Lo que se vive en España es un infierno. Aquel que se disponga a salir a la calle estos días podría ser considerado un héroe. No hay botella de agua que alivie a uno de este calor abrasador. Temperaturas de hasta 44 grados se han registrado en algunos puntos de España y las autoridades ya han elevado la alerta naranja (riesgo importante) en 32 provincias de las comunidades de Aragón, las dos Castillas, Cataluña, Madrid, Navarra, País Vasco, La Rioja y Comunidad Valenciana.
Esta situación extrema está intensificando el riesgo por incendios en varias comunidades. Y ni la sequía ni las altas temperaturas ayudan.
Un horno en España. La ola de calor alcanza su punto más alto con temperaturas de 44° en Andalucía y Extremadura. Ayer Badajoz registró 43º, mientras que Ávila o Jaén alcanzaron los 42º. También se vieron los 40º en Lleida, Granada, Sevilla, Córdoba, Ciudad Real, Huesca, Teruel, Zaragoza, Salamanca, Valladolid, Zamora, Madrid, Navarra y La Rioja.
Sanidad sitúa en su mapa de avisos, donde se determina el riesgo para la salud de estas temperaturas en las diferentes poblaciones, hasta 22 provincias con alerta roja. Aunque no se superará la ola de calor más duradera (la de 2015), "esta es más agresiva", según comentan algunos expertos en este artículo de EL PAÍS. Eso sí, de momento, según el meteorólogo de TVE Andrés Gómez, se han batido ya 16 récords.
Riesgo de incendios. Es lo que advierten las instituciones desde que se han intensificado las temperaturas y debido a la sequía. Por eso, piden extremar las precauciones en actividades agrícolas o próximas a zonas delicadas. Sólo en la última semana, se han calcinado en toda Extremadura más de 165 hectáreas. Y en las últimas horas, tres grandes incendios afectan a diferentes puntos de la península como Sevilla, La Rioja o Cáceres.
Infierno en Las Hurdes. La peor parte se la ha llevado Extremadura, donde más seis núcleos de población extremeños han tenido que ser evacuados. El incendio iniciado ayer en el municipio de Ladrillar, en la comarca de Las Hurdes, ha afectado ya a unas 2.500 hectáreas en Cáceres y otras 1.000 en Salamanca. Hasta 300 bomberos y 17 medios aéreos tuvieron que desplazarse a la zona del desastre.
22:09 🎥#IFLadrillar #Cáceres
— ATBRIF (@AT_Brif) July 12, 2022
Los compañeros de @BRIF_PINO realizan en estos momentos un contrafuego apoyados en pista forestal conjuntamente a medios de @PLANINFOEX de @Junta_Agricultu
Mucho ánimo compañeros pic.twitter.com/23cFcP9oRR
Alrededor de España. La tendencia afecta a todo el país. En el caso de Madrid, el fuego ha arrasado hasta el momento unas 72 hectáreas de pinar y ha obligado al desalojo de la urbanización Reajo del Roble y parte de la de Serranía de la Paloma. En La Rioja se declaraba otro incendio que se ha expandido por las faldas del monte Yerga y que ha hecho que se active el nivel 2 de alerta. Hasta 100 hectáreas quemadas.
En Sevilla se declaraba también un fuego en El Ronquillo que obligaba a la Junta de Andalucía a activar el Nivel 1 del Plan de Emergencias por Incendios Forestales. Las llamas avanzaban a toda velocidad y 50 vecinos eran evacuados por prevención.
Casi toda Andalucía está en riesgo. La mayor parte de la comunidad podría calcinarse debido a las temperaturas de más de 40 grados que se registran. El motivo no es otro que (además del calor), el viento y la bajísima humedad de la bolsa de aire caliente que está convirtiendo a la región en un horno, literalmente. Solo ayer había tres fuegos activos: en Huércal-Overa (Almería), Ardales (Málaga) y Aroche (Huelva).
Según se comenta en este artículo de ABC, la masa de aire está secando la vegetación y la convierte en el combustible perfecto. Y si a eso le añadimos el viento, las consecuencias pueden ser devastadoras.
Más fuegos en lo que llevamos de año. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, se han contabilizado 601 más fuegos que el año pasado. Aunque en una visión más general, el número es más bajo que la media del decenio, que es de 4.253. Eso sí, de momento se han quemado un total de 16.493,88 hectáreas de superficie en el conjunto de España, lo que representa un 32,22% menos que en el mismo periodo del año pasado y un 34,66% menos que la media de los últimos 10 años.
Imagen: Naturaleza Castilla y León.