Las familias españolas afrontan momentos difíciles. El poder adquisitivo de los hogares habrá bajado un 4,4% al finalizar el año a causa de la inflación. Teniendo que hacer frente a una subida de precios generalizada, los salarios de los trabajadores no consiguen sincronizarse con el repunte del IPC de los últimos meses. Para que os hagáis una idea: los sueldos bajo convenio subieron un 2,64% en octubre, casi cinco puntos menos de lo que lo hizo la inflación, que fue subió un 7,3%.
Sin embargo, cada comunidad autónoma afronta la crisis de manera diferente, ya que el coste de vida y los salarios varían alrededor de España.
Las comunidades donde más suben los salarios. Según datos publicados por CaixaBank Research a partir de la información de 18 millones de clientes, los trabajadores de Baleares, la Región de Murcia y Castilla y León son los que han experimentado en lo que va de 2022 la mayor subida de sueldos, del 2,51%, 2,49% y 2,32%. Según el informe, la subida de sueldo media de los españoles en lo que va de año asciende al 2,18% y por encima de esa revalorización están además de las mencionadas Cataluña (+2,30%), la Comunidad Valenciana (+2,22%) y Canarias (+2,2%).
En las que menos sube el salario. En la cola se encuentra el Principado de Asturias, con la subida más baja de todo el país (un 1,82%). Le sigue Navarra, donde los salarios sólo han subido un 1,85%, y Cantabria, con un incremento medio del 1,86%. Sin embargo, aunque estas sean las comunidades donde menos han subido los salarios, no significa que los trabajadores haya sufrido allí la mayor pérdida de poder adquisitivo, ya que la subida de precios ha variado de manera diferente en todo el país.
Los trabajadores de Castilla-La Mancha, por ejemplo, han sufrido la mayor pobreza relativa, con su salario subiendo u 1,92% mientras que la inflación se ha situado en el 10,88% de media en los primeros nueve meses del año, segúndatos del INE. Los trabajadores de Aragón se han visto en una situación similar: su salario subió un 1,88% y los precios lo hicieron un 9,71% más altos.
Las mayores subidas son para los jóvenes. No sólo influye la geografía. Los sueldos han variado según otros factores como la edad o el género de los empleados. En el primer caso, los más jóvenes (aquellos de entre 15 y 29 años) han registrado las mayores subidas del salario (5,8% de media en lo que va de 2022). Los de entre 30 y 49 años, han registrado una subida del 2,03% y los de 50 a 64 años, incrementos del 1,51%.
Por género, las mujeres han visto subidas más grandes que los hombres, con un incremento medio del 2,31% frente a un 2,07%. Por sectores, los empleados de servicios turísticos son los claros ganadores: un 4,09% más; a los de servicios no turísticos les han subido un sueldo un 2,28%; a los de la industria, un 2,22%, y a los de la construcción, un 0,90%.
En comparación con otros países. España se sitúa a la cola del crecimiento salarial de Europa. Es lo que se desprende de un estudio elaborado por el Banco Central de Irlanda, en el que se evalúan no solo los datos de subidas salariales oficiales, sino también la variación en la cuantía de los sueldos que se ofrecen en los anuncios de empleo. Si bien según estas métricas, España quedó en el 3,5%. la media de Europa era 5,2%. Por lo tanto, estamos por debajo de países como Alemania (7,1%), Francia (5%), Irlanda (4,7%), Italia (4,2%) o Países Bajos (4%).
La inflación se come la subida del salario mínimo. De cara al futuro, el Ministerio de Trabajo ya ha anunciado una posible subida del 4,9% en el SMI en 2023, hasta los 1.049 euros al mes en 14 pagas. De ser así, al final de la legislatura, el SMI se habrá elevado casi un 17% entre 2020 y 2023, sin embargo, los trabajadores podrían terminar la legislatura con una capacidad adquisitiva reducida.
La inflación, tal y como hemos comentado en otros artículos de Magnet, ha provocado una gran pérdida de poder de compra en los trabajadores. Y de cara a 2024, el Gobierno quiere que la subida sea de casi el 5%. Si se tienen en cuenta las previsiones inflacionarias actuales, esta subida apenas se reflejará en el poder de compra de los trabajadores, que será inferior al 2%. Y, si la inflación subiera, los trabajadores terminarían la legislatura con un salario real incluso inferior al que tenían en 2019.
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