Con ustedes el Partido Verde de México; de derechas y ex -partidario de la pena de muerte

Con ustedes el Partido Verde de México; de derechas y ex -partidario de la pena de muerte
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Partido verde, ecologista. Con sólo esas tres palabras, en Europa cualquier votante pensaría en un tipo de política muy particular, de tendencias alineadas a la izquierda. Sin embargo, en México, la cosa es bien distinta: el Partido Verde Ecologista de México, el PVEM, no es sólo de derechas, sino que chocaría frontalmente con muchos de los partidos verdes que conocemos... Incluso en algunas de sus propuestas ecologistas.

Ahora mismo, en medio de una campaña electoral que está a punto de concluir, el PVEM está en el ojo del huracán por desafiar a la autoridad electoral al desatender algunas de sus resoluciones relativas a su campaña de publicidad para las ya muy próximas elecciones. Esto le ha generado multas millonarias, pero también un posicionamiento histórico. Se habla de ellos en medios un día sí y otro también. Así que hoy toca presentarlo a los que no lo conocéis: bienvenidos al ecologismo político mexicano.

¿Son realmente "verdes"?

Tres líderes ha tenido el PVEM desde la obtención de su registro en 1991. El primero fue Jorge González Torres, ex – miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y cuyo perfil profesional está escasamente registrado salvo que fue funcionario de gobierno en los setentas y luego convertido a “ecologista” a principios de los ochenta. Miembro de familia con negocios en la industria farmacéutica y una esposa también acaudalada, al señor González no le apuraba la vida. Al contrario, tuvo la fortuna y destreza de formar un partido y luego hacerlo familiar.

¿Su principal éxito? Haber mantenido el registro de su partido de 1991 y hasta el 2000, año en que formó alianza con el derechista Partido Acción Nacional (PAN) en las elecciones presidenciales de tal año. El triunfo de esa alianza le permitió sobrevivir al partido tres años y definir su sendero aliancista de conveniencia.

El segundo líder del partido fue su hijo Jorge Emilio González Martínez, alías el “Niño Verde”, pues cuando su padre le heredó el cargo en 2001 tenía apenas 29 años de edad. Su perfil laboral está lejos del muy limitado activismo ecológico que practicó su padre. Nunca ejerció actividades de campo para defender el medio ambiente. Tampoco se le conoce por haber producido literatura en el tema ambiental. Su vida profesional se limita a oficinas partidistas y la buena vida que conlleva ser político profesional. Desde 1994, exceptuando el periodo de 2006 a 2012, ha sido diputado local, federal y senador en diversas ocasiones. Hasta 2011 fue presidente del partido.

Han presentado diversas iniciativas ecológicas pero se cuestiona si porque conocen el tema o pagando a profesionales para que se las redacten

Ciertamente ha presentado diversas iniciativas en materia ecológica pero se cuestiona si el contenido de las mismas se deriva de su conocimiento en el tema o más bien es el producto de profesionales contratados para redactarlas. Además su vida ha estado envuelta en varios escándalos, como la muerte misteriosa en 2011 de una joven extranjera en una fiesta celebrada en Cancún y en la que supuestamente él estaba presente. Fue durante su liderazgo, en específico octubre de 2008, cuando el PVEM impulsó a nivel nacional su iniciativa “Pena de muerte a secuestradores, una postura impensable de un partido verde tradicional de cualquier otro país del mundo.

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El tercer líder y actual Vocero Nacional del partido es Arturo Escobar y Vega. Cabe señalar que hoy en día en el PVEM no hay presidente de partido, desde la reforma de sus estatutos en 2011. Sin embargo, para fines prácticos Escobar y Vega es el líder frente a la sociedad. Su currículo oficial indica que su experiencia en temas ecológicos es también… nulo. Ha sido senador, diputado federal y local en diversas ocasiones. En esos cargos ni siquiera participó en comisiones relacionadas con la ecología o el medio ambiente. Previamente ocupó posiciones de orden jurídico en BBVA Bancomer. Su perfil tiene ninguna relación con movimientos de la izquierda o la ecología.

El resto de su actual clase dirigente posee perfiles similares; personas cercanas a la familia González, políticos desechados por otros partidos, figuras públicas y mediáticas cuyo mérito político es cero, ningún personaje famoso del verdadero y pequeño mundo gremial ecologista. ¿Alianzas institucionales con organismos ecologistas reconocidos como Greenpeace? Inexistentes. Incluso ha habido entre ellos conflictos. Uno reciente ocurrió en diciembre de 2014 cuando Greenpeace tuvo que desmentir públicamente al PVEM por un supuesto premio que este partido había entregado Greenpeace en el marco de la vigésima Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 20) en Lima, Perú.

Si los partidos son reflejo de sus líderes, entonces es imposible que el PVEM posea una plataforma político-electoral que realmente se sustente en predicados, filosofías e ideologías ecologistas y más bien posea una plataforma cargada con propuestas generalistas de centro-derecha aderezadas de color verde.

Su rompimiento con el PAN y su alianza con el PRI

En sus casi 25 años de historia el PVEM jamás se ha aliado en una elección federal con uno o varios partidos de izquierda, el espectro ideológico-político al que pertenecen los partidos verdes a nivel mundial. Ha estado, eso sí, aliado con partidos de centro y centro-derecha que le garantizan una sobrevivencia legal y por lo tanto política.

