¿Qué tienen en común empresas como Oracle, Microsoft, Google o Amazon? Seguramente, se nos vengan a la cabeza muchas cosas: son compañías de Estados Unidos, son referentes del sector tecnológico o, por ejemplo, son compañías que tienen líneas de negocio que se sustentan en el cloud computing, es decir, en la nube.
Precisamente, si miramos estas compañías desde la perspectiva de la nube; además de tener negocio en este campo, todas estas compañías cuentan con el apoyo de una startup española que les ayuda a mantener sus aplicaciones y facilitar que los usuarios puedan instalar y desplegar su software en servidores en la nube.
¿Y de qué empresa se trata? Se llama Bitnami, es una empresa sevillana que cuenta con oficinas tanto en Sevilla como en San Francisco y presta soporte a usuarios de todo el mundo que usan la nube de Microsoft (y participan incluso en las conferencias Build de los de Redmond), productos de Oracle, despliegan aplicaciones en Google Cloud o Amazon Web Services.
Para conocer en profundidad qué hace Bitnami, y cuál ha sido su periplo en estos años (incluyendo su paso por la aceleradora Y Combinator), hemos hablado con Daniel López, CEO y fundador de la compañía.
Emprendiendo en España cuando "emprender no estaba de moda"
Una de las cosas que siempre me llamaron la atención de Bitnami es su foco internacional. Nació con el objetivo de vender a clientes fuera de España, era algo que Daniel López tenía claro y eso que, probablemente, lo más cómodo hubiese sido hacer justo lo contrario.
Sin embargo, Daniel es tajante con el mercado local:
"Si quieres crecer es así. Te tienes que ir fuera de España. En España lo que hay es venderle a las Administraciones Públicas y eso es otra manera de hacer negocios. Es mucho más fácil empezar fuera y hacer crecer tu negocio fuera, si tu producto lo permite"
Daniel López es Ingeniero de Telecomunicaciones y estudió la carrera en Sevilla aunque se marchó de Erasmus a Dinamarca y cursó allí los últimos cursos.
Tras terminar la carrera, empezó su andadura profesional en Sevilla en el ámbito de la consultoría tecnológica y llegó a la conclusión que no era lo suyo. Así que decidió marcharse a trabajar a Estados Unidos y allí estuvo 4 años mientras el "virus emprendedor" crecía dentro de él.
"Bitnami empezó como Bitrock. De hecho, yo inicié el proyecto y dejé mi trabajo en Estados Unidos. Me volví a España a arrancar mi empresa sabiendo que mis clientes estarían fuera. Estuve trabajando en el salón de casa con mi portátil desde 2003 a 2005 y desarrollé un instalador de aplicaciones. Ese fue nuestro primer producto.
Bitrock era programa para instalar aplicaciones de escritorio, para que una aplicación se pudiese instalar fácilmente dándole al botón "siguiente". Nuestro instalador tenía una diferencia con respecto a lo que había en el mercado: soportaba Linux y Mac. Cuando empezamos, básicamente Windows tenía más del 90% de la industria y vimos en un nicho en Mac y Linux debido a mi experiencia laboral en Estados Unidos.
Todo empezó de manera discreta pero, a fuerza de iterar, empezamos a despegar y a crecer en torno a un 20%-25% todos los años y, de hecho, sigue creciendo en "piloto automático" aunque entendemos declinará porque cada vez se usa menos software de escritorio"
Con Bitnami habíamos hecho algo que a la gente le había gustado y, precisamente, ese es el lema de Y Combinator: "haz algo que la gente quiera"
Aunque pueda sonar a tópico el iniciar el negocio desde el salón de casa, o desde un garaje como en Silicon Valley, la realidad es que Bitnami empezó a así.
¿El motivo? Daniel ha comentado en más de una ocasión que fue operativo: en el arranque no es necesario contar con infraestructura.
De hecho, hasta el año 2005 no crearon la empresa en Estados Unidos (aunque sin sede física) y su socia americana, Erica Brescia, se trasladó a Sevilla para trabajar desde allí.
Durante estos dos primeros años, el instalador no generaba muchos ingresos pero sí que ofrecía una primera validación de mercado y producto; por tanto, Bitrock siguió adelante con su plan de buscar clientes en Estados Unidos, Reino Unido y Norte de Europa.
El instalador, en el año 2007, se vendía a compañías como Intel y Motorola y también a compañías que trabajaban en el desarrollo de aplicaciones open source como MySQL, SugarCRM, Pentaho...
