Hemos llenado el espacio de basura. La ESA tiene una idea para resolverlo: convertir los satélites en veleros

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La basura espacial lleva tiempo amenazando a los cientos de satélites operativos en distintas órbitas terrestres, así como para los vehículos que enviamos a los albores del espacio. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en marcha su iniciativa Zero Debris para limitar su impacto. Ahora acaba de probar con éxito una de sus armas contra la basura: una vela.

Una vela en órbita. La vela pasaría a desplegarse cuando el satélite dejara de funcionar, por avería o al llegar al fin de su vida útil. La vela aumentaría la fricción entre el satélite y las partículas atmosféricas que se encuentran en los confines de nuestro planeta. Esto haría que el satélite fuera decelerando a mayor ritmo, perdiendo progresivamente altura.

Este proceso de frenado por fricción se da también en satélites activos y otros objetos desde el Hubble hasta la Estación Espacial Internacional, que de cuando en cuando requieren maniobras para reajustar sus órbitas.

La vela acelera esta pérdida de altura, forzando una reentrada en la atmósfera. Esto implica que, al perder altura el satélite acaba adentrándose en las capas más internas de la atmósfera, donde la fricción acaba destruyéndolo. El sistema creado para esto ha recibido el nombre de Drag Augmentation Deorbiting System (ADEO).

De la órbita a la destrucción. La vela pasaría a desplegarse cuando el satélite dejara de funcionar, por avería o al llegar al fin de su vida útil. La vela aumentaría la fricción entre el satélite y las partículas atmosféricas que se encuentran en los confines de nuestro planeta. Esto haría que el satélite fuera decelerando a mayor ritmo, perdiendo progresivamente altura.

Este proceso de frenado por fricción se da también en satélites activos y otros objetos desde el Hubble hasta la Estación Espacial Internacional, que de cuando en cuando requieren maniobras para reajustar sus órbitas.

La vela acelera esta pérdida de altura, forzando una reentrada en la atmósfera. Esto implica que, al perder altura el satélite acaba adentrándose en las capas más internas de la atmósfera, donde la fricción acaba destruyéndolo.

Primera prueba. El primer ensayo del mecanismo bautizado como Show Me Your Wings (Enséñame tus alas) ha sido un éxito según ha anunciado recientemente la ESA. El dispositivo viajó a bordo del portasatélites ION, un dispositivo para poner pequeños cubesatsen sus respectivas órbitas.

El dispositivo empleado es uno de los diseños más pequeños ideados para este tipo de sistemas, creado para poder frenar satélites de menos de 100 kg de masa. Sin embargo, según explica la ESA, la idea podría escalarse para deorbitar satélites mayores, haciendo uso de velas de hasta 100 metros cuadrados.

Vela Satelites Esa Foto Fotografía de parte de la vela ya desplegada tomada por la cámara de abordo del portasatélites ION. Fuente: ESA.

Zero Debris. La iniciativa de la ESA para acabar con la basura espacial se ha bautizado como Zero Debris, que podría traducirse como “escombros cero” o “basura cero”. El principal objetivo con el que se propuso esta iniciativa el año pasado es el de retirar, para 2030, todos los satélites europeos en “órbitas valiosas” inmediatamente después del fin de sus operaciones. El nuevo ingenio podría ayudar a cumplir con este objetivo de una manera eficiente.

Velas espaciales. ADEO fue lanzada ya en 2021 con el objetivo de frenar satélites, pero la mayoría de los diseños de velas espaciales se enfocan en lo contrario: empujar vehículos. Existen numerosas iniciativas para implementar este tipo de propulsión pero por ahora sólo contamos con un reciente fracaso, el de NEA Scout.

NEA Scout era una de las misiones que partieron a bordo del cohete SLS que ponía en marcha la misión Artemis. Los 10 cubesats que el cohete portaba consigo tuvieron suertes desiguales y por lo que sabemos hasta ahora NEA Scout (una misión que pretendía alcanzar, gracias a una vela solar, un asteroide cercano a la Tierra) fue una de las que sufrió peor suerte. O eso se cree, los responsables perdieron el contacto con el artilugio.

A pesar de ello los investigadores siguen trabajando para que futuras naves espaciales puedan contar con este tipo de sistemas de propulsión en el futuro. Sistemas que podrían llevarnos no solo a planetas y asteroides de nuestro entorno sino también al espacio interplanetario.

Imágenes | ESA

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