Así es la misión de la sonda Rosetta, la primera que acompañará a un cometa al sol

Así es la misión de la sonda Rosetta, la primera que acompañará a un cometa al sol
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La sonda Rosetta y su llegada al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko ha sido uno de los hechos mediáticos más recientes en el mundo de la ciencia especial. No es para menos, es la primera vez que una sonda orbita alrededor de un cometa y que le acompañará hasta su destino: el Sol. Su repercusión no es casualidad.

Ahora que por fin ha logrado orbitar alrededor del cometa, es hora de contestar algunas preguntas al respecto. Hemos oído hablar sobre Rosetta y sobre su reciente llegada, incluso lo hemos podido seguir en directo. SIn embargo, ahora es el momento de que nos sentemos y reflexionemos sobre la importancia y el papel de esta misión. Empecemos resolviendo unas cuantas preguntas.

¿Qué es la sonda Rosetta?

Todo empezó en el 2004 y, como suele ser habitual en el mundo de la ciencia especial, se planteó como un proyecto a largo plazo. El objetivo de la Agencia Especial Europea era que Rosetta llegara al cometa 67P en un plazo de diez u once años. Es decir, en 2014 o 2015. De momento ya ha cumplido con un punto muy importante, ponerse en órbita.

Su nombre no es baladí y no es precisamente sutil. Rosetta es una referencia a la piedra Rosetta utilizada para descifrar algunos textos de la escritura jeroglífica egipcia. Los científicos también esperando que esta sonda sea capaz de despejar muchas preguntas y ayudarnos a entender mejor el espacio y un objeto tan único y especial como es un cometa.

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Como cualquier otra sonda, Rosetta fue diseñada con un propósito muy conciso: orbitar alrededor del cometa 67P con un módulo de aterrizaje que permita a ambas partes analizar, con una serie de instrumentos, la superficie, los materiales y la composición del mismo. También se analizará las partículas expulsadas y la medición del núcleo a través de ondas de radio.

Los dos elementos, orbitador y módulo de aterrizaje, tienen sensores diferentes. El primero cuenta con once instrumentos diferentes mientras que el componente que llegará a la superficie del cometa contará con otros diez para ver más en detalle el cometa. Como podéis ver, no le faltan herramientas para analizar a fondo el 67P.

Con un peso de 3.000 kilos, Rosetta es una sonda de tipo heliocéntrica que tiene algunas singularidades que tenemos que tener en cuenta. No se trata solo de una herramienta de análisis de cometas sino que su objetivo está a 8 millones de kilómetros. Además, tiene un récord bastante singular: ha logrado estar 30 meses en estado de hibernación, 957 días para ser exactos.

A día de hoy, Rosetta está orbitando a unos 30 kilómetros del cometa y se espera que en septiembre se acerque a los 20 kilómetros y, finalmente, a los 10 en octubre. Esta fase de aproximación servirá a los científicos para conocer más de cerca qué es lo que se van a encontrar en este cuerpo. Una toma de contacto para ver más de cerca al 67P.

¿Qué es el cometa 67P?

En realidad su nombre completo es 67P/Churiumov-Guerasimenko porque fue descubierto en 1969 por un científico de la URSS llamado Klim Ivánovich Churiumov en base a unas fotografías realizadas por la investigadora Svetlana Ivanovna. ¿Por qué se investiga este cometa y no otro? Lo cierto es que hay varios motivos.

Por un lado tenemos la propia naturaleza de un cometa. Su composición y el hecho de que haya permanecido prácticamente inalterado un por un periodo de 4.500 millones de años son motivos suficientes para interesarse por un objeto realmente antiguo y que su estudio podría servir para ayudarnos a entender mejor los orígenes del universo y, de paso, conocer más a fondo los cometas en sí mismos.

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Hay algo además que hace muy especial al cometa 67P: su desarrollo orbital. Es un tanto inusual y ha estado cambiando de trayectoria debido a los encuentros cercanos con planetas exteriores como Júpiter y Saturno. Hasta el año 1840 este cuerpo era imposible de observar debido a la distancia de su perihelio (4.0 unidades astronómicas).

Sin embargo, un encuentro con Jupiter en 1959 le aproximó a una órbita más cercana que ha hecho que a día de hoy sea observable y además lograr poner una sonda orbitando a su alrededor para su estudio y análisis. Motivos como veis no faltan para interesarse por este cometa y su relevancia.

¿Cómo se ha logrado llevar la sonda tan lejos?

Es fácil caer en el pensamiento de que una sonda una vez se lanza desde el cohete solo hay que esperar a que llegue a su destino. Sin embargo, poner en órbita a Rosetta no ha sido una tarea precisamente fácil. Pensadlo por un momento: es un objeto que tiene que recorrer 8 millones de kilómetros en un espacio que apenas conocemos.

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Deimos Space ha sido la encargada de definir la ruta que va a seguir Rosetta y, de nuevo, no encontramos nada más que dificultades. El lanzamiento original se retrasó por una serie de problemas técnicas con el cohete y se hizo buscar otro cometa objetivo.

La trayectoria se tuvo que hacer de nuevo desde cero y con el tiempo apretando ya que el objetivo de la Agencia Espacial Europea era poner lo antes posible a Rosetta en camino de un cometa para su estudio. Dicho y hecho, el 2 de marzo desde la Guayana Francesa la sonda es lanzada desde un cohete Ariane 5.

No solo se trata de llegar. Siendo una cita tan importante resulta fundamental llegar a tiempo. Ni muy tarde ni muy temprano. Si llega antes de lo previsto, se encontraría demasiado lejos para utilizar el sistema de comunicaciones y enviar los datos a la tierra. De llegar más tarde, el calor de el Sol empezaría a provocar explosiones que harían imposible el descenso del módulo de aterrizaje.

Parece sencillo poner en órbita una sonda alrededor de un cohete pero el trabajo que hay detrás es tremendo.

A todo esto hay que sumarle los medios para llegar allí. Un cohete Ariane 5 no tiene potencia suficiente para hacer que una sonda llegue tan lejos, por eso es necesario sobrevolar planetas, flybies, para conseguir impulso gravitacional y llegar a su destino.

Por último, está un problema muy complicado y con una solución muy atrevida: orbitar y aterrizar. Ya se ha conseguido el primer paso pero ahora con la aproximación al cometa debería conocerse mejor la forma y el peso de este objeto para saber cómo de seguro es hacer un aterrizaje. Todo apunta a que su gravedad es mayor de la prevista y eso podría ser un problema de cara al orbitador de 3.000 kilos y unas placas solares de 70 metros cuadrados de superficie.

En resumen...

Rosetta es uno de los proyectos de la Agencia Espacial Europea más importante a día de hoy. Si la misión sale bien, el estudio del cometa 67P podría servirnos para darnos mucha información sobre la composición de estos objetos y su relación con los orígenes del universo.

A día de hoy ya ha logrado orbitar con éxito y su próximo objetivo en septiembre y octubre es acercarse para que en noviembre un módulo de aterrizaje se plante sobre la superficie y pueda, utilizando diez instrumentos, analizar diferentes aspectos del cometa.

El aterrizaje en la superficie se hará con un sistema de anclaje con dos arpones que harán que el módulo (con un peso de 110 kilos) no se escape del cometa ya que la gravedad es muy baja. Motivo por el cual hay que asegurarse muy bien de que esté enganchado correctamente. Según avance la misión, os iremos contando más detalles pero en los próximos meses deberíamos tener ya más detalles sobre Rosetta y su módulo Philae.

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