Tesla está en pleno camino por reducir drásticamente el precio de sus modelos. Los últimos meses han sido una constante de rebajas en China, Estados Unidos y Europa. Elon Musk avisa de que pueden apretar más las tuercas e, incluso, vender sin obtener beneficio entregando todos sus planes de crecimiento al software.
Y, pese a todo, ya se anticipan nuevos descuentos. En este caso gracias al precio de su almacenamiento eléctrico. Sus baterías 4680 ya han entrado en producción pero la marca espera que ésta aumente mucho en los próximos meses. De momento, su instalación está siendo testimonial.
Pero, ¿qué tienen estas baterías para levantar tanta expectación?
Un nuevo golpe sobre la mesa
Aunque el desembarco total de las nuevas baterías 4680 de Tesla se esperaba para 2022, lo cierto es que su instalación masiva se ha ido retrasando. De momento, en la presentación de resultados del primer trimestre, desde la compañía aseguran que las líneas de producción trabajan al 50% y que esperan un aumento de la misma para apoyar el lanzamiento de un Tesla Cybertruck que debería lanzarse el año que viene, aunque también ha vivido continuos retrasos.
Hasta entonces, sin embargo, tocará esperar. Una espera que, para algunos, puede ser motivo más que suficiente para retrasar la compra de su coche. La expectación levantada por el rendimiento de las nuevas baterías es muy alta.
Según los datos aportados por la propia marca, estas nuevas baterías serán capaces de ampliar la autonomía de los coches eléctricos en un 16%. Se habla de acumular cinco veces más energía eléctrica que en las pilas actuales. Esto se consigue porque su densidad energética es mayor, de entre 272 y 296 Wh/kg.
Para hacernos una mejor idea, las baterías actuales de los coches eléctricos se suelen situar por debajo de los 200 Wh/kg. Muchas baterías LFP se mueven en densidades menores, de entre 130 y 160 Wh/kg. Eso sí, la esperada batería de NIO para coches de más de 1.000 kilómetros promete densidades de 350 Wh/kg y las revolucionarias pilas de CATL elevan esta cifra hasta los 500 Wh/kg.
Estas baterías, diseñadas y producidas bajo el ojo clínico de Panasonic para Tesla, no sólo avisan de una amplia mejora en sus prestaciones. También avanzan costes de fabricación mucho más contenidos. Según la marca, la reducción de éstos en las plantas que fabrican la nueva batería 4680 puede llegar al 70%.
Todo ello, avisan, puede hacer que los costes totales de fabricación se reduzcan en un 50%, lo que podría implicar nuevos descuentos futuros en unos Tesla Model Y que ya dominan en el mercado.
En Xataka | Tesla tiene un plan para devorar el mercado del coche eléctrico: reducir sus costes un 50%
Foto | JUICE
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