La alianza que lo consolidó como un partido de corte nacional, más no de cobertura, ocurrió en el 2000 ¿Su pareja de baile electoral? El derechista Partido Acción Nacional (PAN). Ese triunfo les generó más Senadores y Diputados federales y locales y por lo tanto mayores recursos públicos.

La luna de miel por el triunfo electoral les duró poco. El ex –presidente Vicente Fox no les dio espacios en el nuevo gobierno de la alternancia. Ni siquiera la Secretaría (Ministerio) que naturalmente les encajaba; la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). La ofensa no podía pasar desapercibida. En las elecciones intermedias de 2003 el PVEM se alió con el PRI y no con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD). Esa alianza PRI-PVEM se repitió en las elecciones federales de 2006, 2009, 2012 y ahora en 2015.

El verde sí cumple... excepto en hacer campañas legales

“Promesa –o propuesta- cumplida” o “El verde sí cumple” son frases o slogans comunes que en teoría cualquier partido pudiese difundir para atraer al mayor número de votantes. En teoría, en el caso de que esos slogans fuesen una farsa la sociedad y medios de comunicación se encargarían de desenmascarar al partido, con el castigo electoral respectivo.

Pero en México la comunicación de los partidos está muy restringida y deben apegarse a lineamientos definidos por la autoridad electoral. Dicho nivel de restricción no aplica al lugar o medios en que los partidos pueden publicitarse; prácticamente en cualquier parte, contaminando visualmente el paisaje urbano o bien invadiendo actividades recreativas en las cuales lo último que quieres saber es sobre la política.

Pues bien, la campaña del PVEM, creativa por cierto y con los slogans primeramente citados, tuvo un costo de 320 millones de pesos (21.3 millones de dólares), apareciendo en cualquier medio imaginable: desde spots previo al inicio de una película en el cine y hasta pancartas gigantes en las terminales de autobuses, pasando por el envío de cartas a domicilio.

Vales Propuesta Cumplida
Imagen: Polemon.mx

La estrategia del PVEM (de derroche y ofensiva, pero nada especialmente nuevo en el ámbito electoral mexicano), enojó a dos de los tres principales partidos políticos nacionales (PAN y PRD) porque se apropiaba de temas y logros que fueron generados por consensos políticos entre todos los partidos, dicen ellos. Esta “traición” o "abuso" provocó que ambos partidos estén hoy en día pugnando para que el PVEM pierda su registro legal. Su aliado, el PRI, se ha mantenido al margen.

Su campaña electoral, que ha inundado hasta los cines, le ha llevado a acumular multas de hasta 516 millones de pesos

La campaña del PVEM, que debió ser modificada, le ha dado buenas ganancias. Según las últimas encuestas (la elección es el 7 de junio) la intención del voto para con el partido ronda el 9%, números máximos en toda su historia toda vez que el mayor porcentaje obtenido en una elección fue de 6.5% en la elección de 2009. Su meta es de 10%, lo que les representaría alrededor de 50 diputados en un Congreso federal de 500.

Pero también ha habido pérdidas. Hasta este momento las multas acumuladas para el PVEM derivada de dicha campaña publicitaria y otros desacatos suman 516 millones de pesos, algo así como 34 millones de dólares. Tan alta es la cantidad que el partido solicitó una línea de crédito bancario en caso de que pierda sus apelaciones y deba pagar las multas. Para éste 2015 su presupuesto es de casi 460 millones de pesos (30.6 millones de dólares). El PVEM apuesta a que, si llegase a obtener 10% de votos, el año entrante tendría recursos suficientes para pagar las multas (si se confirman) y todavía tener “ganancias”. Es posible que el riesgo haya valido la pena.

Al final saldrán victoriosos… por ahora

Las propuestas del PVEM para esta elección del 2015 son generalistas, aunque sólo dos de las seis principales se relacionan con el medio ambiente: veda en incendios forestales y pago por generar agua limpia. El resto se ubican en propuestas que cualquier ciudadano quisiera escuchar y cualquier partido pudiera prometer; becas para no dejar la escuela, inglés y computación en todos los niveles, vales de atención médica en IMSS e ISSSTE y vale del primer empleo.

El PVEM es un partido pragmático, frío y calculador. Por eso ha sobrevivido aun teniendo posturas ideológicas que poco o nada tienen que ver con el perfil de un partido verde clásico o tradicional. Su clase dirigente, sin ninguna experiencia en temas ambientales, lo administra como una empresa política y lo alía con un partido que sabe que obtendrá altas votaciones (PAN o PRI), lo cual no es condenable. Es estrategia de sobrevivencia.

Salvo que cometa errores claramente violatorios, ningún otro partido político u autoridad electoral o judicial podrá cancelarle su registro. Por eso los esfuerzos actuales del PAN y PRD por eliminarlo terminarán en nada. Su desaparición únicamente puede ser decidida por los ciudadanos al negarle su voto e impedirle que llegue al porcentaje mínimo para poder existir y que es del tres por ciento.

Y esto no sucederá en la ya muy próxima elección del 7 de junio para lamentación de muchos y vergüenza de quienes son puristas verdes, quienes ven como su ideología sigue sin existir en una plataforma política-electoral del partido que supuestamente debería representarlos.

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