Las ciudades del mundo se han convertido en gigantes nodos de saturación. En cada hora punta, millones de personas se lanzan a las calles, ya sea a pie, en bicicleta o en automóvil, para moverse del trabajo a casa o de casa al trabajo. Y en lugares como Buenos Aires, una de las ciudades más mastodónticas del planetas donde el ordenamiento urbano y del tráfico rodado es un tanto caótico, el resultado es frustante y maravillante.
Y si bien hay miles de argentinos que lo sufren cada día, al igual que los habitantes de las ciudades más congestionadas del mundo, el motivo por el que hoy hablamos de ello no es por su carácter visual instrínseco, sino por el videomontaje que Fernando Livschitz realizó inspirado por el tráfico de la ciudad bonaerense. Con más de 3 millones de visitas acumuladas en Vimeo, el vídeo es una fabulosa coreografía artificial del, en ocasiones, bello caos de las ciudades del mundo. Coches, peatones, bicis. Dentro baile.
El vídeo es de lo más angustiante, especialmente cuando se ve por primera vez: todos parecen a punto de colisionar con todos. Livschitz repite hasta cuatro veces al mismo coche, al mismo movimiento, en apenas un segundo. ¿Qué demuestra? Que la ausencia o presencia de accidentes depende de un puñado de segundos, de que un coche vaya a algo más de velocidad por su vía o de que un peatón decida cruzar ligeramente antes o después.
Caminar por ciudades como Buenos Aires tiene mucho de coreografía, en el fondo. Y el vídeo lo muestra de forma maravillosa. Livschitz, por cierto, está al frente del estudio Black Sheep Films.
Se pueden explorar más trabajos suyos aquí.