Hay dos verdades universalmente reconocidas sobre la Tierra: su forma es esférica (err) y se mueve. Si bien la primera es objeto de una perenne y absurda discusión, la segunda no goza de tanta popularidad. Los continentes, en teoría, siguen su curso, chocando los unos contra los otros y desplazándose por el orbe terráqueo. A su ritmo. Sin prisas. Ocasionando alguna catástrofe de tanto en cuanto, pero con calma.
Lo cierto es que la escala de los movimientos geológicos nos supera por completo, lo que no implica que la Tierra siempre fuera tal y como la imaginamos. Hace no demasiado, como vimos a cuenta de Doggerland, los continentes estaban más o menos en el mismo sitio, pero las sucesivas glaciaciones provcaron que emergiera más tierra de la que a día de hoy registran los mapas. Y la gente la habitaba.
Si nos remontamos aún más en el tiempo y activamos el modo cámara rápida probablemente nos retrotaeremos a Pangea, el gigantesco continente unitario que moldeó los contornos de los océanos hace 240 millones de años. Su existencia es conocida desde mediados del siglo XIX, y desde entonces pervive en la memoria popular como un vestigio de la antigüedad de nuestro planeta, y como un torpe símbolo sobre la unidad.
Como vimos en su día, es sencillo recomponer su mapa y colocar las naciones hoy existentes por encima de ellas. El resultado es divertidísimo. Y de eso trata precisamente Ancien Earth, una herramienta desarrollada por una pequeña empresa digital, Paleogeographic Images, hace dos años. En esencia, mimetiza Google Earth y te permite (aquí) viajar en el tiempo a lo largo de millones y millones de años.
El trabajo es divertido, porque recompone paso a paso las fases geológicas de la Tierra. Y en el camino nos permite ubicar la casa en lo que antaño fue Pangea, o en sus subsiguientes iteraciones hasta la forma actual de los cinco continentes. Hay una herramienta web y hasta tres apps que te permiten explorar Pangea en su apogeo, Pangea tras su ruptura y hasta la Tierra 250 millones de años en adelante.
Si es que dejamos algo en el camino.
Ancient Earth pertenece a otros dos proyectos, PaleoTerra y PaleoMar, acreditados respectivamente a Thomas L. Moore y C. R. Scotese. Es un ejercicio de retrospectiva geológica interesante que permite comprender mejor la remotísima historia de nuestro planeta. Y sus extrañas, fascinantes formas continentales del pasado.