahí está, con arreglos repetitivos dignos de los momentos más bajos de Pont Aeri, invitaciones expresas al baile sexualizado y papis y mamis que le prenden fuegote.
El Guincho - Pizza
Un único argumento: su letra.
Si estás jodido Te salvará una pizza a lo mejor Cortes quemados copan el visor Se juntan en tus manos y muerdes El borde hoy te sabe a nieve Te sabe a sensación perenne Es música y no se detiene Tragando vida como nieve Comparte tu pizza y déjalo estar Oh, luna que me envuelves siempre Con ceros sensaciones siempre Cero de nada siempre ¿Será que no me envuelves nunca? No soy diferente Regálame lo que a otra gente O devuélveme la pizza y déjame en paz Oh, luna que me envuelves siempre Con ceros sensaciones siempre Cero de nada siempre ¿Será que no me envuelves nunca? No soy diferente Regálame lo que a otra gente O devuélveme la pizza y déjame en paz
Rodrigo Cuevas - Verdiciu
Demasiado grande para ser cierto, Rodrigo Cuevas ha reinterpretado el clásico asturiano (en lengua asturiana) 'Soy de Verdiciu' con un profundo poso Electropop y reminiscencias del 'Ritmo de la Noche'. Solo que allí donde había noche ahora hay Verdicio porque esto es Asturias y no hay suficiente sordidez en el mundo que no pueda recoger, transformar, regurgitar y convertir en obra maestra tan magna comunidad autónoma. Algo así como el Japón de la península ibérica.
Dentro jitazo:
Y ante todo: Edu - Chica de la Coru
Pero, ah, Asturias, cómo competir con GALICIA.
Mentíamos cuando decíamos que no podíamos elegir. Sí podemos, y lo hicimos desde el momento en que Edu, sobre la base rítmica de 'I Follow Rivers' de Lykke Li, apareció en nuestras pantallas vestido como un seminarista del Opus Dei. En 'Chica de la Coru', Edu, en la mejor tradición de los bardos modernos, representaba a toda una generación de enamorados desencantados: una media naranja no correspondida que es demasiado guay, demasiado de ciudad como para hacer caso a un poble diablo de pueblo, paleto. Y lo sabemos, y este es su himno.
Centro neurálgico del bizarrismo ibérico, Galicia.
A partir del minuto 2:00 la canción torna en obra maestra cuando Edu, feminista, pide construir un nuevo mundo en torno a una nueva sexualidad, reinventando el género y los roles, redefiniendo nuestras identidades ("la masculinidad y lo femenino son construcciones en obsolescencia"), desajustando nuestro pensamiento binario y acabando con esa "prisión de emociones" que es el sexo. Ta, ta, ta, de qué planeta viniste, barrilete cósmico, genio, ta, ta, ta.