Circular a 100 km/h por la autovía no hará que tu coche se averíe (pero sí te hará ahorrar mucho dinero)

Circular a 100 km/h por la autovía no hará que tu coche se averíe (pero sí te hará ahorrar mucho dinero)
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El precio de la gasolina y el diésel se ha disparado tanto en los últimos meses que se ha llegado a estudiar rebajar la velocidad de las autopistas a 110 km/h, como ya sucediera entre el 7 de marzo y el 1 de julio de 2011. En aquel entonces, el proyecto acabó desechándose y ese mismo verano se recuperaron los 120 km/h. Sin embargo, circular a 100 km/h puede ser una buena idea si lo que buscamos es ahorrar combustible.

Durante 2011, se señaló que el ahorro en gasolina había sido de un 11,4% y del diésel en un 7,7%, mientras que se esperaban cifras del 15% y 11% de bajada en la demanda, respectivamente. Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía, limitar la velocidad a 110 km/h sacaría del mercado 430.000 barriles diarios de petróleo, un 9% del petróleo que se compraba a Rusia en marzo.

Lo bueno es que, se establezca o un nuevo límite para las autopistas, circular a 100 km/h sigue siendo posible en España, evidentemente. Nada obliga a los conductores a circular a 120 km/h y moverse por debajo de esta velocidad también tiene sus ventajas, aunque en los últimos días hayamos podido leer algunos artículos que apuntan a posibles averías derivadas directamente de este comportamiento.

¿Puede averiarse mi coche por circular a 100 km/h?

La respuesta rápida y sencilla es que no existe una relación directa entre circular a 100 km/h y que nuestro vehículo se averíe. Uno de los motivos esgrimidos para circular a una mayor velocidad es que el coche "a 100 km/h se ahoga". Y si el coche circula "ahogado" habitualmente o durante mucho tiempo, aumentarán las vibraciones (mayor desgaste componentes) y facilitará la acumulación de carbonilla en la válvula EGR. Pero esto, nada tiene que ver con circular a 100 km/h.

La válvula EGR es la encargada de reciclar parte de los gases del escape. Cuando el coche alcanza la temperatura óptima, la centralita envía la orden de abrir esta válvula y parte de los gases ya quemados recirculan hasta los cilindros. Con ello, se consiguen que se emita menos NOx pero la quema de combustible o las explosiones del mismo en los cilindros también serán menos poderosas. Por eso, cuando exigimos al coche un nuevo acelerón, la válvula se cierra.

Cuando el coche está frío y no se alcanza la temperatura suficiente, es fácil que se acumule la carbonilla en esta pieza. Lo mismo sucede con el filtro de partículas. Esta pieza atrapa elementos contaminantes sólidos y, cuando alcanza la temperatura adecuada, los quema para expulsar menos emisiones contaminantes. En vehículos que circulan mucho por ciudad, es fácil que esta pieza no alcance la temperatura esperada y, por tanto, acumule y acumule partículas hasta colapsarla. Una situación muy similar al de la válvula EGR.

Sin embargo, ninguna de estas dos situaciones se van a dar por circular a 100 km/h. Circular a esta velocidad durante el tiempo suficiente garantiza que el coche alcance la temperatura adecuada y que, por tanto, ninguna de estas dos averías se den. Si, por el contrario, tenemos un coche con cambio manual y lo suficientemente potente para que, de poner la marcha más larga, "sufra" a esta velocidad es tan sencillo como reducir una marcha y circular en un régimen de giro más adecuado para nuestro motor.

Y tiene otras ventajas

Además de que nuestro coche no sufrirá por el simple hecho de ir a 100 km/h, hay otras ventajas que obtendremos si estamos dispuestos a sacrificar algo de tiempo por ir a 100 km/h en lugar de 120 km/h.

El más evidente es que consumiremos menos combustible. El consumo de un vehículo de combustión depende del régimen de giro del motor y de la velocidad a la que circulemos. Ese es el motivo por el que gastamos tanta gasolina o diésel cuando nos movemos por ciudad, porque exigiremos regímenes más altos, con cambios de marcha constantes y con un mayor número de paradas y salidas.

Sin embargo, con las marchas más largas y a una velocidad constante, el consumo a 100 km/h es más bajo que a 120 km/h. Si hablamos de velocidad exclusivamente, con la marcha más larga puesta, el consumo de combustible aumenta exponencialmente. Como bien se refleja en este artículo de Motor.es, la resistencia aerodinámica aumenta sensiblemente cuando aumentamos la velocidad. Para un coche con un coeficiente aerodinámico de 0,29 Cx, a 100 km/h se necesitan 50 CV de potencia para vencer los 360,82 N de resistencia. A 120 km/h se necesitan 85 CV para vencer una resistencia de 519,58 N.

Esta es sólo una variable. Pero es que, además, circular a 100 km/h nos permite anticipar mejor los movimientos del resto de conductores pues, simplemente, las exigencias en nuestros tiempos de reacción no tienen que ser tan altas si queremos evitar un accidente. La distancia de frenado también es menor y aumentan las ocasiones en las que adaptarnos a la velocidad del tráfico sólo es cuestión de levantar el pie del acelerador en lugar de pisar el freno. Según la DGT, pasar de 90 a 120 km/h aumentan en ocho metros el tiempo de reacción y necesitaremos 25 metros menos para detener por completo el coche.

Esto tiene otra consecuencia directa: si frenamos menos, también gastamos menos combustible. Circular a una velocidad constante y movernos en zonas de crucero de 100 km/h también nos permitirá alcanzar antes la velocidad a la que queremos viajar y, en el camino, "derrocharemos" menos combustible hasta conseguirlo. Además, repercutirá en un menor gasto de los frenos, pues tendremos que tirar de ellos en menos ocasiones y podremos primar el freno motor, aumentando la vida útil de este componente.

Durante la bajada de velocidad máxima temporal de 2011, Autobild estimó un ahorro de un 13,2% en combustible por viaje. Es decir, con el precio de la gasolina (1,775 €/l) y el diésel (1,919 €/l) registrado por Dieselogasolina.com mientras escribo estas líneas, deberíamos ahorrarnos unos 11,43 euros por depósito medio de 55 litros de gasolina y unos 12,29 euros si hablamos del gasóleo. Ambos casos con la subvención de 20 céntimos/litro del Estado ya aplicada.

Foto | CHUTTERSNAP

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