Precisamente, el mundo del software libre marcaría un punto de inflexión en la compañía cuando decidieron llevar al instalador a proyectos de software libre que no tenían una compañía por detrás.
Cuando un side-project se convierte en tu principal actividad
La decisión de extender el uso del instalador y empaquetar aplicaciones de software libre que no tenían una gran empresa sosteniendo el proyecto con el objetivo de hacerlas fácil de usar, sin duda, fue un punto de inflexión para la compañía.
"Yo tenía el nombre de Bitnami de otros proyectos y andaba buscando un nombre para esta idea, así que lo rescatamos. Esto fue un side-project y, de hecho, insistí mucho en que se tenía que llamar Bitnami.org porque nunca iba a ser una compañía; era un proyecto que hacíamos por "amor al arte".
Sin embargo, empezamos a ver que la gente lo usaba y el proyecto crecía exponencialmente. Habíamos hecho algo que a la gente le había gustado y lo ofrecíamos de manera gratuita. De hecho, la gente nos pedía aplicaciones y, cuando Amazon lanzó Amazon Web Services, nos pusimos a investigar y fuimos de los primeros en crear máquinas virtuales para Amazon"
¿Máquinas virtuales para proveedores de nube? ¿Qué es eso? Bitnami, básicamente, ofrece a los usuarios de estos proveedores un paquete en el que, con un par de clics, pueden montar un servidor fácilmente con la aplicación que quieren.
Dicho de otra forma, si quisiera montar un servidor para montar una web en WordPress en Azure de Microsoft, podría encontrar un paquete de Bitnami con todo listo para desplegar: linux, servidor web, base de datos y el WordPress desplegado; solamente con 4 o 5 clics.
Esta facilidad para desplegar aplicaciones caló rápido entre los usuarios. Simplificaba las cosas y eso genera interés, casi como instalarte una aplicación en tu móvil desde el market de Android o la App Store de Apple y, de esa forma, lo describió en su día TechCrunch al hablar de Bitnami.
Cuando tu negocio principal crece de manera lineal y tu side-project, eso que haces casi como hobby, empieza a crecer de manera exponencial es el momento de parar y plantearte cosas. Daniel lo tuvo claro y en vez de seguir invirtiendo en Bitrock (el instalador que aún sigue manteniéndose), el grueso se los esfuerzos se fueron a Bitnami pero había que resolver un "pequeño problema": ¿cómo ganar dinero?
"¿Cómo podíamos ganar dinero con Bitnami sin hacer de pago algo que era gratis? El servicio tenían que pagarlo los proveedores de cloud. En 2012 firmamos un acuerdo con Microsoft y, curiosamente, lo firmamos con el que hoy es el CEO de la compañía, Satya Nadella (que por aquel entonces era el responsable de Azure y los servicios en la nube).
Tenemos millones de usuarios y llevamos mucho tráfico y uso a cada una de las nubes. Tenemos acuerdos con estos proveedores de nube (Google, Microsoft, Oracle, VMWare, Amazon o 1&1) y mantenemos las aplicaciones que los usuarios instalan"
Para hacernos una idea de la dimensión de Bitnami y su negocio en la nube, vale la pena echar un vistazo a algunas de sus métricas (cifras siempre según la propia compañía):
- Empaquetan y mantienen más de 130 aplicaciones en una docena de plataformas de cloud, virtualización y nativas
- Más un millón de instalaciones mensuales, entre instalaciones locales (instaladores y máquinas virtuales) y en servidores en la nube
- El uso de las aplicaciones de Bitnami en la nube se duplica anualmente
- Durante este año 2018, Bitnami generará más de mil millones de horas de computación (entendiéndose hora de computación como una máquina virtual de Bitnami funcionando durante una hora)
Clientes grandes e internacionales
¿Y por qué esta fijación en no vender en España? ¿Qué te hace montar desde Sevilla, en 2003, una empresa de carácter global? Esto, sin duda, siempre ha sido uno de los aspectos que siempre me ha llamado la atención de Bitnami y de Daniel López, CEO y fundador de la compañía.
