El contexto lo es todo y, en clave geopolítica, si cabe, mucho más. Por eso, lo que a veces se confunde como escenificaciones de cara a la galería de una u otra nación, sobre todo sacando el arsenal militar en cuestión, suele tener más de un significado detrás de toda la parafernalia. Por eso también, que Japón haya sacado a “pasear” por primera vez un buque de guerra en el estrecho de Taiwán, no es, ni mucho menos, una coincidencia.
El “paseo”. Prácticamente todas las grandes cabeceras se han hecho eco de las imágenes, por tanto, el primer objetivo ya está más que conseguido. La noticia: un buque de guerra japonés ha navegado por el estrecho de Taiwán, entre Taiwán y China, por primera vez en la historia.
Se trata del JS Sazanami, un destructor naval que pasó por el estrecho de norte a sur el miércoles, acompañado por barcos de Australia y Nueva Zelanda. El buque se dirigía a participar en ejercicios militares en el Mar de China Meridional, al menos oficialmente. Sin embargo, la primera pista de que hay algo más la da el silencio absoluto de la maniobra por parte de todos los implicados.
China y Taiwán. No es un secreto que la relación que sostienen China y Taiwán siempre ha sido incómoda, tanto, que la tensión entre ellos ha alcanzado en algunos momentos la intensidad necesaria para desencadenar un conflicto a gran escala. De hecho, hace un año contamos que Taiwán tiene incluso un plan para no quedarse aislado en caso de conflicto bélico con China.
Pero la tensión se ha intensificado este año hasta el punto de que el concepto “made in Taiwán” está en peligro de extinción debido a que muchas empresas de electrónica están reubicándose fuera por lo que pueda pasar. Ante esta huida de talento, el gobierno de Taiwán se ha encarado directamente con China.
Y mientras tanto, la polémica ha virado al famoso estrecho hasta una situación ciertamente tensa.
La intrahistoria. De fondo, otra vez, la soberanía de la isla. China considera a Taiwán como una provincia rebelde que en algún momento debe ser reunificada con el territorio chino. Sin embargo, Taiwán se gobierna de manera autónoma desde 1949, tras la Guerra Civil China, con un gobierno democrático independiente.
Esta situación ha generado tensiones, no solo entre China y Taiwán, sino también con otras naciones, particularmente con Estados Unidos, que mantiene una política ambigua al respecto: reconoce oficialmente a China bajo la política de “una sola China”, pero también apoya a Taiwán mediante acuerdos de defensa y suministro de armas.
El estrecho. Así llegamos al enclave de la discordia. El estrecho de Taiwán, que separa la isla del continente, es además un punto estratégico clave para el comercio mundial, y su control es fundamental para la seguridad en la región del Indo-Pacífico. ¿Qué ocurre? Que China realiza ejercicios militares en el estrecho, lo que incrementa las tensiones con otras naciones, especialmente, otra vez, con Estados Unidos y sus aliados en Asia, como Japón y Australia, que ven la expansión militar china como una amenaza para la estabilidad regional.
Dichas tensiones han aumentado en los últimos años, ya que China ha intensificado su presencia militar, mientras que otras naciones han mostrado su apoyo a Taiwán como parte de un esfuerzo para mantener la seguridad y libertad de navegación en esta región clave.
Y Japón saca su arsenal. Así se entiende mejor el hecho de que Japón haya sacado a navegar su buque de guerra hace unas horas. Ni Japón, ni Taiwán ni China han comentado oficialmente sobre el paso. El periódico estatal chino Global Times, citando a una fuente anónima, dijo que el ejército chino "realizó un seguimiento y monitoreo durante todo el recorrido [de los buques] y tenía la situación bajo control".
Además, el movimiento se produce cuando Estados Unidos y sus aliados han aumentado las patrullas para afirmar su libertad de navegación en el estrecho, de 180 kilómetros de longitud. A este respecto, tanto Estados Unidos como Taiwán reiteran que se trata de una ruta comercial y de transporte clave por la que pasa aproximadamente la mitad de la flota mundial de contenedores, que forma parte de aguas internacionales y está abierta a todos los buques de guerra.
China contra todos. Por supuesto, China, que reclama la soberanía y jurisdicción sobre el estrecho, tiene otra retórica sobre el asunto. Durante décadas, la flota estadounidense del Pacífico fue la única armada extranjera que transitaba regularmente por el estrecho, pero en los últimos tiempos se han unido Canadá, Australia, Gran Bretaña y Francia. Es más, hace dos semanas, Alemania hizo pasar dos buques de guerra por el estrecho por primera vez en décadas.
Entonces China acusó a Alemania de aumentar los riesgos de seguridad al navegar por el estrecho el 13 de septiembre, pero Berlín dijo que actuó de acuerdo con los estándares internacionales. Otra vez, las curiosidades en estos casos no se suelen dar, y era la primera vez en 22 años que un buque de guerra alemán atravesaba el estrecho.
Escenificaciones. Lo decíamos al inicio, casi siempre que vemos a una nación sacar sus mejores galas, hay doble lectura. En el caso que nos ocupa, estos tránsitos parecen tener un claro componente político, posiblemente diseñado para mostrar a China que Estados Unidos y sus aliados no aceptan las reivindicaciones de Pekín.
Para Japón, además, también es otro paso que se antoja clave. Su modus operandi hasta ahora era unidireccional, casi siempre alejado de cualquier desafío político que lo enfrente directamente a China. De hecho, aunque no hay versión oficial japonesa sobre la operación naval, el secretario jefe del gabinete de Japón dio alguna pista cuando dijo que el país sentía una fuerte sensación de crisis después de las reiteradas violaciones del espacio aéreo por parte del ejército chino, que según él habían ocurrido una tras otra en un corto período de tiempo.
Imagen | U.S. Pacific Fleet
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