Fue hace exactamente una semana cuando contamos la triste historia de un crucero de lujo que pretendía dar la vuelta al mundo en 1.301 días y 147 países. Con camarotes que rozaban el millón de dólares, el placer y el disfrute parecían asegurados, pero casi cuatro meses después, un centenar de “afortunados” viajeros siguen atrapados en el puerto de Belfast. Ahora, la compañía acaba de enviar una actualización a sus clientes, y suponemos que no están muy contentos.
Contexto. Antes de ofrecer la terrible noticia con la que se han levantado los pasajeros del Odyssey de Villa Residences, un pequeño resumen de la historia. La idea original era un viaje de 3 años y medio alrededor del mundo en una embarcación que ofrecía la venta de camarotes de hasta los 899.000 dólares. De esta forma, el cliente no solo compraba un viaje con final, sino que al terminar la ruta podría seguir viviendo en el crucero durante los 15 años de vida útil previstos del barco.
Claro, para que esto se diera, debía zarpar en algún momento. El crucero llegó a Queen's Island en la capital de Irlanda del Norte para ser equipado antes de su salida programada el 30 de mayo rumbo a la primera etapa de tres años. Sin embargo, todavía no ha partido debido a problemas con sus timones y caja de cambios. Esto quiere decir que los aproximadamente 200 pasajeros del crucero alrededor del mundo se han quedado varados en Belfast casi cuatro meses.
Gastos pagados. La primera decisión que tomó la compañía es tratar de hacerles la estancia en el inhóspito puerto lo más agradable posible. Curiosamente, se les permite permanecer en el barco durante el día, pero tienen que desembarcar todas las noches por motivos de seguridad en las tareas de reparación, momento en que son trasladados a hoteles en Belfast u otras ciudades con todos los gatos pagados a cargo de Villa Residences.
En estos casi cuatro meses, además de frecuentar la ciudad, muchos han aprovechado el tiempo libre para hacer excursiones, visitar destinos cercanos y no tanto. Algunos han viajado a lugares tan dispares como Groenlandia o las Islas Canarias, viajes organizados por la propia compañía de cruceros (que pagaba todo). El surrealismo de la situación es tal, que hace una semana contamos que uno de los pasajeros ha encontrado tiempo para regresar a su casa en Australia (dos veces) durante la espera. Sin embargo, el “todo incluido” parece que ha llegado a su fin.
Malas noticias. Mikael Petterson, fundador y director ejecutivo de Villa Vie, explicó hace varias semanas que a principios de septiembre su "mejor suposición" para que el Odyssey zarpara era 9 o 10 de septiembre, y señaló entonces que todavía era un "objetivo en movimiento si es cualquiera de esos días". Esa fecha pasó esta semana junto con una notificación de la compañía.
En el memorando, Villa Vie ha explicado que hay más retrasos y, muy importante, ha pedido amablemente a sus "residentes" que paguen su propio alojamiento a partir de ahora durante los próximos días hasta que el condominio flotante reciba la certificación completa. Al parecer, el barco completó recientemente sus muy esperadas pruebas en el mar, una "prueba de conducción" fundamental para los cruceros, aunque todavía están esperando su certificado de seguridad para buques de pasajeros, el cual es necesario para zarpar.
Una factura kilométrica. Desde el retraso inicial, Petterson ha comunicado que el Villa Vie había pagado casi 2 millones de dólares por los hoteles y extras de sus clientes varados en Belfast. "No diría que es abrumador, pero sí agrava el estrés de no haber zarpado todavía y de no obtener ingresos".
¿Y cuándo zarpará? Es la gran pregunta, la misma que se hacen centenares de pasajeros que se las prometían muy felices en mayo para iniciar unas vacaciones que, en el mejor de los casos, podría llevarles a estar 15 años viviendo en el crucero. Esperemos que no ocurra como en el anterior trabajo como director ejecutivo de Petterson. Fue en Life at Sea, también una línea de cruceros… que acabó cancelando sus planes para una vuelta al mundo similar.
Imagen | Villa Vie
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