La respuesta a esta pregunta viene, en cierta medida, de su propia experiencia profesional. Había trabajado en España en 1995 y la experiencia no le gustó mucho comparada con su experiencia en Dinamarca (donde compaginó estudios y trabajo) y su experiencia laboral en Estados Unidos:
"La suma de estas experiencias me dejó claro que si montaba una empresa no iba a ser una empresa de servicios en España. No sería una empresa de consultoría porque no es una estructura que te permita escalar. Mi experiencia en Estados Unidos y en Dinamarca habían sido en empresas de producto y me gustaban mucho más"
Otro aspecto que le hizo a Daniel mirar fuera de España es la forma que tenemos aquí de entender los negocios:
"Al empezar con Bitnami, recuerdo haber ido a algunas charlas y conferencias de asociaciones de empresas. Me solían preguntar cuántas personas éramos y cuánto facturábamos. Éramos 2 personas y facturábamos unos miles de euros, vamos, unos cien euros al mes... Al decir eso, la gente nos miraba en plan "no nos interesa" y se iban.
En Estados Unidos nos preguntan a qué nos dedicamos y qué hacemos. Nunca te preguntan por tu facturación, les interesa ver tu producto y saber lo que haces.
Tuvimos unos comienzos difíciles. Desarrollar el producto, hacer el marketing en inglés, vender sin que hubiesen pasarelas de pago como Stripe... Nuestro radar estaba muy afinado en buscar la resolución de los problemas de nuestros clientes e iterar hasta dar con la clave"
El mejor lenguaje que tiene que aprender un desarrollador no es el C++, es el inglés. Te va a abrir muchas más puertas.
Para Daniel, el "pensamiento internacional" es importante y es algo que los desarrolladores deben plantearse. Evidentemente, eso pasa por tener un buen nivel de inglés y tener cierto espíritu emprendedor para romper con lo establecido.
Según comentaba Daniel, no todos los desarrolladores tienen que trabajar en una empresa de consultoría local, se puede trabajar en remoto para empresas internacionales si se tiene un buen nivel de inglés y, además, uno también puede hacer currículum y ganar dinero desarrollando apps para iOS y Android y hacerte un hueco en el mercado con una muy buena aplicación que se pueda monetizar.
Y Combinator: el trampolín de Silicon Valley
Con Bitrock, Daniel validó que podía montar una empresa con clientes internacionales. Con Bitnami, Daniel aprendió cómo un side-project podía convertirse en una nueva línea de negocio que, incluso, les abrió las puertas de Microsoft.
¿Cuál era el siguiente paso? Había que mirar a Silicon Valley y, concretamente, a Y Combinator.
Y Combinator es una de las aceleradoras de startups más importantes del mundo. Por su programa han pasado compañías como Reddit, Docker, Pebble, OneSignal, AirBnB o Stripe y, en el caso de compañías españolas, solamente 2 han accedido a este programa: Bitnami y Beetailer (fundada por la sevillana Laura Valverde).
"Aplicamos a Y Combinator y nos admitieron. Tras la estancia en el programa decidimos, en 2013, abrir nuestra propia oficina en San Francisco y contratar ejecutivos para ventas, producto y marketing. Desde entonces hemos seguido creciendo bastante y doblando año a año nuestra facturación.
Para nosotros Y Combinator ha sido importante pero no fue una puerta para acceder a contactos comerciales. Ha sido un lugar en el que entrar en contacto con otros fundadores de empresas y entender cómo piensan y que ellos compartan contigo qué cosas han hecho para que sus empresas tengan éxito.
Tuve la suerte de conocer a los fundadores de Dropbox o Stripe y hablar en confianza con ellos sobre cosas que les funcionaron, lo que no les funcionó, cómo contratar a un directivo clave, cómo despedir... Y de la misma firma, yo también ayudo a otros fundadores cuando están negociando con Oracle o Microsoft.
Y Combinator es una comunidad de apoyo. Yo no necesité financiación pero también te ofrecen ese acceso"
Si uno mira la trayectoria de una startup, o lo que se publica en la prensa, automáticamente se tiende a pensar en rondas de financiación e inversiones millonarias. Bitnami empezó con bootstrapping, es decir, minimizando costes y empezando sin apenas recursos. Tras pasar por Y Combinator, se podría pensar que el impulso de la aceleradora también les hizo entrar por esta rueda de las rondas de financiación; sin embargo, Daniel ha intentado no perder el espíritu de la empresa.
"Tras salir de Y Combinator levantamos una pequeña ronda de 1,1 millones de dólares pero están en el banco por si acaso. Hemos sido bootstrap y seguimos siéndolo, crecemos con nuestros propios ingresos y el dinero está en el banco "por si llueve".
