El Gobierno de Canadá ha decidido mostrarse tajante con los excesos de velocidad y ha presentado un proyecto que no parece converncer demasiado a los conductores.
Se trata de un sistema que combina un GPS con un mapa digital de velocidades de manera que cuando se detecta que un coche circula por una zona a más velocidad de la permitida, se dificulta la aceleración del mismo.
Sin duda una medida polémica y que yo además considero como peligrosa pues en ningún momento se tiene en cuanta las circunstancias del tráfico.
Vía | ubergizmo.
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