Cuando hace más de un año Can Yaman aterrizó en el aeropuerto de Barajas y centenares de mujeres acudieron a recibirle en estado de éxtasis, miles de españoles se rascaron la cabeza: ¿quién era aquél (hercúleo, musculado, descomunal) hombre turco y por qué gozaba del tratamiento de una estrella de Hollywood o, peor aún, del fútbol? Yaman no era sino la punta del iceberg de un triunfo, el de la telenovela turca, que hoy es total. Sus series ya copan el horario de máxima audiencia.
La competición. Y lo hacen enfrentadas. Antena 3 ha desvelado hoy que Mujer, el culebrón otomano que tanto éxito le ha granjeado durante las últimas semanas, se emitirá el miércoles en access prime time (de 22:00 a 23:00). Allí coincidirá con la otra gran telenovela que ha cautivado a la audiencia, Love is in the Air (Sen Çal Kapımı), emitida por Telecinco también en la franja post-cena. Se trata del primer enfrentamiento directo entre dos series turcas en la historia de la televisión española.
El fenómeno. Ambas cadenas, las más leoninas en la pugna por el liderazgo televisivo, han dotado de una importancia mayúscula a sus series turcas en los primeros compases del año. Telecinco ha sido la más agresiva: emitirá un nuevo capítulo de Love is in the Air en access prime time tanto el lunes como el martes como el miércoles. Tres noches consecutivas. Da una idea del estatus adquirido de la ficción otomana que Mediaset haya decidido colocarla justo después del Real Madrid-Alcorcón, miércoles a partir de las 23:00, para arrastrar a la audiencia del fútbol.
Contraprogramación. A esto hay que añadir la decisión de Divinity de emitir la serie desde el principio (todos los días a las 16:30) y la respuesta de Antena 3 de la mano de Mujer. La serie ocupa una franja crítica de la cadena, el prime time (23:00 en adelante) de los lunes y los martes, desde hace meses. Pero esta semana, de forma excepcional, gozará de otro pase a la misma hora el miércoles. El movimiento no busca sino dinamitar la emisión de Love is in the Air tras la Copa del Rey, en su debut en el tardísimo prime time español (a partir de las 23:00).
Será su primera coincidencia. Y será fatal para Love is in the Air.
Las audiencias. Porque ambas telenovelas juegan en ligas distintas, al menos de momento. De un tiempo a esta parte, Mujer se ha convertido en uno de los productos más rotundos de Antena 3, con audiencias regulares por encima del 15%, rondando en ocasiones el 20%. El recorrido de Love is in the Air ha sido más corto. Telecinco, consciente de su debilidad, la ha encajonado en el access prime time, a modo de calentamiento para el plato fuerte de cada noche.
Sucede que ahí tiene un problema aún mayor: El Hormiguero, absolutamente intratable en esa franja. Love is in the Air ha superado a duras penas el 10%, muy lejos de las cifras de Mujer. Pese a todo, Telecinco ha doblado la apuesta para esta semana, algo poco habitual cuando uno de sus productos funciona tan reguleramente.
Es la guerra. Sucede que sendas cadenas han percibido el creciente apetito de la audiencia española por los productos turcos. Y que necesitan fidelizar al nicho. Antena 3 lo ha logrado con más éxito, lo que ha llevado a Telecinco a estrategias tan, tan agresivas que han entrado en el campo de lo ilegal. El miércoles pasado y sin el aviso de tres días previos que marca la Ley General de Comunicación Audovisual, Mediaset decidió colocar dos capítulos de Love is in the Air en prime time. Sanción al canto.
¿Qué está pasando? Primero, la competencia atroz entre Antena 3 y Telecinco por el liderazgo global de la audiencia, lo que obliga a movimientos miméticos en busca de nichos, tendencias y décimas que cuadren los resultados mes a mes. Segundo, el tradicional interés de la televisión española por el culebrón romántico... Aglutinado ahora por producciones turcas, en ascensión desde hace un lustro.
Como vimos en su momento, España ha llegado tarde a la telenovela turca. Su éxito se fraguó primero en otros países de habla hispana, como Chile, en Europa y en Estados Unidos. Pero cuando lo ha hecho a lo grande. La telenovela turca entronca bien con la tradición de series latinoamericanas en España, tanto por temas (honra, concepciones tradicionales de los roles de género y del amor, familia) como por producción (bien rodadas, visualmente notables, divertidas, mediterráneas).
A lo grande. Con su inevitable punto de exotismo y espíritu retrógrado, la telenovela turca ha gozado de cierto empuje por parte de las autoridades locales. Lo interesante de su éxito no es tanto que hayan embaucado al público español (al fin y al cabo son más entretenidas que los telefilms nórdicos o europeos), sino que hayan entrado al prime time (y no hayan quedado reservadas a horarios más reposados, como la sobremesa) y funcionen como productos estrella en la guerra nocturna.
Es algo que sólo la gran telenovela extranjera del siglo XXI, Pasión de Gavilanes, consiguió. Y en su capítulo final, emitido en prime time tras años arrasando en las franjas de sobremesa. El salto de nivel de las producciones turcas es ya insoslayable.