Ahora hemos vuelto a otro programa, YC Growth, para compañías que están en fase de crecimiento y mantenemos reuniones con directivos de Lyft, Facebook, Box... para recibir su feedback, consejos, cómo gestionan su día a día, cómo montan equipo, cómo delegan en el equipo... En definitiva, cómo tienes que cambiar tu manera de pensar y de organización para pasar de "desarrollar un producto" a "hacer crecer la empresa"
Y Combinator es, sin duda, el espejo en el que se miran muchas aceleradoras de todo el mundo. ¿Cuáles son los criterios que hacen que una aceleradora sea interesante? Esta es una cuestión importante porque, en el caso de España, hay más de un centenar de programas de aceleración y no todos son de la misma calidad.
Para Daniel, tras su experiencia en San Francisco en Y Combinator, los criterios son bastante claros:
"Lo más importante de una aceleradora son los fundadores que vas a encontrar allí, con quién vas a trabajar y quién te va a aportar su experiencia. Trabajar con gente que nunca ha fundado su compañía no tiene sentido...
Las distracciones son otro tema vinculado a las aceleradoras... Todo lo que no sea focus en tu producto o en captar clientes, es decir, ir a eventos, conferencias, premios... es distraerse de tus objetivos"
Los errores y los aprendizajes
Después de 15 años de trabajo, uno puede hacer balance de la trayectoria de la compañía y las decisiones de gestión que se han ido tomando. Al echar la vista atrás, uno puede analizar decisiones y, sabiendo los resultados, plantearlas hoy de otra manera e, incluso, considerar que se podían haber hecho mejor las cosas.
Si nos paramos un momento y analizamos los primeros pasos de la compañía, desde 2003 a 2005, el foco estaba en desarrollar el producto (el instalador). Dos años de trabajo, un recorrido por el desierto que no todas las startups y emprendedores son capaces de soportar y, de hecho, Daniel reconocía que, aunque salió bien, fue un enfoque erróneo.
¿Enfoque erróneo? Pues sí, es un error común en muchas empresas: tardar mucho tiempo en lanzar una primera versión al mercado. ¿El motivo? Otro caso habitual en empresas con fundadores muy técnicos: el producto tenía que ser perfecto. Sin embargo, mirando todo con perspectiva, Daniel comenta que hubiese sido mejor lanzar el producto al mercado antes y haber obtenido feedback de los usuarios.
Otro hecho que Daniel señalaba, y que prácticamente han sufrido todas las startups, es la sensación de "vivir con el agua al cuello" porque, si no cambian las cosas, había que cerrar la empresa.
Durante los dos primeros años de andadura de Bitnami, la compañía había facturado 2.000 dólares; es decir, apenas 83 dólares al mes (una cantidad de dinero muy pequeña como para ampliar equipo de desarrollo o plantear formar un equipo de ventas). Bitnami había dedicado mucho tiempo y dinero en desarrollar el producto y los clientes no llegaban, una situación en la que Daniel y su socia se llegaron a plantear si habían cometido un gran error pero, al final, siguieron adelante:
"Decidimos seguir adelante con una mezcla de cabezonería y desesperación. Después de mucho iterar dimos con la tecla. Es lo bueno y lo malo que tienen el desarrollar producto en vez de dar servicios: tienes que invertir en algo sin saber si va a funcionar a priori, pero si funciona es mucho mas fácil de escalar"
Trabajar en Bitnami para gigantes como Amazon o Microsoft
Trabajar con un equipo que combina a personas en remoto y personas en oficinas en Sevilla y Silicon Valley requiere coordinación y, sobre todo, un buen ajuste horario. Comentaba Daniel que intenta llegar temprano a la oficina de San Francisco, en torno a las 8 de la mañana, para tener solape con las oficinas de Sevilla y poder coordinarse con el equipo de España.
Satya Nadella, al ver nuestra demo, le dijo a su gente: "haced que ocurra". Y así firmamos el acuerdo con Microsoft
El grueso de las operaciones de Bitnami, tradicionalmente, se ha desarrollado en Sevilla. Desde 2013, la empresa cuenta con oficina en San Francisco y, además, cuentan con personas trabajando en 12 países que dan soporte a aplicaciones que están en las nubes de Oracle, Amazon, Google o Microsoft.
Daniel comentó que, en 2012, cuando negociaron el acuerdo con Microsoft le tocó sentarse con el que hoy es el CEO de la compañía, Satya Nadella. ¿Cómo se negocia con un gigante como Microsoft cuando eres una pequeña empresa de Sevilla que está aterrizando en Estados Unidos? ¿No te sientes un poco como David contra Goliath?
