Una nueva generación de consolas: a favor

Una nueva generación de consolas: a favor
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Mi compañero Javier anda con una idea rondándole en la cabeza: no habrá nueva generación de consolas, al menos tal como las conocemos ahora. Dejaré que sea él el que explique su idea y como ve el futuro, pero yo me posiciono en el bando contrario. Es decir, pienso que sí habrá nuevas generaciones y que estas ya están en desarrollo.

A los diferentes competidores en el mercado, es decir, Sony, Microsoft y Nintendo, les queda todavía mucha vida por delante y mucho que decir en este mercado. En estos momentos, con la tecnología actual y con la que nos viene en los próximos años resulta imprescindible una consola si lo que queremos es jugar.

Una de las alternativas que se han propuesto a las consolas tradicionales es OnLive, un sistema que nos permite jugar tanto desde nuestro ordenador como desde el televisor mediante un adaptador, ejecutándose las aplicaciones en servidores remotos.

Con las conexiones que tenemos en la actualidad esto resulta prácticamente utópico. Por no hablar de que en cuanto tengan muchos clientes, el servicio de OnLive tendrá unos requerimientos de potencia en sus servidores que lo harán muy difícil de mantenerse económicamente.

Por ese lado, por tanto, poco vamos a avanzar. También hay quien dice que no son necesarias las consolas, y que un ordenador puede sustituirlas perfectamente, evitándonos el desembolso adicional. Además los controles de un ordenador, con ratón y teclado, ofrecen muchas posibilidades y un mejor manejo.

Y aunque es cierto que un ordenador puede ser suficiente para jugar, no hay que olvidar que el coste de uno que nos ofrezca potencia suficiente para jugar a los últimos títulos que aparecen en el mercado resulta bastante elevado, además de exigir actualizaciones periódicas: mejores tarjetas gráficas, más RAM,...

En cambio, con una consola sabemos que al menos durante su ciclo de vida no necesitaremos ampliar sus componentes para disfrutar de los títulos que vayan apareciendo para ella. Como mucho, cuando se lance una nueva versión debemos comprar la nueva, momento en el que es obligatorio realizar el desembolso.

Aún así, el coste de una consola es ínfimo si lo comparamos con el de un ordenador. La Xbox 360 más sencilla puede encontrarse por menos de 200 euros (aunque yo siempre recomiendo la que incorpora disco duro) mientras que la Wii cuesta 250 euros. Muchas tarjetas gráficas de última generación ya cuestan esto.

Por otro lado, los fabricantes son más libres de innovar en las consolas que en los ordenadores. Lo ha demostrado la Wii con su sistema de mandos intuitivo y que ha traído el juego social, del que puede disfrutar toda la familia. También la Playstation 3 ha demostrado como la plataforma Cell puede integrarse en un sistema de juegos.

Yendo un poco más allá, diría que cada vez veremos más consolas en los hogares. Y es que estas incorporan más funcionalidades además de jugar. Permiten la reproducción de música, de vídeos, grabación de televisión,... ¿Por qué adquirir nuevos accesorios si podemos tenerlo todo integrado en un solo dispositivo?

La prueba más clara de que habrá nuevas generaciones de consola la dio Blizzard hace unos días, al afirmar que ya están trabajando con Microsoft para ver como enfocarán las próximas consolas, en las cuales quieren apostar por nuevos sistemas de control, ya que algunos de sus juegos no se adaptan bien al uso con los mandos de estas.

Juegos de estrategia como Starcraft resultan muy sencillos de manejar con un ratón y un teclado, pero su paso a la consola con un mando convencional resulta demasiado complicado de utilizar. De todos modos, aún tardaremos bastante en ver la siguiente generación de consolas.

Probablemente sea Nintendo la primera en lanzar la evolución de la Wii, pues es la que se queda más coja en cuanto a potencia. El salto a la alta resolución resultará imprescindible, y no pueden tardar demasiado en hacerlo. Yo apostaría porque antes de finales de 2010 llegará el reemplazo.

En cambio, Sony es la que tiene más camino todavía por recorrer. Su consola es la más puntera en cuanto a prestaciones y, probablemente, los desarrolladores de juegos todavía no han conseguido sacarle todo el jugo posible, por lo que aún veremos muchas novedades en ella.

Como conclusión, mi apuesta es por una nueva generación de consolas, no solo más potentes que las actuales, sino incorporando más funcionalidades de serie y nuevos métodos de control. De todos modos, me interesa mucho conocer la visión de Javier, así que le cedo el turno a él.

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