'Possessor Uncut': Brandon Cronenberg abraza la alargada sombra de su padre en una distópica orgía de violencia futurista

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Brandon Cronenberg debe estar francamente harto de que se le compare con su padre, pero lo cierto es que es complicado resistirse a la tentación: sus únicas dos películas hasta la fecha, 'Antiviral' y esta 'Possessor Uncut' (que llega esta semana a Movistar+), entre las que median ocho años, son un díptico de debut que retrotrae inevitablemente al cine de David Cronenberg, el más cárnico y mutante.

Y si 'Antiviral' recordaba a 'Rabia' y otras historias de plagas que reclamaban el cuerpo humano como campo de batalla, esta 'Possessor Uncut' retrotrae a películas de Cronenberg en la que lo que muta es la mente de los protagonistas. Toma elementos visuales de 'eXistenz' (que ya contó con Jennifer Jason Leigh... hace 22 años), de 'Videodrome', pero también retrata la violencia de un modo descarnado y brutal que recuerda a 'Una historia de violencia'.

En cualquier caso, Brandon Cronenberg está desarrollando rápidamente un estilo propio, y aunque la sombra de su padre es alargadísima, 'Possessor Uncut' tiene personalidad propia, algo que sin duda se detectó en el Festival de Sitges del año pasado, donde se llevó los premios a Mejor Película y Mejor Director en la sección oficial. En su caso es una visión desencantada del género humano y las emociones que lo definen, que rivaliza con la misantropía de su padre, así como una visión de la violencia agudizada en sangrientos estallidos.

Pero no solo eso: Cronenberg usa la ambientación en un futuro cercanísimo, como ya hizo en 'Antiviral', para hablarnos de una sociedad deshumanizada y donde las personas se comportan como controlados a distancia (incluso las que no lo están siendo de verdad). Ese es el núcleo mismo del argumento de la película, pero también lo vemos en sus malsanos detalles. Por ejemplo, el trabajo de uno de los protagonistas es tan alienante y demoledor como espiar a la gente desde las cámaras webs de sus portátiles, por ejemplo, y hacer data mining sobre sus gustos y costumbres que luego se puedan vender.

Hay alguien dentro de mí

'Possessor Uncut' (nombre que recibe, por cierto, porque hay una 'Possessor' a secas que tiene las escenas de violencia suavizadas, aunque su distribución se ha restringido a Estados Unidos) cuenta cómo una corporación dirigida por Girder (Jennifer Jason Leigh) se dedica a asesinar por encargo. Para ello secuestran a gente cercana a las víctimas e inyectan la mente de un asesino al servicio de la empresa en ellas.

Aparte de una impactante secuencia de introducción en la que veremos cómo funciona el sistema conoceremos a Tasya Vos (fantástica Andrea Riseborough, a la que muchos recordamos del papel titular de 'Mandy'), la mejor asesina de este sistema, y cómo su última misión empieza a salir mal. Su personalidad y la del cuerpo que está ocupado comienzan a confundirse en una pesadilla paranoica que retrata con imágenes tan específicas como inquietantes algunos estados esquizoides agudos.

La película es un paseo por los delirios de este cuerpo a veces controlado por su propietario original, a veces por una asesina que incluso cuando vuelve a su propio físico parece estar perdiendo el control de sus actos. Es una reflexión muy interesante sobre en qué punto exacto de nuestras personalidades está el núcleo que nos define, y qué cosas terribles podemos llegar a hacer cuando se difumina.

Con efectos de maquillaje prácticos absolutamente insólitos en el cine actual y que convierten a 'Possessor' en cita obligada para aficionados al cine fantástico de la vieja escuela, puede echársele en cara que hay algunos devaneos argumentales en su parte central donde Cronenberg se arriesga a perder la atención del espectador. Pero en lo demás es una pieza imaginativa y original (pese a los precedentes paternos) de ciencia-ficción de salvajismo contenido y explosivo. Que no pase desapercibida.

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