En septiembre de 2020 se presentaba el Acer Spin 7. Tres meses después lo hacía el HP Elite Folio. Ambos usaban en el Snapdragon 8cx Gen 2, y, cosas de la vida, un año y medio después de esa presentación de HP, Xiaomi ha decidido que seguía siendo buena idea lanzar un equipo con ese chip.
Ese equipo es una tableta convertible: el Xiaomi Book S 12,4", que como vemos llega tarde, pero que también llega mal. No solo por apostar por un chip ARM de hace casi dos años, sino por querer hacer suya esa "filosofía Surface" que sigue siendo engañosa. ¿Por qué? Pues porque de lo que parece que te venden a lo que te venden va un mundo. O más bien, un teclado.
Microsoft nos sigue confundiendo
La culpa no es en realidad de Xiaomi. Esta particular maldición tecnológica comenzó con el lanzamiento de los primeros dispositivos convertibles de la familia Surface de Microsoft. En muchos sentidos la idea era magnífica: al fin era posible tener un producto que pudiera convertirse como portátil y como tableta.
Más allá de que Windows no haya sido un ecosistema demasiado preparado para las tabletas —el sistema operativo se ha ido adaptando gradualmente, muchas aplicaciones no tanto—, el problema de las Surface no ha sido su diseño o su hardware: estamos ante productos con una construcción a menudo impecable y unas especificaciones internas notables.
El problema está en la foto. Uno se va al sitio web oficial de la Surface Pro 8, por ejemplo, y parece que lo que Microsoft te vende es un estupendo portátil convertible, con su funda teclado con touchpad integrado. No es así: el Surface Pro 7 es solo la tableta, y uno tiene que pagar bastante dinero por poder aprovecharlo como muestran las fotos.
El Teclado Signature para Surface Pro con Slim Pen 2 cuesta 279,99 euros, de hecho en la tienda oficial de Microsoft. Si no quieres tanto, el teclado normal cuesta 149,99 euros, pero el Slim Pen 2 cuesta por sí solo 129,99 euros.
Las comparaciones son odiosas
Comprar por tanto un Surface Pro 8 con su teclado sale bastante caro, aunque Microsoft suele ofrecer promociones y descuentos. En estos momentos es posible adquirir esta tableta (Core i5-1135G7, 8 GB de RAM, 128 GB de SSD) con el teclado Signature para Surface Pro y una suscripción de 15 meses a Microsoft 365 por 1.187,99 euros.
La versatilidad del producto es destacable, pero aunque sean odiosas, las comparaciones son inevitables. Es difícil hacer analogías equivalentes, y de el Surface Pro 8 es más caro, pero también mucho más avanzado y potente que el Xiaomi Book S 12,4".
De hecho, el Surface Pro 8 estándar con el teclado (y la citada oferta) cuesta esos 1.187,99 euros en la tienda oficial de Microsoft. El Xiaomi Book S 12,4" "completo" costará 848 euros si lo compramos al precio oficial con su teclado. ¿Qué podemos comprar en esos rangos?
Un Lenovo IdeaPad 3 de 14" Full HD con un Core i5-1135G7, 8 GB de RAM, 512 GB de SSD y Windows 10 Home cuesta ahora mismo 599 euros en Amazon. Esas especificaciones son similares a las del Surface Pro 8 (pero sin la pantalla táctil ni la posibilidad de usarlo como tableta, claro), y muy superiores a las del Xiaomi Book S 12,4".
Si hacemos la comparación inversa, qué podríamos comprarnos por 1.200 euros, tenemos equipos como el ASUS ZenBook Flip 13, convertible similar en su orientación, por 1.159 euros.
Y si lo del convertible no importa mucho, un Lenovo Legion 5 Gen 6 (15,6" Full HD, Ryzen 7 5800H, 16 GB de RAM, 1 TB de SSD y una RTX 3060 par ajugar) cuesta 1.229 euros y es una propuesta estupenda para gamers.
¿Queremos decir con esto que el Surface Pro 8 no vale la pena? En absoluto: afortunadamente las opciones están ahí, y si uno necesita la versatilidad de ese formato convertible, el equipo de Microsoft es una propuesta estupenda. Como indicamos más adelante, la pregunta tienen otra respuesta en el caso del Xiaomi Book S 12,4".
El problema es que esa versatilidad del Surface Pro 8 y de sus competidores directos sale (muy) cara, y si no necesitas la parte tablet, te puedes ahorrar mucho dinero (o invertirlo en componentes orientados al gaming, como hemos visto). El precio de los teclados normales de los Surface Pro o el del propio teclado de los Xiaomi Book S 12,4" es de hecho el de un buen teclado mecánico de gaming, que aun teniendo otra orientación parece a priori tener más enjundia.
La miniaturización y la inclusión del touchpad justifican en parte el precio de esas "fundas teclado", desde luego, pero de hecho los usuarios pueden usar esas tabletas convertibles con un teclado y un ratón Bluetooth aunque el "pack" no quede tan aparente en las fotos.
El problema es que como decimos muchos fabricantes suelen mostrar esas tabletas convertibles como si fueran equipos completos cuando no lo son. Lo hace Microsoft con sus Surface Pro, lo hace Apple con sus iPad Pro (mirad la primera imagen de su web oficial), lo hace Dell con su nuevo XPS 13 2 en 1 y lo hace desde luego Xiaomi con su reciente Book S 12,4".
El problema en todos los casos es el mismo, pero es que además los fabricantes no suelen ofrecer esos pack que permiten comprar tableta y teclado con algún descuento. Lo hace Microsoft en ciertos momentos sí, pero esa suele ser la excepción y no la norma.
Xiaomi, tenemos un problema
En los casos comentados de Microsoft, Apple o Dell solemos estar ante dispositivos que al menos cuando fueron presentados contaban con unas especificaciones hardware de última generación. Aun siendo equipos incompletos, "pseudoportátiles" a los que era necesario añadirles algún teclado y ratón/touchpad para usarlos como tales, la visión era ambiciosa y el precio de estos dispositivos suele estar algo más justificado.
La cosa es más difícil para los Xiaomi Book S 12,4", que ciertamente son mucho más asequibles en apariencia, pero que comparativamente ofrecen unas prestaciones peores.
Los 699 euros (sin teclado, ojo) que cuesta la tableta de Xiaomi parecen muchos euros para un producto con un chip de hace dos años, limitado en su conectividad y que además trata de convencernos de que Windows 11 para ARM está preparado para competir con Windows 11 (o con Windows 10) para x86.
Aquí falta comprobar si la propuesta realmente es razonable, pero todo apunta a que eso parece difícil. Análisis externos revelaron que por ejemplo el HP EliteBook Folio tenía una larga duración de batería (más de 14 horas), pero un bajo rendimiento: "comparado con convertibles Intel de precio similar, el rendimiento disponible es claramente inferior al que ofrecen estos dispositivos con sus CPUs x64".
Y estamos hablando de un equipo que se vendía como un portátil con teclado rígido, aunque estuviera basado en el mismo chip. El problema no está solo en el rendimiento, sino en la compatibilidad del software, que ha mejorado pero que como ya comentábamos en 2019 en el análisis del Surface Pro X, no era del todo ideal.
La propuesta de Xiaomi no parece por tanto especialmente prometedora ni en prestaciones ni en precio, y aunque el formato es atractivo por su versatilidad, esa condena de la "filosofía Surface" se hace aquí más patente que nunca. Será interesante ver cómo se comportan estos equipos en la realidad, pero lo cierto es que sobre el papel los Xiaomi Book S 12,4" parecen haber llegado tarde y mal.
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