"No es una negociación fácil. Se tardan meses y meses y, además, te tienes que gastar mucho dinero en abogados porque son acuerdos de 60 o 70 páginas. Lo importante en esta negociación es que tú tengas algo que ellos quieran y no se lo puedan ofrecer otras personas, ahí es cuando tienes la oportunidad de vender tu producto.
Le hicimos una presentación y una demo a Nadella y el tipo nos miró y nos dijo: "Me gusta mucho esto y me gustáis vosotros. Es estupendo". Entonces miró a la persona de Microsoft que estaba en la reunión y le dijo: "Haz que ocurra". Entonces, se levantó de la silla, nos dio la mano a todos y se fue de la sala.
Obviamente, cuando el jefe dice "haz que ocurra", está claro que quieren tu producto. Había otros competidores pero no lo hacían tan bien como nosotros y por eso somos partners de Microsoft y otros grandes"
Precisamente, Nadella ha escrito un libro llamado "Pulsa Actualizar" en el que repasa parte de su andadura en Microsoft y también la visión que tiene para la compañía. En el libro hay un capítulo dedicado a la "cultura de Microsoft" y, claro está, habiendo tratado a Nadella y haber creado una empresa que empezó con 2 personas y ahora son alrededor de 75, es inevitable hablar de la cultura de Bitnami.
Nadella en su libro considera que la letra C de CEO es la C de cultura y, de hecho, considera que el CEO es el guardián de la cultura de la empresa. Como "guardián de Bitnami", ¿cuáles son los valores y la cultura de la compañía?
La cultura es imitación, es lo que se transmite al resto. Si el equipo ve que el CEO llega a trabajar a las 8 de la mañana y me voy a las 7 de la tarde y estoy enfocado en trabajar, el equipo va a pensar que me lo tomo en serio. Si llegase a las 11, me fuese a jugar al golf y me saltase las reuniones, mal ejemplo les daría.
También hay que saber aceptar las críticas. Yo busco el feedback y admito que alguien me lleve la contraria y me haga ver que estoy equivocado. Si tienes una buena idea y puedes argumentarlo, me da igual que sea un becario o el VP de ingeniería me lleve la contraria.
El libro de Nadella es, quizás, uno de los libros más interesantes que se han publicado sobre cultura de empresas en el sector de la tecnología junto al de Netflix. Quizás, al principio, los conceptos de cultura puedan parecer una especie de "documentos de consultora" pero son la base de la cohesión de muchas empresas y equipos.
Esta sensación de "humo" o "buenismo" también le ocurrió al principio a Daniel López; sin embargo, su perspectiva cambió al entrar en contacto con uno de los primeros empleados de Atlassian y le mostró lo que habían hecho. De nuevo, la red de personas de la familia de Y Combinator volvía a tener impacto en la compañía y en cómo ésta iba a definir su misión, su visión y, lo más importante, sus valores:
"¿Cómo identificar tu cultura y tus valores? Analiza a tu equipo, mira quiénes crees que representan a la compañía y analiza qué tienen en común; esos patrones definen tu cultura. En nuestro caso, las personas de Bitnami son curiosas, hacen cosas, tienen iniciativa, les preocupan los usuarios... Esas son las cosas que estamos buscando, personas que tengan preguntas, que tengan inquietudes, que quieran conocer qué van a hacer, con quién van a trabajar y es lo que miramos en las entrevistas que hacemos"
En una ocasión escuché que las empresas que perduran se apoyan en cimientos sólidos. Bitnami supo ver las posibilidades de la nube y llevó su tecnología al cloud para hacer fácil la vida de los administradores de sistemas, una propuesta de valor que llamó la atención de Amazon, Microsoft y Google, entre otros. En estos años, la compañía ha creado una cultura que define cómo debe ser alguien que quiere trabajar en la compañía y sirve de brújula a la hora de entrevistar candidatos.
¿Y cuál será el rumbo del futuro? La nube seguirá marcando el rumbo de la compañía, aún queda mucho camino por recorrer. Sin embargo, también se abren nuevos caminos y la idea de Bitnami es seguir trabajando para las empresas:
"La gran empresa se esta moviendo al cloud y hay grandes oportunidades. Hemos desarrollado un producto enterprise que facilita a las empresas llevar sus aplicaciones corporativas a la nube y ahí es donde pensamos seguir creciendo"
Desde Sevilla a Silicon Valley, la historia de Bitnami.
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