Se vienen datos y cifras. Muchas, pero las suficientes para entender qué ha pasado con Fisker en los últimos diez años y por qué es importante que hayan conseguido entregar, en mayo de 2023, su primer coche eléctrico.
En 2012 se presentó el Fisker Karma, un deportivo e híbrido enchufable que tenía como reto ser parte de una importante reinvención del sector. Años después, los híbridos enchufables juegan un importante papel en las ventas de toda Europa.
Fisker Autonomotive era una firma norteamericana creada por Henry Fisker, un empresario que había formado parte del nacimiento de joyas como el BMW Z8 o el Aston Martin DB9. Decidido a comenzar un camino por sí mismo, en 2012 presentó el mencionado Fisker Karma, un coche que Héctor Ares definió en Motorpasión como "uno de los coches más curiosos que he conducido en mi vida".
Su toma de contacto la llevó a cabo en julio de 2013. Antes de terminar el año, Fisker se declaraba en bancarrota. Aprovechando la situación, una empresa china compró la compañía de la que nació Karma Automotive, que en 2019 presentaba su Karma SC1 Vision Concept. Mientras, en 2016, Henry Fisker había creado, una vez más, su propia marca, bajo el nombre de Fisker Inc.
Dos años después, en 2018 durante el CES de Las Vegas, la compañía mostró el Fisker EMotion, un deportivo eléctrico que prometía más de 600 kilómetros de autonomía y recargas en nueve minutos. La expectación, con estas cifras, era enorme. Y, como era de esperar, el soufflé no tardó en bajar.
Ya en 2019, la marca confirmó que renunciaba al proyecto y que, en su lugar, crearían un SUV eléctrico de lujo, con techo solar (1.600 kilómetros de autonomía extra, anunciaban) y un precio de 37.499 dólares que sería entregado en 2022. Era el Fisker Ocean, el mismo coche que, por fin, Henry Fisker ha conseguido entregar a su primer propietario.
Once años después: conseguido
El pasado cinco de mayo y de la mano del propio Henry Fisker, el primer propietario del Fisker Ocean recibió las llaves de su nuevo vehículo en un concesionario de Copenhague.
Fisker tiene ahora el reto de conseguir rentabilizar la marca en una industria en la que ha estallado una guerra de precios. Principalmente en China pero también en Europa, el coche eléctrico está viendo cómo los fabricantes bajan los precios de los vehículos, especialmente empujados por los movimientos de Tesla.
Estas tácticas, advierten desde Bloomberg, pueden tener la intención no solo de complicar las cosas a los fabricantes tradicionales, también de poner en duda la viabilidad de nuevos actores en la industria, como pueden ser NIO, XPeng o VinFast, que pierden miles de dólares con cada nuevo coche que sale de sus plantas. El coche eléctrico asequible es, precisamente, el mercado en el que quiere jugar Fisker y es donde más dudas existen de su viabilidad.
Entre los alicientes para hacerse con un Fisker Ocean encontramos los mismos que están ofreciendo otros fabricantes que quieren comer mercado a las compañías tradicionales: mucha tecnología a un precio asequible. En España, el Fisker Ocean parte de 41.900 euros (a los que se pueden restar las ayudas del Plan Moves III).
Pero, sobre todo, es en las versiones superiores donde quiere destacar Fisker. Aunque no hay precios para España de opciones más capaces (la Sport que está a al venta homologa 440 km de autonomía en ciclo WLTP), las Ultra y Extreme se han homologado con autonomías de hasta 707 kilómetros, gracias a una batería NCM de 100 kWh.
De momento, Fisker asegura que ya tiene 56.000 reservas esperando sus vehículos aunque dicen que en los primeros doce meses de producción (comenzaron en noviembre de 2022) podrán dar salida a 43.000 unidades, por lo que algunos clientes tendrán que esperar todavía unos cuantos meses antes de tener listo su vehículo.
Foto | Fisker
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