Los cables submarinos de fibra óptica que surcan nuestros océanos se han convertido para nosotros en un elemento invisible pero fundamental a la hora de conectarnos a las redes de datos. Conectan puntos dispares de nuestro planeta, pero hay algunas localizaciones en las que su concentración es espectacular. Y una de esas localizaciones es Miami.
NAP. El Network Access Point de las Américas, también conocido como MI1, es un enclave crítico para internet en toda América Latina. El edificio de seis plantas que alberga este organismo no es un edificio cualquiera: es una fortaleza moderna que no solo es punto de partida y llegada de un importante conjunto de cables submarinos, sino que además está construida para soportar espectaculares catástrofes naturales.
Seguridad máxima. Como señalan en BBC, la firma Equinix es la encargada de gestionar este importante centro neurálgico de internet en Miami. Solo se puede acceder al mismo con invitación o acreditación, y es necesario pasar por cinco filtros de seguridad —incluidos lectores de palmas de la mano— para llegar a las "jaulas" independientes en las que se encuentran las instalaciones que interconectan los cables de fibra óptica.
Cables. Al NAP llegan 18 cables submarinos, aunque no directamente. Esos cables terminan en un punto de la costa suroeste de Florida y a partir de ahí se interconectan bajo tierra con cables que acaban en la infraestructura del NAP. En ella existe 30.000 conexiones de hardware que se comunican a través de miles de kilómetros de cables.
Pilar de comunicaciones. A partir de ahí el NAP da servicio a 176 clientes en el mundo de las telecomunicaciones entre los que están los operadores de internet y telefonía de varios países latinoamericanos y de la zona del Caribe. También hay empresas financieras, organismos educativos e incluso organismos del gobierno de EEUU que hacen uso de estos servicios. La privacidad está garantizada: el centro de datos no gestiona la información que llega y sale de él. Como explica Graciela Padrón, directora sénior de operaciones del NAP, "es como si fuera un aeropuerto".
Huracanes a mí. Otro de los elementos singulares del NAP es su construcción, que está preparada para soportar huracanes de categoría 5, un tipo de fenómenos que en los últimos 25 años no han afectado la operativa del centro. Etre otras cosas gracias a sus paredes de 43 cm de grosor. El NAP está además en el punto más alto de Miami, a 4,26 metros sobre el nivel del mar: se estima que pasarán más de 500 años hasta que la subida del nivel de los océanos afecta esta zona de Miami.
Refrigeración contra el calor. El edificio también cuenta con una enorme instalación de unidades de refrigeración compuesta por 27 grandes máquinas, algunas de 100 toneladas de peso, que permiten garantizar que el centro está a 20 ºC para evitar sobrecalentamientos de todos los recursos hardware. Todo ello hace que el consumo energético sea notable: unos 13,2 MW por hora: es similar al que tiene un hospital, o el que consumen de media cuatro hogares en todo un año.
¿Y esas esferas? El edificio cuenta en su parte más alta con una serie de esferas blancas que eran un misterio porque no quedaba claro qué contenían.Padrón confirmó que son cubiertas que permitían que las antenas satelitales no se vean afectadas por las lluvias de Miami. En realidad ya no se usan, pero las han mantenido "porque son un icono del centro de Miami".
En Xataka | Así es el mapa de todos los cables submarinos que le dan forma a Internet
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