Aspiraba a alcanzar casi 650 kilómetros por hora pero finalmente el VBB-3 se ha quedado en 386.758 km/h. Pese a ello se trata de un nuevo** récord de velocidad sobre tierra de un vehículo eléctrico**, superando la velocidad alcanzado por una versión previa del mismo vehículo hace un año.
La empresa Venturi, que participa con un monoplaza en la fórmula E, lleva construyendo ya varios años este peculiar coche más parecido a un cohete en colaboración con la Universidad de Ohio. La misión de este asalto al anterior récord era conseguir recorrer una pista de casi 20 kilómetros para poder desarrollar la velocidad máxima para la que ha sido construido.
Una carretera de sal en mal estado
La prueba del VBB-3 se realizó sobre la sal de un desierto en Utah. Los días previos al asalto del récord las condiciones climatológicas afectaron al firme y las tormentas que se produjeron dejaron inservible el terreno para preparar una pista recta y estable de 20 kilómetros. Finalmente se consiguió una zona segura pero de poco más de 15 kilómetros.
Este cambio de planes supuso que no había espacio suficiente para que el VBB-3 alcanzara su velocidad máxima con seguridad, por lo que solo durante menos de 2 kilómetros pudo permanecer desarrollando la velocidad máxima, que finalmente alcanzó los 386 kilómetros por hora, apoyado en su motor eléctrico de más de 3.000 CV.
En el siguiente vídeo podemos ver cómo son los preparativos de una de las pruebas realizadas en una de las versiones anteriores de este coche eléctrico, así como detalles de cómo es la conducción a más de 300 kilómetros por hora.
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