Dentro del sector de los interfaces cerebro-ordenador, o BCI (Brain-computer interface) la atención suele recaer (casi) siempre sobre Neuralink, la empresa creada por Elon Musk (a quien seguramente le deba este nivel de atención). Sin embargo la empresa del magnate sudafricano no es la única competidora del sector. Ni la que más ha avanzado.
Encontrar al alumno aventajado de este sector es una tarea difícil, entre otros motivos porque los proyectos en los que cada empresa se centra pueden variar dentro del denominador común de los BCI. Aún así, podemos encontrar algunas empresas que comienzan a despuntar y atraer la atención de la industria.
Un ejemplo de ello es Synchron.
Esta empresa con sede en Estados Unidos y Australia anunció su primer implante cerebral a un paciente en Estados Unidos a mediados de 2022. Desde entonces alrededor de una decena de participantes han recibido los implantes diseñados por esta empresa.
El factor que ha dado cierta ventaja a Synchron a la hora de iniciar sus ensayos clínicos es el haber aprovechado tecnologías preexistentes para realizar sus implantes cerebrales. Unos implantes que no requieren una intervención quirúrgica a “cerebro abierto”.
La intervención de implante se realiza a través de un cateter y un stent (una malla cilíndrica que suele ser utilizada para reforzar la estructura de vías como arterias o venas). El acceso al cerebro, explicaba Tom Oxley (CEO de la compañía) a CNET, se realiza a través de la vena yugular, a la altura del cuello.
Así logran acceder a la corteza motora del cerebro, donde se emiten las señales que controlan el movimiento. Estos implantes aprovechan estas señales motoras para que los pacientes puedan realizar tareas como enviar mensajes o manejar un ordenador pensando en moverse.
Neuralink como alumno rezagado
Los implantes están ideados para pacientes con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), ictus y otros tipos de lesiones. El equipo de investigadores de la empresa ha publicado numerosos artículos en revistas científicas dando cuenta de sus avances a lo largo de los últimos años.
¿Es Neuralink el alumno rezagado? No puede decirse que lo sea. La empresa estadounidense ha realizado progresos significativos en los últimos años. Quizás uno de los más significativos tenga el nombre de R1. R1 es el robot diseñado por la empresa para realizar el implante.
Este cirujano eléctrico es capaz de realizar los implantes no solo con precisión micrométrica, sino también con mayor rapidez. Neuralink presentó R1 hace algo más de un año, recalcando la capacidad de este robot de completar los implantes cerebrales en alrededor de un cuarto de hora.
Como Synchron, Neuralink también ha comenzado los ensayos clínicos en humanos. La empresa anunciaba a comienzos de este mismo año el primer implante en un ser humano, tras numerosos experimentos con modelos animales. Experimentos envueltos en la polémica.
En 2020 Forbes publicaba su lista de las “10 empresas trabajando para leer tus pensamientos”. Cuatro años son mucho tiempo en una industria dinámica, pero algunos nombres aún se mantienen en la vanguardia.
Una de ellas es Neurable. La empresa comenzó con un juego ideado para ser controlado directamente desde nuestro cerebro. En 2021 la compañía presentó unos auriculares, capaces de interpretar información de nuestro cerebro, permitiendo interactuar a través de ellos con nuestros dispositivos. Eso sí, estos aparatos aún no están disponibles a día de hoy.
Otra empresa que se ha dedicado a interfaces externos en lugar de recurrir a implantes es Kernel. El interfaz ideado por esta empresa tiene el aspecto de un casco de 2,2 kg de peso. Este aparato será, entre otras cosas, capaz de realizar electroencefalogramas, lecturas de los impulsos eléctricos de nuestro cerebro.
La variedad en técnicas y objetivos entre las empresas del sector de los BCI hace complicada la comparación entre las distintas empresas. Quizás resulte más reseñable por tanto el potencial del sector en su conjunto.
Potencial para mejorar la vida de numerosos pacientes sujetos a severas limitaciones para su día a día. Desde lesiones medulares hasta esclerosis, estos aparatos no prometen curas, pero sí pueden contribuir a la mejora de la calidad de vida de estas personas. Quién llegue antes es, quizás, lo de menos.
Imagen | Synchron
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