Cómo ahorrar gasolina esta Semana Santa: los mejores consejos a repasar antes de salir de viaje

Los neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la recomendada consumen un 4% más de lo esperado

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Era febrero de 2022 y en Xataka titulábamos con un contundente: La gasolina está más cara que nunca. Han pasado dos años y la gasolina es, de media 10 céntimos más cara por cada litro que consumimos. Pagando en marzo de 2024 la gasolina a una media de 1,650 euros/litro, miramos con resignación y hasta con cierta añoranza aquellos días.

Por el camino, es cierto, hemos llegado a ver la gasolina a dos euros/litro pero sí parece asumido que será difícil encontrar, de nuevo, la gasolina por debajo de los 1,50 euros/litro. Por lo tanto, ahorrar se ha hecho más necesario que nunca.

Cómo ahorrar gasolina esta Semana Santa

Para el día a día, hay algunos trucos o consejos que podemos aplicar para que ahorrar el máximo dinero a final de mes. Sin embargo, algunos de ellos tienen poco sentido como, por ejemplo, tener controlada la estación de servicio más barata cerca de casa.

A la hora de viajar, debemos prestar especial atención a los detalles para, con cuidado del pie derecho, tratar de reducir el daño a nuestro bolsillo. Para que éste no se dé o, al menos, sea el menor posible, aquí tenemos unos consejos:

La importancia de los neumáticos

Es importante controlar los detalles ante de salir de casa. Ya en el día a día es especialmente importante vigilar el mantenimiento de nuestro coche para evitar averías pero ante un viaje de largo recorrido los esfuerzos deben redoblarse.

Para ahorrar gasolina, comprueba que la presión de los neumáticos es la correcta. Pero presta atención a la etiqueta. Probablemente se muestren dos etiquetas con dos presiones ligeramente diferentes. Si vamos a llenar el maletero de nuestro coche, aplica la cifra más alta.

Esto es especialmente importante si el coche tiene que aguantar más peso. El neumático tendrá más presión pero se compensa al llenar su interior y, por tanto, la huella del neumático vuelve a las condiciones de seguridad esperadas. Si optamos por meter menos presión a la rueda, el peso redundará en esta decisión, tendremos más neumático en contacto con el suelo y el consumo será mayor.

Eso sí, una vez hemos realizado el viaje, recomendamos repasar de nuevo la presión y, si sigue siendo alta, es bueno quitar algún decimal y volver a la parte baja de la horquilla recomendada para no perder estabilidad en el vehículo.

El equipaje justo...

Evidentemente, no vamos a escatimar en la ropa interior que necesitaremos para realizar un viaje pero, por la propia comodidad a la hora de viajar y por no añadir un peso innecesario al coche, trata de viajar con el equipaje que realmente necesitas.

Todos los objetos que viajan en el maletero y luego no son utilizados es peso que estamos añadiendo y que lastrará a nuestro coche. Debemos pensar, además, en la fotografía completa. Puede que por un objeto no vayamos a notar la diferencia. Probablemente tampoco lo haremos por dos pero la suma de muchas pequeñas cosas son las que luego marcan la diferencia.

... y bien colocado

En la medida de lo posible, lo mejor es que todo el equipaje vaya dentro del maletero de nuestro coche. Si tenemos que transportar una bicicleta, lo mejor es retirar las ruedas y colocarlas de tal manera que, junto al cuadro de la bicicleta, todo vaya dentro del maletero.

Si esto no es posible, lo mejor es colocar la bicicleta en un soporte detrás del coche. Siempre cuidando, eso sí, de que la carga no sobrepasa los límites máximos permitidos de anchura. Así, el impacto en la aerodinámica del vehículo será menor que si transportamos la bicicleta en el techo.

Otra opción más interesante puede ser la compra de un baúl o cofre para el techo. Gracias a sus formas más aerodinámicas y especialmente pensado para el transporte, su impacto final en el consumo puede ser más bajo. Además, también será más seguro movernos con el baúl que instalando la bicicleta en el techo sobre una baca.

Las aplicaciones, nuestras mejores amigas

Nuestro mejor aliado a la hora de conseguir el mejor precio en el carburante que repostamos durante un viaje está en el teléfono móvil.

Con las aplicaciones específicas para encontrar las gasolineras más baratas podemos ahorrarnos un buen dinerillo al final de estos días de descanso. Las hay de todo tipo, podemos filtrar por combustibles, un rango de acción alrededor de donde nos encontramos y hasta planear una ruta y conocer los precios de cada lugar.

Pero, además de todo esto, las estaciones de servicio suelen tener programas de fidelización. Y la inmensa mayoría, por no decir todas, cuentan con sus propias aplicaciones o tarjetas virtuales que permiten acumular puntos o dinero para ahorrar en un próximo repostaje. Con ellas podemos ahorrarnos unos eurillos cuando tengamos que pasar por caja. Ahorraremos más bajándonos la aplicación y dándonos de alta que no haciendo nada.

Cuidado con el pie derecho... y el izquierdo

Además de todo lo anterior, una vez estamos en marcha, es importante ser cuidadoso con el pie derecho. Circular a una velocidad sostenida y dejando la distancia de seguridad adecuada no sólo aumenta nuestra seguridad, también ahorra dinero a nuestro bolsillo.

Las aceleraciones deben ser, siempre que se pueda, suaves. Alcanzada la velocidad esperada, lo ideal es llevar el coche a punta de gas e, incluso, activar el control de crucero. Incluso en zonas con sube y bajas pronunciados, generalmente supone un ahorro pues el software del coche es más fino que nosotros mismos a la hora de gestionar el gasto de combustible con el pie derecho.

Además, siempre que se pueda, trata de utilizar el freno motor en lugar del pedal del freno. De esta manera, no perderemos tanta velocidad y será más sencillo volvernos a poner a la velocidad de crucero esperada. Si hemos frenado demasiado, habremos perdido tanta inercia que nos obligará a acelerar con más ímpetu.

Pero, como decíamos, también tenemos que vigilar el uso que hacemos del pie izquierdo. Con él controlamos el embrague (a menos que nuestro coche sea automático). Lo ideal para ahorrar combustible es que cambiemos de marcha entre las 1.500 y 2.000 rpm si estamos manejando un coche diésel y entre las 1.500 y 2.500 rpm si circulamos con un gasolina.

Imagen | Marek Studzinski

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