Western Digital tiene nuevos SSD en el mercado. Ni por capacidad ni por velocidad y mucho menos por precio, son unidades SSD normales. Su construcción, puertos Thunderbolt 3 y tecnología los hacen especiales.
No son para todo el mundo
Ni Bitcoin ni nada por el estilo. Que un SSD llegue a costar casi 8000 euros no es culpa del minado de criptodivisas como pasa con las tarjetas gráficas. Las nuevas series de discos SSD de WD pertenecen a sus familias profesionales destinados a editores de vídeo y/o foto que ya trabajan con contenido 4K/8K y que deben de hacerlo además en movilidad.
Con tecnologías propias de WD, la serie G-DRIVE Mobile Pro SSD es la más "básica". Cuenta con un puerto Thunderbolt que no requiere de alimentación extra y que admite la edición directa de contenido con una tasa de transferencia de hasta 2800 MB/s. Es resistente a los golpes y caídas, está fabricado en aluminio y se podrá comprar en capacidades de 500 GB y 1 TB con precios de 650 y 1.050 dólares respectivamente.
Pero todavía hay modelos más completos. La serie G-Drive Pro busca sitio en las mesas de trabajo en equipo, pudiendo conectarse hasta cinco dispositivos a la vez gracias a dos puertos Thunderbolt 3 y el trabajo en cadena.
La máxima capacidad nos la da una unidad de 8 TB con 5 años de garantía, alto DWD y hasta 2800 MB/s que admiten copiar 1 TB en menos de 7 minutos. Este modelo se puede conseguir con capacidad máxima de 7,68 TB, y cuando salga a la venta el mes próximo, los profesionales que quieran compartirlo tienen que preparar casi 8000 euros para hacerse con él.
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