El Doñana está en peligro. Se muere de sed. El Parque que un día fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que es Reserva de la Biosfera y considerado un humedal de importancia internacional por el Convenio Ramsar, se enfrenta a una gran amenaza: una sequía imparable. A la falta de precipitaciones en la zona se le suma además una sobreexplotación del acuífero y cientos de pozos ilegales en el limbo.
Hay que recordar que el Parque Nacional de Doñana da vida a diferentes ecosistemas acuáticos y terrestres que albergan una biodiversidad enorme. Son más de 50.000 hectáreas (entre las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla) que sirven de espacio para especies como el lince ibérico o el águila imperial, ambas en peligro de extinción, y para miles de especies de aves africanas y europeas gracias a su posición geográfica.
Sin embargo, en los últimos años se ha visto envuelto en problemas. Y ha sido el agua, la misma que sirve para dar vida a estos animales y a las plantas, la que ha originado una disputa eterna entre los agricultores de la zona. Desafortunadamente, este año, la amenaza de la sequía se ha agravado por un nivel muy bajo de precipitaciones, llegando a reducir su capacidad por debajo del 30%. Una tragedia medioambiental.
La prueba la encontramos hoy en la "imagen del día" de Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, en la que se comparan dos fotografías satelitales de la cuenca del Guadalquivir de abril de 2022 y de abril 2023. En ella se muestra claramente cómo la sequía y las malas políticas están haciendo mella en la zona de Doñana y la metamorfosis que ha experimentado en solo 12 meses. Deja sin aliento.
Imagen proporcionada por Copernicus.
Tal y como explica el Observatorio, que está monitorizando la sequía en toda Europa y proporcionando información de alerta a los diferentes países: "Los embalses de la cuenca se encuentran actualmente a una baja capacidad del 25,5%, que es un 36,5% inferior a la media de los últimos 25 años. Esto ha sido el resultado de años consecutivos de altas temperaturas y escasas precipitaciones, que están teniendo un impacto significativo en la industria agrícola y en la biodiversidad de la zona".
Como se muestra en ambas imágenes del Copernicus Sentinel-2, la agricultura en el área ha sufrido daños significativos y sorprende la ausencia de vegetación en la imagen de 2023. También se aprecia como el impacto de la sequía también se ha extendido al Parque Nacional de Doñana donde los cuerpos de agua que existían antes ahora parecen secos.
Una proposición de ley polémica
Durante los últimos años, se ha desarrollado una agricultura intensiva alrededor del Doñana. La profileferación de pozos ilegales absorben las últimas gotas de un paraíso ambiental al que las autoridades han dado la espalda en muchos sentidos. Algunos de estos pozos no se declaran y a menudo se pinchan los acuíferos camuflándose dentro de invernaderos.
Y es que el problema de la falta de agua en la zona no es algo de este año. Pero ha sido el 2023 el que nos ha devuelto al drama del sur de España: por un lado, por la sequía que está azotando a la península, y por otro lado, por una polémica proposición de ley que podría legitimar el uso indebido de agua en cultivos de regadío, principalmente de fresas y frutos rojos.
El Gobierno andaluz del PP, con el apoyo de Vox, quiere legalizar los regadíos en el Parque Nacional y seguir con la política agraria persistente en la zona: "agua para todos". Sin embargo, tanto las organizaciones ecologistas como la Unión Europea consideran que esta situación es insostenible. De hecho, según datos de WWF, la ley supondría la incorporación de casi 2.000 hectáreas de cultivos de regadío abastecidos con agua obtenida de forma ilegal.
No sólo eso, el Ministerio de Transición Ecológica, ha recibido también la desaprobación por parte de la Comisión Europea, quien avisa de que sancionará a España si sigue adelante con la propuesta. Todo esto después de que el Tribunal de Justicia Europeo ya emitiera una resolución en la que condenaba la alteración de los hábitats protegidos provocada por las extracciones de agua subterránea.
Imágenes: Copernicus | CSIC
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