El coche de combustión ha dejado sus mejores días atrás (y una cifra ilustra hasta qué punto)

Carles Rabada Wgmm96waq4e Unsplash
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Peak. Cima, pico o punto máximo, en español. En los últimos años, el uso de peak en los textos españoles se ha extendido, empujado por su uso en redes sociales. Tanto que la Fundeu ya explicó su uso en 2020, recomendando el uso de "máximo, nivel más alto o pico (donde esta voz no sea malsonante)" como alternativas recomendadas.

Pero lo que aquí nos trae es el peak de los coches de combustión. El máximo o el nivel más alto de las ventas, si escuchamos a los académicos, ya se ha dado. Y, probablemente, nunca volvamos a recuperarlo. Y aunque nunca digas nunca jamás, la tendencia del mercado apunta a que el coche de combustión ha tocado techo. De hecho, lo hizo ya hace años.

Un lustro de caída

Esto es lo que aseguran desde Bloomberg y lo que nos podíamos imaginar si estamos atentos a los últimos movimientos que se están tomando en el sector. Nunca se vendieron tantos coches de combustión (incluidos los híbridos eléctricos) como en 2017. Y parece que nunca se volverá a alcanzar estas cifras.

Según sus propios datos y los recopilados a través de Jato Dynamics y Marklines, en 2017 se vendieron 85,9 millones de vehículos en todo el mundo en los que el motor de combustión ea el absoluto protagonista. Es decir, automóviles no enchufables. Los que sí lo son (híbridos enchufables y eléctricos) entonces apenas sumaban poco más de 1 millón de unidades. Es decir, el 98,74% de los vehículos eran automóviles de combustión.

Desde entonces, los automóviles de combustión no solo han visto mermadas sus ventas, también han perdido mucho peso en las ventas globales. Y aunque siguen representando la inmensa mayoría de la producción mundial, los automóviles enchufables han comido una parte importantísima del pastel.

En 2018 ya se perdieron 1,2 millones de vehículos de combustión por el camino. En 2019, se vendieron 81,5 millones de coches con esta tecnología. En dos años se perdieron casi cuatro millones y medio. Pero el gran descalabro llegó con la pandemia de coronavirus. Desde entonces, los automóviles de combustión se han estancado justo por debajo de los 70 millones de vehículos, siendo 2021 con 68,9 millones de combustión vendidos el que peores resultados tiene.

Al mismo tiempo, la pérdida de peso en el mercado global ha sido evidente. Si en 2017 su dominio era prácticamente absoluto, en 2022 representaron el 86,81%. El peso en la industria sigue siendo aplastante, pero la tendencia apunta a que poco a poco irán perdiendo protagonismo, con el coche eléctrico ganando posiciones.

El crecimiento de los enchufables

La otra cara de la moneda, por supuesto, la muestran los vehículos enchufables. Si en 2017 apenas pasaban del 1%, su cuota de mercado creció por encima del 13% en 2022. Desde las 700.000 unidades de eléctrico de 2017, el mercado del coche eléctrico no ha dejado de aumentar, sumando 7,5 millones de coches eléctricos el pasado año.

Los híbridos enchufables, por su parte, también han crecido pero de forma mucho más lenta. En 2020 se vendieron 1,1 millones de vehículos con esta tecnología, mientras que en 2022 se colocaron 2,9 millones en el mercado. En el mismo periodo de tiempo, los eléctricos pasaron de 2,2 millones a los ya mencionados 7,5 millones de unidades.

Además, desde Bloomberg señalan otro dato interesante. Aunque los híbridos eenchufables sumaran como vehículos de combustión (el criterio que está siguiendo la Unión Europea para su prohibición a partir de 2035), el panorama no cambiaría en absoluto. Desde 2017, ningún año se habrían superado los 86,3 millones de vehículos que aglutinaron los automóviles de combustión y los híbridos (tanto enchufables como no enchufables).

La pandemia del coronavirus ha marcado un antes y un después en las ventas de este tipo de coches. En 2019, la suma de híbridos enchufables y combustión alcanzó las 82 millones de unidades. El año que más cerca se ha estado de repetir estas cifras ha sido en 2022 y apenas se sumaron 73 millones de unidades.

China, Europa y una crisis

Desde el punto de vista del ciudadano europeo, es lógico pensar que los movimientos europeos han tenido mucho que ver en el impacto mundial de las ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Y, en parte, así es, pero este motivo no es el único.

Las duras condiciones en materia de emisiones impuestas en Europa han provocado que la industria tuviera que primar la venta de vehículos eléctricos en los últimos años. Con ellos conseguían reducir sensiblemente la media de emisiones de su flota y, al mismo tiempo, vender vehículos de un mayor precio. Como ejemplo, un dato: sólo en el último trimestre de 2021 se vendieron un 24,9% más eléctricos que en 2020.

China vendió en 2022 siete millones menos de coches de combustión que en 2017

Al caso anterior se ha sumado la dura crisis derivada de la pandemia de coronavirus. Desde el cierre de fábricas hasta la posterior escasez de semiconductores, que obligó a los fabricantes a priorizar. ¿Cómo? Intentando colocar híbridos enchufables y eléctricos antes que automóviles de combustión. Vender menos pero (mucho) más caro.

Pero el mayor impacto en el mercado mundial no lo ha conseguido Europa. Mientras que nuestro continente registró 9.255.930 vehículos en 2022, según datos de ACEA, en China se vendieron 23,55 millones de coches.

De los más de nueve millones de vehículos vendidos en Europa, 1.123.778 fueron eléctricos. Un crecimiento del 28% que, pese a todo, tiene un peso final en la cuota de mercado de un 12,14%. Si se suman los híbridos enchufables (874.182 unidades), el porcentaje alcanza el 21,58%.

Sin embargo, el 2022 fue el despegue absoluto del coche eléctrico en China. Su crecimiento estaba siendo bueno en los últimos años pero de las 2,54 millones de unidades de 2021 se pasaron a los 4,60 millones matriculados el pasado año. Es decir, el 19,53% de los vehículos que se vendieron en el país fueron eléctricos. Y el porcentaje alcanza el 25,82% si sumamos los híbridos enchufables, que allí sí los igualan a la hora de hacer los recuentos anuales.

Todo esto ha provocado que, aunque en China se han alcanzado niveles de ventas como en 2018 y cercanas a 2017 (su mejor año con 24,74 millones de matriculaciones), los vehículos de combustión tampoco han dejado de caer. De hecho, se vendieron menos coches de este tipo en 2022 que en los dos años anteriores de pandemia y sus 17,47 millones de automóviles de combustión en 2022 están lejísimos de los 24,22 millones registrados en 2017.

En Xataka | Europa se ha empezado en imponer el coche eléctrico. El primer beneficiado es China

Foto | Carles Rabada

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