Desde hace algunos años, hemos estado viendo una extraña tendencia a fotografiar lugares abandonados, algo que podría parecer sencillo, pero no lo es, ya que muchas veces requiere entrar en propiedades privadas, con todos lo problemas legales que esto implica.
Por ello, muchos de estos fotógrafos usan el anonimato como escudo para dar a conocer su arte, aunque existen otros casos de fotógrafos que reciben autorizaron por parte del gobierno en turno, ya que en ocasiones estos lugares pasan a ser propiedad del estado. Tal es el caso de la fotógrafa polaca Anna Mika, quien se ha especializado en temas de abandono.
"Mi pasión por los lugares abandonados"
Sin duda es fascinante ver como la naturaleza se adueña de estos lugares, lugares que tienen una historia que sólo sus muros pueden contar, pero a su vez, guardan celosamente hasta el último instante de su existencia. Por ello esa extraña fascinación hacia ellos, ya que muchas veces se trata de imaginar lo que sucedió ahí, pero sobre todo tratar de imaginar cómo es que terminaron así.
Anna Mika nos presenta su serie "Mi pasión por los lugares abandonados", donde daremos un recorrido por hospitales, colegios, fabricas, iglesias destruidas y viejas casas derruidas. La mayoría de las fotografías son de lugares que se ha encontrado en toda Polonia, su país natal, de donde surgió está obsesión después de visitar una planta de cemento abandonada en Jaworzno, al sur del país.
Es increíble ver como estos lugares cobran vida propia, a pesar de no tener presencia humana desde hace varios años, lo que que ha provocado que se integren a la naturaleza como una especie de ruinas modernas.
Anna se refiere así a su trabajo:
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