Los responsables de DreamWorks y de Fuhu ya habían colaborado en una familia de tablets llamada Nabi, pero ahora están preparando el lanzamiento de los nuevos tablets DreamTab durante el Consumer Electronics Show que comenzará la semana...
Leer más »Los responsables de DreamWorks y de Fuhu ya habían colaborado en una familia de tablets llamada Nabi, pero ahora están preparando el lanzamiento de los nuevos tablets DreamTab durante el Consumer Electronics Show que comenzará la semana que viene. Estas tabletas llegarán con una serie de accesorios propios de DreamWorks entre los que se incluirán auriculares y carcasas protectoras. En primavera tendremos un modelo de 8 pulgadas por debajo de 300 dólares, mientras que más adelante se espera una versión de 12 pulgadas. Esta colaboración entre ambas empresas responde a la demanda de un mercado en el que cada vez más niños acaban utilizando los smartphones y tablets de sus padres. Fuhu ya vendió más de dos millones de Nabis en 2013, y ambas empresas quieren ampliar esa cifra y aportar contenidos que los niños puedan disfrutar. Esa alianza precisamente va dirigida a diferenciar estos tablets frente a los de la competencia con dispositivos hardware que además tengan acceso directo a la oferta de contenidos de Dreamworks. Un tablet muy para niños, pero también para padres La personalización será otro de los factores clave, y los usuarios podrán configurar si al iniciar el dispositivo aparecen --por ejemplo-- los pinguinos de Madagascar bailando o los personajes de Shrek haciendo algún pequeño anuncio que además estará personalizado para estos dispositivos. Además los tablets integrarán tecnología para comunicarse de forma inalámbrica con juguetes de DreamWorks. Por ejemplo, algunos muñecos de "Cómo entrenar a tu dragón" podrían usarse para desbloquear juegos y experiencias educativas en la tableta. Otra curiosidad: los Dreamtab tendrán un "modo padres" en el que los adultos podrán operar el tablet como si se tratase de un dispositivo convencional y disfrutar de la potencia y prestaciones del hardware y el software. Vía | The New York Times
