El fenómeno de los cables submarinos está centrando las miradas de los gobiernos de Pekín y Moscú. Mientras en 2016 entraron en funcionamiento 15 de estos gigantescos cables bajo el mar, en 2020 el número de nuevos cables casi se duplicó, llegando a los 28. "Un gran crecimiento que muestra cómo estamos dependiendo cada vez más de estas infraestructuras", explica un informe de la organización Atlantic Council.
Los esfuerzos para comprar o influir en las compañías que poseen estos cables es cada vez mayor, apunta el informe. Estos cables submarinos, como el reciente Grace Hopper que ha llegado a Bilbao, son una columna vertebral para el tráfico de internet y también un delicado punto de seguridad.
El 60% de los cables submarino está en manos privadas
Según el informe, el 59% de los cables submarinos está en manos de compañías privadas, mientras que "únicamente" el 20% de estos cables es de propiedad estatal o está gestionado por los gobiernos de los distintos países.
Y es precisamente este porcentaje el que podría cambiar en los próximos años, ya que el interés de las potencias por controlar y gestionar estos cables está aumentando.
Las empresas privadas que gestionan estos cables podrían añadir puertas traseras o permitir que ciertas agencias de espionaje monitoricen el tráfico que corre a través de estos cables submarinos. Un temor que está llevando a los distintos países a poner el foco en estos cables como parte de su estrategia de ciberseguridad, apunta Atlantic Council.
Google es la empresa privada tecnológica que más cables submarinos ha activado en los últimos años, pero también podemos encontrar compañías chinas como China Mobile, China Telecom, China Unicom o Huawei Marine.
Según apunta Justin Sherman, autor del informe, estas compañías chinas han iniciado este año hasta 44 proyectos de cables submarinos. Algunos de ellos más ambiciosos como parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y otros con un foco más local como mejorar la red a través de Hong Kong.
Por parte de Rusia, la compañía estatal Rostelecom ha activado cables para conectar islas periféricas de Rusia con el continente y Europa.
"Es fácil pensar en Internet como algo abstracto debido a la nube y el ciberespacio, pero todavía depende de routers y cables y eso afecta la forma en la que los datos circulan por el mundo. Esto es importante porque si tienes más datos viajando a través de tus cables o de tus país, tienes más oportunidades de espionaje", concluye el informe.
Vía | The Record
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