Parte importante de nuestra identidad como sociedad la determina nuestro pasado, nuestras creencias y tradiciones, pero la sociedad tiene que evolucionar, crecer, mirar hacia adelante y dar cabida a proyectos que traten de explicar que hay más allá de lo que conocemos, ya sea dentro o fuera de nuestro planeta. Lamentablemente tanto las creencias como los avances tecnológicos, no siempre pueden coexistir en el mismo tiempo y lugar.
Hace más de un año, en octubre de 2014, se dio a conocer que después de casi seis años de gestiones, análisis y luchas, arrancaba la construcción del que sería uno de los telescopios más potentes del mundo, el TMT (Thirty Meter Telescope) o Telescopio de Treinta Metros que estaría ubicado en la cima del Monte Mauna Kea en Hawái, proyecto del que hay malas noticias, ya que la Suprema Corte de Justicia de Hawái ha revocado el permiso de su construcción y es un hecho que no habrá TMT, no al menos en el corto o mediano plazo.
En esta ocasión, la religión ganó
El TMT no es sólo un enorme telescopio que sería capaz de ofrecer magnificas vistas del universo, sino también un proyecto con valor de 1.500 millones de dólares, que ayudaría en investigaciones y proyectos astronómicos, ya que su resolución, diez veces mayor a la del Hubble, nos traería imágenes que de otra forma serían imposibles de obtener. Su ubicación, a 4.200 metros de altura, permitiría que el TMT se convirtiese rápidamente en una pieza fundamental de la astronomía moderna.
Desde el anuncio del arranque de la construcción, los habitantes de la región han rechazado enérgicamente, a través de protestas y bloqueos en las carreteras, el que se use la cima del Monte Mauna Kea, bajo el argumento de que se trata de un lugar sagrado, y a pesar de que se trata de uno de los proyectos más importantes en los últimos años, hay que tener presente que no se pueden pisotear las creencias de algunas personas en nombre de la ciencia, por ello siempre se deben buscar acuerdos y alternativas.
En los últimos meses, previo a la resolución de la corte, las protestas se intensificaron, lo que llevó al arresto de algunos manifestantes, por lo anterior, se decidió frenar el proyecto de forma definitiva a inicios de este mes de diciembre.
Henry Yang, presidente de la junta administrativa del Observatorio Internacional TMT, hizo una breve declaración al respecto:
"Agradecemos a la Suprema Corte de Hawái por el fallo puntual y respetamos su decisión. El TMT seguirá el proceso establecido por el estado, como siempre ha sido. Estamos evaluando nuestros próximos pasos viendo siempre hacia adelante. Apreciamos y agradecemos a la gente de Hawái y a nuestros seguidores que hayan estado con nosotros estos últimos ocho años."
Por su parte, Kealoha Pisciotta, presidenta del proyecto "Mauna Kea Anaina Hou", mencionó en una entrevista concedida a Forbes en junio pasado:
"Esto no sólo es una zona ecológicamente sensible, para los hawaianos es donde comienza nuestra historia de origen. Es un lugar donde están enterrados los antepasados más significativos, por lo que también es un cementerio. Es la morada de los dioses y diosas, y tienes que ir allí con un fuerte reverencia."
Sin duda es un tema complejo y por ello, hay muchas corrientes a favor y otras en contra, la realidad es que ambas partes tienen derecho y lo mejor es llegar a acuerdos antes de cerrar proyectos de este calibre. Un claro ejemplo es que en las laderas del Mauna Kea existen al día de hoy 13 telescopios, que son un claro ejemplo de cuando las instituciones científicas llegan a acuerdos con la cultura local.
Si desean conocer más de este tema, la piezas de The Atlantic y Forbes, presentan de una forma clara el conflicto desde la perspectiva de la ciencia y la religión.
Vía | IFL Science En Xataka | Arranca la construcción de uno de los telescopios más potentes del mundo
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