Cuando la consola Xbox Scopio llegue al mercado será la primera que ofrezca tecnología Freesync 2. Hasta ahora esta funcionalidad de AMD se aprovechaba en el mercado del PC. A partir de Project Scopio también quien conecte la futura consola a un televisor y monitor compatible podrá quedar a salvo de cuadros interrumpidos pero también acogerá un HDR sin imput lag problemático para el jugador.
Qué son FreeSync y G-Sync (y en qué se diferencian)
Cuando hablamos de las tecnologías Freesync (AMD) o G-Sync (Nvidia), en el fondo nos estamos refiriendo a lo mismo. Son avances que permiten un juego más fluido reduciendo el lag, y lo más importante, evitando el llamado screen tearing o fragmentación de la imagen provocado por la desincronización entre la tasa de refresco fija del monitor y la salida que ofrece la GPU.
Las tecnologías de AMD y Nvidia se encargan de ajustar dinámicamente la tasa de refresco de la pantalla (solo modelos compatibles) a la que ofrece en todo momento la GPU, que como sabemos no renderizan a una velocidad constante. Hasta la llegada de estas tecnologías, lo más usado en el mundo del juego era el V-Sync, que penalizaba el juego con lag y eso hoy en día, con los esports, es inadmisible.
¿Y cuál es la diferencia entre las dos tecnologías? Básicamente la manera de implementarla. Mientras Nvidia lo hace por medio de un chip (sistema propietario) que queda integrado en el monitor, AMD ofrece una alternativa abierta basada totalmente en software y recurriendo al estándar Adaptative Sync que forma parte de la especificación DisplayPort. Desde 2016 AMD también ofrece Freesync sobre HDMI.
Lo que necesitas para tener Freesync o G-Sync
El aprovechamiento de las tecnologías Freesync y G-Sync es un juego de dos lados donde necesitamos tanto un monitor compatible (en el caso de G-Sync, al ser propietaria la tecnología y requerir hardware, suelen ser soluciones más caras) y también una tarjeta gráfica compatible.
En la actualidad la mayoría de GPUs tanto de Nvidia como las Radeon de AMD ofrecen soporte nativo para sus soluciones de tasa de refresco variable.
Freesync 2 en la Xbox Scorpio
El pasado mes de enero AMD presentó la segunda generación de Freesync. Se adaptaba a los nuevos tiempos del juego, donde hay que reaccionar ante tecnologías como el HDR o el 4K. Freesync 2 se centra precisamente en esos dos apartados y por eso es importante en la futura Xbox Scopio. Y también en Windows 10.
Freesync 2, sin olvidar su faceta principal de ajustar dinámicamente la tasa de refresco entre monitor y GPUs, ofrece incorporar avances en la calidad de imagen partiendo de la promesa de una mejora del doble en el volumen de color sRGB y soporte HDR sin que el temido imput lag haga acto de presencia.
A nivel de hardware, las tarjetas AMD que actualmente sean compatibles con Freesync solo requerirán una actualización de drivers. Más exigente será AMD con los monitores: los que quieran tener la certificación serán exigidos con el LFC (compensación de velocidad de cuadros baja)
Inicialmente Freesync 2 se centra en Windows 10, pero Xbox Scorpio (con hardware AMD) también se unirá a la fiesta. Otros protagonistas necesarios serán los desarrolladores de juegos, así que en cierta manera AMD queda en manos de ellos para que, como pasó con Freesync, su tecnología abierta sea un éxito.
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