Si estáis siguiendo los Juegos Olímpicos, es posible que hayáis visto a muchos deportistas con marcas redondas en la piel. Sí, de verdad. Unas manchas color rojo oscuro (o morado) han aparecido en hombros, piernas y espalda de algunos de los mejores deportistas del mundo.
¿El Zika? ¿Alguna enfermedad tropical oriunda de Río? No, la respuesta es más sencilla y se llama Cupping. Una vieja práctica de la 'medicina tradicional china' que se está poniendo de moda. Veamos qué dice la ciencia sobre el cupping y las marcas en la piel.
Marcas en la piel
Se lo hemos podido ver a Michael Phelps, Natalie Coughlin, Alex Naddour o Pavel Sankovich. De hecho, Sankovich publicó una foto hace un par de meses utilizando la técnica. "El cupping es una gran herramienta de recuperación", decía en la publicación de instagram.
Hay ejemplos a cientos: Phelps tiene un vídeo en el que se ve como se somete a esta técnica (minuto 0:45) como parte de su entrenamiento habitual. La nadadora Natalie Coughlin también los usa (aunque en este caso no la podemos ver en Rio porque en estos juegos no participa).
Y no solo eso, celebrities como Jennifer Aniston, Jessica Simpson o Victoria Beckham también se han sumado a la moda. Gwyneth Paltrow, de hecho, hace más de diez años que lo practica. ¿Se han vuelto locos? ¿Funciona de verdad?
¿Qué es el 'Cupping'?
Cupping es el término inglés, pero su traducción más apropiada sería 'terapia con ventosas'. Se puede rastrear la práctica del 'cupping' en textos griegos y egipcios. Pero parece que los descubridores fueron magos de la antigua Mesopotamia y sus mayores cultivadores han sido los médicos tradicionales chinos. Como su propio nombre indica, consiste en usar ventosas (copas u otro tipo de instrumento) para crear el vacío en la piel de los pacientes.
La técnica tradicional consiste en calentar el aire de una copa (de cristal o madera) y su colocación sobre la piel para crear el famoso vacío. De ahí su nombre, pero hoy en día hay otros dispositivos tecnológicamente más avanzados.
Los defensores afirman que el cupping ayuda a liberar toxinas, activa el sistema linfático, despeja bloqueos de colon, ayuda a la circulación y hace maravillas en la piel. El problema es que ni sabemos cómo podría funcionar, ni tenemos evidencias de que lo haga. Y no es por falta de estudios, entre 1992 y 2010 se publicaron 135 estudios sobre el tema; es por falta de estudios de calidad.
Todos los metaánalisis coinciden en que la evidencia es muy escasa y resulta "muy difícil sacar conclusiones firmes"
Hay alguna evidencia que sugiere cierta efectividad para tratar el dolor crónico y algunas otras dolencias como las culebrinas (herpes zóster). Pero todos los metaanálisis (incluso los más favorables a la técnica) coinciden en que, con los problemas metodológicos que arrastran la mayoría de estudios, es muy "difícil sacar conclusiones firmes".
Lo que sí está claro es que produce eritema, edema y equimosis. Es decir, produce heridas: moratones muy muy llamativos. De hecho, por no saber no sabemos ni siquiera si es seguro. El último metaanálisis, del que ya hemos hablado, apunta a que sí. Pero no tenemos más que indicios. No hay nada claro.
Si está tan claro, ¿Cómo es que los deportistas mejor asesorados del mundo caen en estas cosas?
En realidad, esto es relativamente habitual. Gracias a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, se popularizaron las cintas de kinesio. Unas cintas de llamativos colores que dicen servir para casi todo pero cuyos efectos no están demostrados en absoluto. Podemos encontrar muchos ejemplos de esto, sencillamente porque los deportistas son seres tremendamente supersticiosos. Mucho.
Y lo son por una buena razón: porque les funciona. Desde los años ochenta, sabemos que los rituales deportivos tienen un impacto positivo en la ejecución de los mismos. Y es que, curiosamente, el aumento de la 'autoeficacia percibida' suele estar relacionado con el aumento de la eficacia en la ejecución real.
Los rituales deportivos y las supersticiones tienen un efecto positivo en la ejecución de los deportistas de élite
En 2006, Paul van Lange y su equipo de la VU University Ámsterdam publicaron un estudio en el que analizaban el papel de la superstición, los rituales y los amuletos en el deporte de alto nivel. Lo que descubrieron es que esos rituales "ayudaban a fortalecer los sentimientos de control y confianza que de otra forma fallaban" en momentos de gran estrés.
En este sentido, normalmente los deportistas profesionales tienen claro que ni los rituales, ni las pseudoterapias de dudosa eficacia afectan a su ejecución. Pero el 'por si acaso' puede marcar la diferencia entre un éxito y un fracaso. A nivel psicológico, eso sí.
El problema que nos encontramos es que lo queramos o no, los deportistas son modelos de conducta para el público en general. Con estas modas, están diseminando la pseudociencia por la sociedad y, cuando hablamos de medicina, eso pone vidas en riesgo. No es un problema sencillo de solucionar
Está claro que debemos repensar la forma en la que afrontamos y comunicamos estos temas. Quién sabe, igual descubrimos que la superstición es la mejor aliada que podría tener la ciencia, la salud y el deporte olímpico.