El pasado tiene muchísimo futuro y la comunidad de arqueólogos tiene mucho que celebrar. 2024 está siendo un año especialmente prolífico, no sólo a la hora de encontrar pequeños vestigios del pasado, sino grandes estructuras en casi cualquier lugar del mundo. México es un ejemplo recurrente y, gracias a la tecnología, hemos podido dar con pirámides ocultas y estamos buscando más, pero algo que saltó a la actualidad el año pasado fue la misteriosa pirámide de Gunung Padang.
Los autores del estudio la catalogaron como la pirámide más antigua del mundo en un documento que fue polémico desde el principio. Tanto que hay arqueólogos que han catalogado estos descubrimientos como un ejercicio de pseudoarqueología.
Gunung Padang. Hasta la publicación de este estudio, la Pirámide Escalonada de Zoser se consideraba la más antigua. Fue levantada por los egipcios hace 4.700 años y, como decimos, ha sido la primera pirámide del mundo y la gran estructura de piedra más antigua durante varios milenios. En 1890, sin embargo, un historiador neerlandés llegó a la cima de la montaña Goenoeng Padang en Indonesia, describiendo un paisaje de cuatro terrazas conectadas por escalones de piedra y pavimento de piedra plana con decoración de columnas.
Creyó que era un complejo funerario y algo similar ocurrió cuando otro arqueólogo neerlandés visitó la zona en 1914. Sin embargo, la pirámide quedó en el olvido durante décadas, hasta que los agricultores locales redescubrieron el sitio y, de inmediato, atrajo la atención del Instituto de Arqueología de Baung y otra serie de departamentos del gobierno local. Realizaron algunos trabajos de restauración y, en 1998, el Ministerio de Educación y Cultura de Indonesia lo declaró como sitio patrimonial de interés local.
El artículo de la polémica. Se realizaron algunas criticadas labores de excavación en 2014 debido a prácticas incorrectas y a una financiación insuficiente, pero los investigadores afirmaban que habían encontrado rastros de una civilización misteriosa que dataría del 5.200 a.C.
En el estudio publicado en Archaeological Prospection, los investigadores liderados por el geólogo indonesio Danny Hilman Natawidjaja afirmaron que habían comprobado "con claridad" que Gunung Padang no es una colina natural, sino una construcción piramidal. Parece que los primeros trabajos se centraron en tallar la lava del volcán sobre el que se sitúa y, miles de años después en una segunda fase de construcción, se añadió una capa de ladrillo y columnas de roca.
25.000 años. Lo que declaró el equipo de Natawidjaja es que la construcción fue por fases en un trabajo colaborativo que duró varios cientos de años, con una tercera fase en la que la civilización cubrió con tierra el trabajo anterior, sumando tierra y creando las terrazas de piedra y otros elementos que habría sido lo que encontraron los exploradores neerlandeses.
En el estudio hay un baile de fechas importantes, pero usando técnicas de datación por radiocarbono las primeras fases de la construcci´on se remontan miles de años a la invención de la agricultura, algo que es bastante curioso y hay que remarcar que no hay ninguna estructura humana con esa edad (ni remotamente cercana a la misma) que se mantenga en pie.
Arqueólogos en contra. Precisamente, la datación por radiocarbono fue lo que hizo saltar las alarmas en parte de la comunidad arqueológica. El motivo es que la metodología del análisis no fue todo lo científica que debería ser porque, simplemente, hicieron la prueba del carbono al material geológico y dispusieron que la pirámide tenía 20.000 o 25.000 años.
En un artículo publicado por The Guardian, el arqueólogo Flint Dibble bromeo con esto: "si fueras al Palacio de Westmisnster y dejaras caer un núcleo a siete metros de profundidad y sacaras una muestra de suelo que data de 40.000 años, ¿significa que el palacio fue construido hace 40.000 años por antiguos humanos? No, significa que hay carbono ahí abajo que tiene 40.000 años".
Teorías conspirativas. La edad del suelo no es una prueba de la existencia de una pirámide, pero no fue lo único que llamó la atención de los críticos. En los artículos científicos, hay una parte en la que se declara si hay un conflicto de intereses a la hora de realizar el trabajo y, además, un apartado de agradecimientos. En él, solemos ver multitud de alabanzas a organismos o particulares que han permitido realizar la investigación, pero en el caso de este estudio se puede leer un agradecimiento a Graham Hancock.
Es un problema, ya que Hancock es conocido por sus libros que abrazan las teorías de la conspiración y, además, tiene una serie en Netflix en las que impulsa hipótesis sobre civilizaciones antiquísimas y superavanzadas que, de pronto, dejaron de existir. El problema es que Gunung Padang protagonizó el primer capítulo de la serie ‘Los Apocalipsis del Pasado’, que puedes ver en Netflix, arrojando unas conclusiones idénticas a las que el equipo de Natawidjaja dio luz en su publicación. Para más inri, la serie salió un año antes que el artículo.
Más críticas. Pero bueno, al final, la participación de Hancock es lo de menos y la datación por radiocarbono es lo que más ha hecho arquear la ceja a la comunidad científica. En un extenso artículo, el arqueólogo Víctor Pérez García, describió el estudio de Natawidjaja como pseudoarqueología y sensacionalista. Similar a la opinión de otro arqueólogo anónimo (debido a los intereses políticos en que Indonesia tenga la pirámide más antigua del mundo):
"En arqueología, normalmente encontramos primero una cultura y, después, cuando averiguamos la edad del descubrimiento, buscamos referencias históricas de cualquier civilización que haya existido en la época. Sólo entonces podemos explicar el descubrimiento en un contexto histórico. En este caso, encontraron algo, lo dataron con carbono y luego crearon una civilización para explicar su hallazgo".
Marcha atrás. En el estudio original, los investigadores afirmaban que tenían que seguir estudiando el lugar, pero el arqueólogo Bill Farley opinó no sólo que el trabajo no merecía estar publicado, sino que no le impresionaría si, dentro de poco, todo el equipo se retractara de sus afirmaciones. Farley apuntó que las conclusiones eran "realmente débiles y creo que es muy razonable que este estudio esté siendo investigado".
Y así fue. El pasado mes de marzo, los editores jefe de la publicación Wiley Online Library en la que está publicado el artículo decidieron, tras las inquietudes planteadas por otros arqueólogos, expertos en geofísica y datación por carbono, que las conclusiones extraídas inicialmente eran erróneas. De hecho, afirman que "el artículo contiene un error importante no identificado durante la revisión por pares". Se refieren a lo que comentábamos de la datación por carbono.
Evidentemente, Natawidjaja respondió en su nombre y en el de los autores, afirmando que todos están en desacuerdo con la decisión de los jefes de la revista al retractar el artículo. Lo que parece es que, atendiendo a las críticas, la Pirámide Escalonada de Zoser puede estar tranquila porque, al menos de momento, no ha perdido galardón.
Imagen | RaiyaniM
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