Ese caos en el que se ha convertido la política británica aún puede empeorar: suena Boris Johnson

Boris Johnson Liz Truss
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Reino Unido vive estos días momentos difíciles. Primero, el país se vio sacudido por la muerte de la reina Isabel II y ahora se dirige a un tercer cambio de primer ministro en ocho semanas. Tras sólo 45 días al mando, Liz Truss ha dimitido del cargo, poniendo fin al caos que crearon con los nuevos recortes fiscales, el batacazo económico y semanas de luchas políticas internas saldadas con despidos y renuncias. No está claro si quien sustituirá a Truss será alguien del partido o veremos elecciones.

Pero que Boris Johnson se baraje como un posible reemplazo ya evidencia los problemas que vive ahora mismo el sector político británico.

La renuncia. "Dada la situación, no puedo cumplir el mandato en el que fui electa por el Partido Conservador", ha dicho Liz Truss a las puertas de Downing Street y tras haber entregado su renuncia al rey Carlos III. En realidad, un número creciente de miembros conservadores del parlamento llevaban días pidiendo públicamente su dimisión. Aunque permanecerá en su cargo como interina hasta que se nombre un sucesor, se espera que se lleve a cabo una competencia de liderazgo durante la próxima semana y muchos nombres conocidos suenan como posibles reemplazos.

Pero antes de entrar en ello, hay que entender qué ha pasado, de dónde viene todo este revuelo y por qué el Partido Conservador está en declive.

¿Por qué? Truss llegó al mando gracias a una campaña política de bajos impuestos y promesas de crecimiento. Lo que no esperaba es que un par de días después la Reina iba a morir y la política iba a congelarse durante semanas de luto oficial. Cuando la vida volvió a la normalidad, el entonces canciller de Truss, Kwasi Kwarteng, anunció un paquete de medidas fiscales, incluida la supresión de la tasa más alta de impuesto sobre la renta para los ricos. Eso, junto con los recortes por un enorme aumento en el endeudamiento, asustó a los mercados.

Tal y como contamos en Magnet en ese momento, la libra se derrumbó, el coste de endeudamiento del Reino Unido aumentó y las tasas de interés hipotecarias aumentaron en medio de una inflación desbordante. Incluso el Banco de Inglaterra tuvo que rescatar de alguna manera el mercado de pensiones. Y que el país no se sumiera en el caos absoluto.

¿Boris Johnson es lo que quiere la gente? Es curioso que a pesar de haber sido destituido de su cargo hace solo tres meses, algunos conservadores hayan sugerido su vuelta al poder. La exsecretaria de cultura, Nadine Dorries, tuiteaba que él era el único parlamentario con "un mandato de los miembros del partido y el público británico", después de haber ganado las elecciones de 2019. Si bien Johnson disfrutó de bastante popularidad, perdió toda credibilidad en sus últimos meses por un escándalo político al no cumplir las reglas Covid  y por sus vínculos con el parlamentario acusado de acoso sexual Chris Pincher.

¿Habrá elecciones generales? El Partido Conservador quiere evitar esta posiblidad a toda costa. Principalmente porque las últimas encuestas sugieren que los tories sufrirían una derrota aplastante. Sus números son tan malos que los conservadores saben que si hubiera elecciones ahora, se enfrentarían a una derrota aplastante. Sin embargo, si los parlamentarios conservadores no pueden llegar a un voto por consenso sobre un futuro líder, es posible que sí se vaya a las urnas.

Este proceso lleva semanas, pero el partido está tratando de llevarlo a cabo en unos pocos días. Aquellos que se presentarán a ser líderes deben obtener el respaldo de al menos 100 diputados, es decir, puede haber tres candidatos como máximo. Una vez que se reduzca a dos, los miembros del partido votarán y eligirán a un nuevo líder antes del 28 de octubre.

El declive del Partido Conservador. Hay que tener en cuenta que el partido viene de una serie de crisis mal gestionadas: desde un Brexit duro hasta los escándalos de Boris Johnson y más tarde la crisis monetaria y de coste de vida. Y parece que ha llegado el momento en el que los votantes están listos para expulsar al Partido Conservador de una vez por todas. En pocas semanas, el país ha conseguido hipotecas altas y una moneda muy debilitada. Y lo que es peor: ahora es rehén de 350 parlamentarios conservadores que han visto cuatro primeros ministros en siete años.

Las encuestas recientes de YouGov ya ponen a los laboristas a la cabeza del próximo gobierno: el 47% de los británicos cree que un gobierno laborista es el resultado más probable de las próximas elecciones generales, que se celebrarán en enero de 2025 si no sucede ningún imprevisto. Otro 26% cree que habrá otro gobierno conservador, mientras que el 28% no está seguro. Según otra encuesta de Opinium, si se convocaran elecciones generales ahora, los laboristas obtendrían 411 escaños frente a los 137 de los conservadores, una derrota brutal no vista desde 1997.

Imágenes: GTRES

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