En su sitio web, la compañía afirma que son "el futuro de la vivienda compartida". En realidad es la señal más clara y reciente de que la escasez de viviendas en los EEUU está alcanzando niveles de crisis preocupantes. Brownstone Shared Housing, una nueva startup, se presenta como una solución para estudiantes o personas que tienen trabajos temporales
¿Su fantástica idea? Ofrecer capsulas para dormir por 800 euros al mes para que hasta 14 personas vivan en una sola casa.
“El futuro de la vivienda compartida”. No es ningún secreto que la vivienda en el Área de la Bahía de San Francisco es más que inasequible en este momento, y las empresas están en una carrera para ofrecer los espacios más pequeños imaginables por un alquiler todavía considerablemente elevado. En este caso, Brownstone Shared Housing ofrece literas en miniatura por 800 euros al mes.
En su sitio web, la compañía afirma que las diminutas cápsulas son "el futuro de la vivienda compartida", alardeando de que cada una cuenta con "un 40% más de espacio que las literas". En resumen, es una celda de cárcel muy cara, aunque con WiFi y enchufes eléctricos.
¿Cómo son? Albergan hasta 14 personas en una casa con dos baños, una cocina y abundantes espacios comunes. Por esa cantidad de dinero, los residentes de la casa, que está cerca del campus de Stanford, obtienen servicios públicos, Internet, un espacio para trabajar desde casa y acceso a una cápsula para dormir. Cada una de ellas mide 2 metros y medio y viene con un ventilador incorporado, iluminación eléctrica, un escritorio plegable y un cargador para aparatos eléctricos. Las cápsulas se apilan de dos en dos y tienen cortinas que se cierran para brindar privacidad.
Debido a que las cápsulas para dormir están todas metidas en dos habitaciones, las habitaciones adicionales se han reutilizado como áreas de trabajo o descanso.
Las críticas. Internet ha reaccionado a esta aberración. Vaya si lo ha hecho. Algunos usuarios en el foro Antiwork de Reddit calificaron este estilo de vida de inhumano y los compararon con apartamentos que todos hemos visto en Tokio. "Ni siquiera es una casa compartida, están simplemente apilados unos encima de otros como archivadores. No debería ser tan caro simplemente existir", comentaba un usuario.
Según las últimas estadísticas, no hay viviendas asequibles disponibles para la gran mayoría de los hogares de bajos ingresos en el Área de la Bahía. Pero los usuarios cuestionan que las cápsulas diminutas sean una gran solución. “He vivido así… en un buque de guerra”, escribía uno. "Este es el nivel: convencer a un ratón de que una trampa para ratones es una propiedad inmobiliaria gratuita", argumentaba otro.
Qué dice la compañía. James Stallworth, uno de los dos fundadores de la startup explicaba que su propia experiencia con viviendas precarias en el Área de la Bahía lo inspiró a crear una mejor opción de alquiler a corto plazo: "Había más de 20 camas en la casa, seis u ocho juntas en una habitación, solo literas de Ikea. El propietario le cobraba a cada ocupante 1.000 euros al mes". Con Brownstone, dice que su objetivo es "preservar la humanidad, la comodidad y la privacidad" de sus ocupantes.
Además, la compañía no realiza verificaciones de crédito tradicionales de sus ocupantes, sino que sólo miran los antecedentes para asegurarse de que un inquilino pueda vivir con otros. "Evaluamos a las personas por el contenido de su carácter, no por el contenido de su cuenta bancaria", dice el sitio web. No hay depósito de fianza, lo que facilita la mudanza. Los ocupantes actuales tienen entre 20 y 30 años y son pasantes, personas con trabajos temporales o que acaban de empezar sus carreras.
Una tendencia. La empresa quiere expandir el concepto de vivienda a otras ciudades como Nueva York. Y lo peor de todo es que ya han registrado 400 personas interesadas en el mercado. Las empresas de convivencia han proliferado en los EEUU a medida que los costes de la vivienda se han disparado. En Los Ángeles, los residentes de un complejo llamado Eddy pagan entre 795 y 945 al mes por una cama individual en una casa amueblada con servicios de lavandería, ordenador y gimnasio.
Una cadena de residencias llamada PodShare en el área de Los Ángeles cobra 50 euros por noche o 1.00 al mes por una cápsula. Una vez que han pagado, los residentes pueden moverse libremente entre cinco instalaciones. "Creemos que realmente solo necesitas un pequeño espacio para dormir, relajarse y guardar tus pertenencias. El resto de nuestro tiempo debe dedicarse a experiencias compartidas", dice la web.